Así fue la primera conversación del Papa León XIV y Putin

ITALIA.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, sostuvo su primera conversación telefónica con el papa León XIV, en la que aprovechó para acusar a Ucrania de fomentar una escalada en el conflicto armado. La llamada, según informó este miércoles el Kremlin en un comunicado oficial, se centró en la situación en Ucrania, las relaciones entre Rusia y el Vaticano, y la cooperación humanitaria y cultural.

Según EFE, Putin denunció durante la conversación que “los ataques llevados a cabo en días recientes por la parte ucraniana son deliberados y dirigidos contra objetivos civiles”, lo que, según él, los convierte en “atentados terroristas”.

Además, subrayó que “el régimen de Kiev apuesta por una escalada del conflicto al realizar actos subversivos contra la infraestructura civil en territorio ruso”.

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Felicitaciones

Durante el diálogo, el mandatario ruso felicitó al papa León XIV por su reciente elección como jefe de la Iglesia Católica y le transmitió también las felicitaciones del patriarca Kiril, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Ambos líderes destacaron la relevancia del papa Francisco en el fortalecimiento del vínculo entre Rusia y la Santa Sede, así como el interés común en mantener y desarrollar esas relaciones sobre valores morales compartidos.

Putin y León XIV manifestaron su deseo de profundizar la cooperación cultural y humanitaria, especialmente en defensa de los cristianos y sus lugares sagrados, con énfasis en las zonas de conflicto de Oriente Medio. Se reafirmó el objetivo de edificar un “orden mundial más justo” basado en principios éticos comunes.

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Llamado a la paz bajo condiciones

En cuanto al conflicto en Ucrania, Putin reiteró que Rusia mantiene el interés en alcanzar la paz por medios político-diplomáticos, aunque advirtió que “para lograr una solución definitiva, justa y total de la crisis es necesario eliminar los motivos que la provocaron”.

Asimismo, el Kremlin agradeció al pontífice su disposición a participar en la búsqueda de una solución y reconoció el rol del Vaticano en la atención de problemas humanitarios desde una perspectiva “despolitizada”.