EEUU celebra 250 años del Ejército entre desfile militar, protestas contra Trump y el cumpleaños de este

WASHINGTON, Estados Unidos.- El Ejército de Estados Unidos conmemoró 250 años este sábado con un espectacular desfile militar en la capital del país, un evento que coincidió con el 79° cumpleaños del presidente Donald Trump y que no estuvo exento de polémica. Mientras miles de personas celebraron el poderío bélico estadounidense, manifestantes en varias ciudades protestaron contra lo que calificaron como una exaltación autoritaria del mandatario.

Un desfile histórico con tanques y aviones

Más de 6,000 soldados marcharon por el National Mall en Washington, acompañados de 84 vehículos militares, incluyendo 28 tanques Abrams, y sobrevuelos de helicópteros Huey de la era de Vietnam y aviones de la Segunda Guerra Mundial. El evento, adelantado por amenaza de lluvias, recorrió en 40 minutos más de dos siglos de historia castrense, desde los uniformes del Ejército Continental hasta equipos de guerra modernos.

Trump, quien desde su primera presidencia anhelaba un desfile de este tipo, elogió a las Fuerzas Armadas como “la fuerza de combate más poderosa de la Tierra” y advirtió a los enemigos de EE.UU.: “Si amenazan a este país, su derrota será segura y su caída, total”. El acto incluyó un saludo al mandatario con veintiún cañonazos y un paracaidista que le entregó una bandera estadounidense.

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Protestas y represión en varias ciudades

Mientras en Washington se desarrollaba el desfile, miles de personas se manifestaron en ciudades como Los Ángeles, Atlanta y Tallahassee bajo consignas como “No Kings” (No a los reyes) y “Una nación en crisis”. En Los Ángeles, la policía cargó contra manifestantes pacíficos con gas lacrimógeno y proyectiles, mientras que en Atlanta se usaron químicos para dispersar a un grupo que intentaba llegar a una autopista.

“No estábamos haciendo nada más que cantar consignas pacíficas”, declaró Samantha Edgerton, una mesera de 37 años afectada por los gases en L.A. En Minnesota, el gobernador Tim Walz pidió evitar protestas tras el asesinato de dos legisladores estatales a manos de un pistolero que sigue sin ser identificado.

El evento fue financiado en parte por contratistas de defensa como Lockheed Martin, cuyo nombre se mencionó repetidamente durante la transmisión. Mientras niños interactuaban con armamento en exhibición, críticos como Wind Euler, veterano hijo de un marine, calificaron el desfile de “muestra fascista”.

El contraste fue evidente: en el Mall, simpatizantes de Trump, como Larry Stallard, un piloto retirado de 82 años, vitorearon al presidente como “uno de los mejores de su vida”, mientras manifestantes denunciaban el uso de recursos públicos para un acto con tintes políticos.

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El vicepresidente JD Vance cerró el acto deseándole “feliz cumpleaños” a Trump, a quien sus seguidores le cantaron “Cumpleaños Feliz”. Pese a los esfuerzos por presentar el evento como una celebración castrense, la sombra de la polarización —y las protestas— recordaron que, para muchos, el desfile fue también un regalo para un mandatario acusado de erosionar la democracia.