Islandia y Groenlandia alcanzaron temperaturas récord durante ola de calor en mayo
Temperaturas récord en mayo ponen en alerta a científicos por sus efectos en el clima global.

GROENLANDIA.- — Una ola de calor sin precedentes en mayo provocó que las temperaturas en Islandia y Groenlandia se dispararan varios grados por encima de lo normal, acelerando peligrosamente el derretimiento de la capa de hielo ártica.
Así lo reveló un análisis publicado este miércoles por World Weather Attribution (WWA), que atribuye directamente el fenómeno al cambio climático provocado por la actividad humana.
Más de 10 °C por encima del promedio
Durante el episodio, zonas de Islandia registraron temperaturas superiores en más de 10 °C al promedio habitual para mayo, y se alcanzó un nuevo récord cuando el aeropuerto de Egilsstadir marcó 26.6 °C el 15 de mayo, una marca histórica para el país.
En Groenlandia, la situación fue aún más preocupante: la capa de hielo comenzó a derretirse mucho antes de lo habitual, algo que los científicos consideran alarmante debido a las consecuencias a largo plazo que esto implica para el clima mundial.
¿Qué causó esta ola de calor?
El análisis señala una causa clara: el cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles.
“La quema de combustibles fósiles para transporte y electricidad libera dióxido de carbono que calienta anormalmente rápido el planeta”, recordó el reporte.
El Ártico es, actualmente, una de las regiones donde más se ha acelerado el calentamiento global.
Según el informe:
- Este tipo de ola de calor tiene solo 1% de probabilidades de ocurrir cada año en el clima actual.
- Sin el cambio climático inducido por el ser humano, este fenómeno sería “básicamente imposible”, explicó Friederike Otto, coautora del informe y profesora de ciencias climáticas en el Imperial College de Londres.
- La probabilidad de que ocurra un episodio similar fue 40 veces mayor debido al calentamiento global actual, en comparación con la era preindustrial.
Riesgos para el clima global
Pero el problema no queda aislado en el norte. Otto advirtió que el deshielo masivo en Groenlandia afecta directamente al resto del planeta. El motivo: a medida que la isla pierde hielo, grandes cantidades de agua dulce se vierten en el océano, lo cual podría ralentizar la circulación de vuelco meridional del Atlántico, una corriente clave que regula el clima desde América hasta Europa.
Waleed Abdalati, director de un instituto de ciencias ambientales en la Universidad de Colorado Boulder, lo explicó así:
“La naturaleza del clima en el hemisferio norte está directamente ligada a lo que sucede en el Ártico. Esa capa de hielo, ubicada en lo más bajo de la atmósfera, influye en los patrones de viento, lluvia y nieve”.
Además, el adelanto de la temporada de deshielo implica que este año Groenlandia enfrentará un periodo más largo de derretimiento, lo que incrementará el nivel del mar y el riesgo de inundaciones en zonas costeras y naciones insulares.
Además, las comunidades indígenas de Groenlandia están viendo afectadas sus formas de vida:
- El hielo marino ya no es estable para viajar ni cazar.
- Los trineos tirados por perros ya no pueden circular como antes.
- El permafrost se está derritiendo, lo que:
- Desestabiliza construcciones.
- Aumenta el riesgo de derrumbes, deslaves y tsunamis causados por deslizamientos de tierra.
Groenlandia y el interés geopolítico de Estados Unidos
La publicación del informe coincide con un renovado interés internacional por Groenlandia, especialmente tras las declaraciones del presidente Donald Trump, quien expresó su deseo de anexionar la isla rica en minerales, petróleo y gas.
La respuesta del gobierno local fue tajante. El primer ministro Jens-Frederik Nielsen declaró:
“Groenlandia nunca, jamás, será una propiedad que pueda ser comprada por cualquiera”.
¿Quién decide el futuro de Groenlandia?
Twila Moon, subdirectora científica del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos, subrayó la importancia de respetar la autonomía local:
“Sin duda, una parte importante de esta conversación tiene que ver con el cambio climático y sus efectos”.
Moon, aunque no participó en el análisis, insistió en que los países altamente industrializados tienen responsabilidad directa en el calentamiento global que está afectando al Ártico.
Entre sus recomendaciones para mitigar la crisis:
- Adoptar energías limpias como la solar y la eólica.
- Reducir la contaminación en los sistemas de transporte.
- Promover políticas que tengan impacto positivo en regiones remotas, como el Ártico.
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