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Pequeños negocios luchan contra los aranceles en EE.UU.

Entre creatividad y sacrificios, los emprendedores buscan mantener precios bajos para sus comunidades

Pequeños negocios luchan contra los aranceles en EE.UU.

CIUDAD DE MÉXICO. 26 DE MAYO DE 2025.- Jeremiah y su esposa Harriet comenzaron su negocio de impresión 3D en Luisiana el año pasado. Al principio, no pensaron que los impuestos a productos importados (llamados aranceles) serían un gran problema. Pero cuando el presidente Donald Trump empezó una guerra comercial con otros países, especialmente con China, las cosas cambiaron.

Ahora, comprar impresoras 3D de China cuesta mucho más, porque tienen un impuesto del 30% (antes era del 145%, pero lo bajaron). Además, uno de los proveedores chinos que usaban subió el precio del material que necesitaban para imprimir, así que dejaron de comprarle.

En su lugar, Jeremiah empezó a usar proveedores de Estados Unidos y Canadá, lo cual le ayudó a ahorrar dinero y hasta bajar un poco los precios. Eso hizo que algunas empresas chinas también bajaran sus precios. El único problema es que ahora no puede ofrecer tantos colores como antes.

Jeremiah dice que su objetivo es hacer juguetes buenos y baratos para las familias, y que solo subiría los precios si realmente no tuviera otra opción. Su empresa, como muchas en Estados Unidos, está tratando de mantener precios bajos a pesar de los nuevos impuestos a productos importados.

Según CNBC, este caso no es único. En todo el país, pequeñas empresas están haciendo malabares para no aumentar sus precios, aunque muchos ya se sienten contra la pared.

Según una encuesta de Main Street Alliance, el 81.5% de los dueños de pequeños negocios dijo que tendría que subir precios por los aranceles, y un 31.5% incluso considera despedir empleados.

Carla Minervini, dueña de un taller de cerámica en Carolina del Sur, asegura que no subirá sus precios.

“No puedo hacerle eso a mi comunidad”. Por eso, rediseñó sus productos, hizo versiones más pequeñas y buscó materiales alternativos. También compró materiales por adelantado para adelantarse al aumento de precios que anunció su proveedor.

Otros, como Dan y Ashley Jones, dueños de una empresa de ropa en Indiana, tuvieron que tomar decisiones duras. No aumentaron precios, pero despidieron a los estudiantes que los ayudaban a tiempo parcial.

“Tenemos que poder recortar costos en algún aspecto, y la mano de obra es la parte más fácil”, dijeron. “Simplemente no sabemos cómo será el futuro”, dijo. “Lo desconocido es lo que da mucho miedo”.

En Idaho, Amy Grows fabrica jabón artesanal. A pesar de las advertencias de sus proveedores sobre aumentos, se resiste a subir precios. En su lugar, dejará de producir algunas variedades y cambiará los ingredientes por otros más económicos.

“No creo que tenga que hacerle eso a la gente”, dijo. “Es solo jabón”.

Para algunos, como Amelia Morgan, el momento de subir precios está por llegar. Su negocio de trofeos en Illinois ya no puede aguantar los aumentos del 20% en sus materiales.

“Tenemos gente que depende de nosotros para pagar la hipoteca, comprar comida y pagar el coche”, dijo Morgan sobre los seis trabajadores que ella y su esposo emplean. “Tenemos que asegurarnos de mantener la rentabilidad”.

Un futuro incierto para los pequeños negocios

Richard Trent, director ejecutivo del grupo de defensa, representa a más de 30,000 pequeñas empresas y declaró que los empresarios están operando con márgenes muy estrechos.

“Cuando oscilas entre el 10%, el 140% y el 30%, y ahora tienes un régimen general de tarifas ambientales, es imposible planificar”, dijo

“Los propietarios de pequeñas empresas operan con márgenes muy estrechos. Lo mínimo que podríamos hacer es darles un mínimo de estabilidad”.

Grandes empresas

Algunas empresas grandes, como Home Depot, dicen que por ahora no van a subir precios porque pueden ajustarse sin problema. Otras, como Nike y Walmart, sí van a subir algunos. Target dijo que solo lo haría como último recurso.

Muchos negocios están tratando de no subir precios, porque la gente está preocupada por gastar y busca más descuentos. Por ejemplo, la tienda en línea Quince, que vende ropa y cosas para el hogar, les dijo a sus clientes que intentará mantener los precios iguales el mayor tiempo posible, aunque muchos de sus productos vienen de China.

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