“Sin nuestros estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”: Graduación desafía presiones de Trump

La ceremonia de graduación en la Universidad de Harvard este jueves no solo marcó el fin de un ciclo académico, sino también un momento de resistencia simbólica frente a crecientes presiones del gobierno del presidente Donald Trump, que ha lanzado una ofensiva contra la diversidad, la libertad académica y la matrícula internacional en instituciones educativas de élite como esta.

En un contexto tenso, los discursos estudiantiles destacaron la importancia de defender la verdad, la inclusión y la educación como derecho universal.

Dejamos un campus muy diferente al que ingresamos, y Harvard está en el centro de una batalla nacional por la educación superior en Estados Unidos”, dijo el graduado Thor Reimann ante miles de compañeros y familiares.

La administración Trump ha arremetido contra la universidad con múltiples acciones: desde la cancelación de más de 2 mil 600 millones de dólares en subvenciones federales para investigación, hasta la amenaza de bloquear la inscripción de estudiantes internacionales y reducir su presencia en el campus del 25% al 15%.

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Incluso solicitó la cancelación de 100 millones de dólares en contratos federales y pidió revisar el liderazgo de la institución.

Aunque el presidente de Harvard, Alan Garber, evitó una confrontación directa en su discurso, su afirmación de que la dimensión global de la universidad es “como debe ser” fue recibida con una ovación. En tanto, otros oradores fueron más explícitos.

Aidan Robert Scully, estudiante que dio el discurso de bienvenida en latín, envió un mensaje directo:

Ni los poderes ni los príncipes pueden cambiar la verdad y negar que la diversidad es nuestra fortaleza”.

Por su parte, Yurong “Luanna” Jiang, estudiante china de desarrollo internacional, expresó su preocupación por el retroceso del ideal globalista que una vez dio sentido a su experiencia en Harvard.

Los países que conocía como formas coloridas en un mapa se convirtieron en personas reales... pero ahora empiezo a preguntarme si esa visión del mundo está bajo amenaza”, declaró.

Frente a estas políticas, Harvard presentó una demanda judicial para impedir la congelación de fondos y la prohibición de inscripciones internacionales. Una jueza federal concedió un amparo temporal, que fue extendido este jueves, brindando un respiro momentáneo a la universidad.

La ceremonia estuvo marcada por gestos de solidaridad, como flores blancas y pancartas con el mensaje: “Sin nuestros estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”.