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Nuevo ataque al Oleoducto Bicentenario en Colombia: Suspenden bombeo de crudo

Explosión en Fortul marca el quinto ataque al sistema petrolero en 2025.

El Oleoducto Bicentenario, una de las principales arterias energéticas de Colombia, sufrió un nuevo ataque con explosivos este jueves en zona rural del municipio de Fortul, departamento de Arauca. La filial de Ecopetrol, Cenit, confirmó la suspensión inmediata del bombeo como medida de seguridad, aunque el incidente no dejó víctimas fatales ni heridos.

Este sabotaje representa el quinto atentado contra la infraestructura petrolera en lo que va del año, reavivando las preocupaciones sobre la seguridad energética en regiones con presencia de grupos armados. El Ejército Nacional aseguró el perímetro para permitir el ingreso de equipos técnicos que evaluarán los daños y atenderán el derrame de crudo que contaminó un río cercano.

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Impacto operativo y ambiental del ataque

Con 230 kilómetros de longitud y capacidad para transportar 150 mil barriles diarios, el Oleoducto Bicentenario conecta estratégicamente la estación Araguaney (Casanare) con Banadía (Arauca), donde se enlaza con el sistema Caño Limón-Coveñas. Cada interrupción en este corredor genera:

  • Pérdidas económicas millonarias
  • Riesgos ambientales por derrames
  • Desabastecimiento temporal de crudo para exportación

Las autoridades aún no han determinado la magnitud del daño ecológico, pero Cenit alertó sobre la contaminación en cuerpos de agua de la zona, un patrón recurrente en estos ataques.

ELN: El principal sospechoso detrás de los sabotajes

La región de Arauca, fronteriza con Venezuela, es un foco rojo del conflicto armado donde operan estructuras del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Considerada la guerrilla activa más grande de Colombia con 6 mil combatientes, esta organización está catalogada como terrorista por EE.UU. y la UE, suele utilizar ataques a infraestructuras como método de presión por lo que mantiene presencia en zonas petroleras estratégicas.

Este modus operandi se enmarca en un conflicto de seis décadas que ha dejado más de 450 mil víctimas mortales. Los ataques a oleoductos buscan afectar los ingresos del Estado mientras los grupos fortalecen su control territorial.

Historial de vulnerabilidad energética

El Bicentenario acumula una larga historia de vulnerabilidad:

  • En 2024 registró 12 ataques
  • Su diseño aéreo lo expone a sabotajes
  • Requiere operativos militares permanentes

Este último incidente ocurre mientras el gobierno colombiano intenta reactivar los diálogos de paz con el ELN, un proceso marcado por la escalada violenta en regiones productoras de hidrocarburos. Analistas señalan que estos ataques podrían ser mensajes políticos previo a posibles negociaciones.

Las autoridades mantienen alerta en la zona mientras equipos especializados trabajan para reparar el ducto afectado, contener el derrame petrolero y restablecer el flujo de crudo.

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