Gobierno de Trump retira permiso humanitario a niña que recibe medicación en EEUU; podría morir en días

El gobierno del presidente Donald Trump revocó el permiso humanitario que permitía a una niña mexicana de 4 años recibir tratamiento médico vital en California, informaron este miércoles abogados de la familia. La menor padece síndrome de intestino corto, una condición que le impide alimentarse por sí misma y requiere nutrición intravenosa especializada, tratamiento que no está disponible en México.

“Morirá en días si la deportan”: abogados

La madre de la niña, Deysi Vargas, recibió notificaciones en abril y mayo sobre la cancelación del permiso temporal humanitario que les fue otorgado en 2023 cuando llegaron a la frontera buscando atención médica para su hija. Según la abogada Gina Amato, el gobierno estadounidense ahora considera a la familia “sujeta a deportación”, pese a que los médicos han advertido que la menor “morirá en cuestión de días” si se interrumpe su tratamiento.

“Deportar a esta familia bajo estas condiciones no solo es ilegal, sino que constituye un fracaso moral que viola los principios básicos de humanidad”, declaró Amato en una conferencia de prensa. La identidad de la niña se mantiene en reserva por privacidad.

La niña, que antes estaba hospitalizada, ahora recibe nutrición intravenosa a través de una mochila especial que carga en casa, en Bakersfield, California, como parte de un programa del Children’s Hospital Los Ángeles. Vargas relató que en México su hija estaba “confinada a un hospital” sin acceso al tratamiento que hoy le salva la vida.

Respuesta del gobierno

Un alto funcionario de Seguridad Nacional aseguró, vía correo electrónico, que no hay un proceso activo de deportación y que una nueva solicitud de permiso humanitario presentada hace dos semanas sigue en revisión.

Sin embargo, la medida se enmarca en la política de Trump de desmantelar programas migratorios de la era Biden, incluido el permiso temporal humanitario, usado anteriormente para casos de emergencia médica o crisis globales.

Este mecanismo, que no conduce a la ciudadanía, fue ampliamente aplicado bajo el gobierno de Biden para aliviar la presión migratoria. En el pasado, se usó para víctimas de guerras (como en Vietnam o Camboya) o emergencias individuales. Ahora, su eliminación pone en riesgo a familias como la de Vargas, cuya supervivencia depende de acceder a tratamientos exclusivos en EE.UU.

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