Trump planea cambiar nombre de Golfo Pérsico a Golfo Arábigo en su próximo viaje a Arabia Saudita

El presidente Donald Trump anunció recientemente que “tomará una decisión” sobre cómo se referirá Estados Unidos al Golfo Pérsico durante su visita a Arabia Saudita, Catar y los Emiratos Árabes Unidos. Según el medio AP, la idea es reemplazar el término “Golfo Pérsico” por “Golfo Arábigo” o “Golfo de Arabia”, alternativas que ya son preferidas en muchos países del Medio Oriente. Esta declaración evoca el precedente de su decisión anterior de rebautizar el “golfo de México” como “golfo de América”, un cambio que también tuvo importantes implicaciones simbólicas y reacciones encontradas.

El trasfondo histórico de esta disputa es complejo. Durante siglos, el cuerpo de agua ha sido reconocido internacionalmente como “Golfo Pérsico”, un nombre que data, al menos, desde el siglo XVI y que celebra la herencia y la conexión histórica con Persia (hoy Irán). Sin embargo, en varias naciones del Medio Oriente, el uso del nombre “Golfo Arábigo” o “Golfo de Arabia” es la norma, reflejando perspectivas distintas en cuanto a identidad y pertenencia.

El debate en torno a la denominación se intensifica porque el nombre no solo define una ubicación geográfica, sino que también simboliza la identidad cultural y política de la región. Los nombres en la cartografía internacional son, en este sentido, mucho más que palabras: son marcadores de historia y orgullo nacional.

Trump declaró al respecto lo siguiente: “No quiero ofender a nadie. No sé si esto va a ofender a alguien”. Este cambio, sin embargo, se percibe como un movimiento político deliberado destinado a fortalecer los lazos con los países del Golfo, en un contexto en el que Estados Unidos busca consolidar su influencia en la región.

La reacción de Irán

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamed Javad Zarif, ha criticado la posible modificación a través de su cuenta de X donde argumentó que cambiar el nombre de una entidad geográfica de uso milenario representa un intento de alterar el patrimonio cultural e histórico del país.

Los intentos con motivaciones políticas de alterar el nombre históricamente establecido del Golfo Pérsico son indicativos de intenciones hostiles hacia Irán y su pueblo, y son firmemente condenados”, expresó.

Sin embargo, compartió que confía en que Trump “es consciente de que el nombre Golfo Pérsico tiene siglos de antigüedad y es reconocido por todos los cartógrafos y organismos internacionales, e incluso fue utilizado por todos los líderes de la región en sus comunicaciones oficiales hasta la década de 1960”.