Brasil: Su mejor amiga le ofrece pastel y muere luego de estar envenenado; descubren que buscaba jugarle una broma de mal gusto y no era la primera vez que lo hacía
Ana recibió en su hogar un paquete misterioso entregado por un repartidor.
BRASIL.- Ana Luiza de Oliveira Neves, una adolescente de 17 años perdió la vida luego que comiera un pastel anónimo en Brasil que llegó a su casa y que luego se descubrió que fue enviado por una de sus amigas.
El pastel tenía óxido de arsénico que ella había comprado por internet y se lo colocó como parte de una broma de mal gusto que le quería hacer. Sin embargo, Ana Luiza no resistió. No era la primera vez que la joven cometía algo similar. Le hizo lo mismo a otra de sus amigas y sí sobrevivió, según Noticias Caracol.
Según su testimonio, actuó movida por celos, ya que Ana y otra amiga habrían “robado” la atención de unos chicos que le gustaban.
La menor admitió haber comprado óxido de arsénico por internet y haberlo mezclado con el pastel.
Un regalo con mensaje y un final inesperado
El sábado 31 de mayo, alrededor de las 5:00 de la tarde, Ana recibió en su hogar un paquete misterioso entregado por un repartidor.
En su interior había un pastel decorado y una tarjeta escrita a mano que decía: “Un mimo para la chica más linda que vi jamás”, acompañada de corazones.
La joven compartió un audio con sus amigos preguntando quién había enviado el regalo: “Gente, lo que no mata engorda, y si muero, bueno. Quiero saber quién lo hizo, tengo miedo. Si muero envenenada, ya lo saben...”.
Sin sospechar que sus palabras serían premonitorias, Ana comió el pastel delante de su familia. Pocos minutos después, comenzó a sentir un fuerte malestar estomacal.
Fue llevada de urgencia al hospital, donde inicialmente fue diagnosticada con intoxicación alimentaria y dada de alta.
Sin embargo, en la madrugada del 1 de junio, la joven regresó al centro médico con síntomas más graves y falleció a las 4:00 a.m. por un paro cardiorrespiratorio.
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El padre de Ana, devastado, narró que la joven estuvo todo el tiempo en su casa tras el envenenamiento: “Esta chica se quedó a dormir en mi casa, estuvo ahí durante todo el proceso. La vio enfermarse, vio cuando la llevé al hospital y, al día siguiente, también vio a mi hija caerse en el baño y no reaccionó. Y después de que mi hija murió, me saludó y me abrazó”.
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