Vendió a su hija de 6 años a un chamán africano que la quería por “sus ojos y su piel”; la niña sigue desaparecida
Una mujer y dos cómplices fueron condenados a cadena perpetua por secuestrar y traficar a la niña Joshlin Smith en Sudáfirca.

SUDÁFRICA.- — Una mujer sudafricana fue condenada a cadena perpetua por secuestrar y traficar a su hija de seis años, Joshlin Smith, quien continúa desaparecida desde febrero de 2024, reveló la BBC.
Junto a ella, también fueron sentenciados su pareja, Jacquen Appollis, y su amigo, Steveno van Rhyn, luego de un juicio que estremeció a la sociedad sudafricana.
El caso generó indignación nacional desde la desaparición de la pequeña Joshlin en Saldanha Bay, cerca de Ciudad del Cabo, cuando fue vista por última vez subiendo a un vehículo blanco junto a su madre y una bolsa de ropa.
A pesar de una intensa búsqueda y la atención mediática, la menor aún no ha sido localizada.
Fue vendida por su madre a un “sangoma” por sus características físicas
Durante el juicio, uno de los testimonios más impactantes fue el de Lourentia Lombaard, amiga y vecina de la acusada, quien aseguró que Kelly Smith confesó haber vendido a su hija a un “sangoma” (curandero tradicional zulú).
Según Lombaard, el comprador estaba interesado en la niña por “sus ojos y su piel”.
Otro testigo, un pastor local, declaró que Smith había hablado abiertamente en 2023 sobre vender a sus hijos por 20,000 rands (unos 1,100 dólares), y que incluso estaba dispuesta a aceptar tan solo 275 dólares por cada uno.
La fiscalía reveló además que Smith planeaba vender a sus otros dos hijos.

El juicio reveló una historia de abuso, mentiras y manipulación
El juicio, que se extendió durante ocho semanas, incluyó testimonios de más de 30 personas y dejó al descubierto una historia marcada por el abuso, la pobreza y la adicción. La madre, de 35 años, era conocida por su adicción a las drogas, y en los primeros días tras la desaparición incluso recibió la solidaridad de su comunidad.
Sin embargo, la fiscalía demostró que Smith manipuló a sus vecinos y mintió a las autoridades. En los documentos judiciales, fue descrita como “la mente maestra del tráfico de su propia hija”. Durante el juicio, ni ella ni sus cómplices declararon ni presentaron testigos en su defensa.
La Autoridad Nacional de Procesamiento Penal (NPA) evidenció que Joshlin fue “vendida y entregada al comprador” para fines de “explotación, es decir, esclavitud o prácticas similares”.
El juez Nathan Erasmus dictó las sentencias con firmeza:
“Por el cargo de trata de personas, son condenados a cadena perpetua. Por el cargo de secuestro, a 10 años de prisión”, expresó mientras la sala aplaudía.
Agregó que ninguno mostró remordimiento y que su conducta dejó una comunidad fracturada.

La familia exige respuestas; la búsqueda continúa
La abuela de Joshlin, Amanda Smith-Daniels, imploró una vez más a su hija:
“Devuélveme a mi nieta o dime dónde está. No creo que ninguna condena nos la regrese”, declaró entre lágrimas. También señaló que la desaparición ha dejado a su familia completamente “rota”.
El comisionado de policía de Western Cape, Thembisile Patekile, aseguró que la búsqueda seguirá sin descanso, incluso fuera de las fronteras de Sudáfrica:
“No descansaremos hasta saber qué pasó con Joshlin. Seguimos buscándola día y noche”, afirmó.
Hasta el momento, la identidad del comprador no ha sido revelada, y el paradero de la menor sigue siendo un misterio.
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