La primera aparición de un nuevo Papa en el balcón de San Pedro está llena de símbolos, y la decisión de Francisco de moderar la pompa lo decía todo
El primer aparecimiento del nuevo papa en el balcón de la Basílica de San Pedro es un momento cargado de simbolismo.
El primer aparecimiento del nuevo papa en el balcón de la Basílica de San Pedro es un momento rico en simbolismo y significado. Este acto marca el inicio oficial de su pontificado y sirve como una plataforma para transmitir los valores y la visión que guiarán su papado. En el caso de Francisco, su decisión de reducir la pompa tradicional durante este momento habló mucho sobre sus intenciones y su enfoque pastoral.
El proceso de elección de un nuevo papa
Cuando el Colegio de Cardenales se reúne en la Capilla Sixtina para votar por un nuevo papa, las multitudes que se encuentran fuera esperan ansiosamente por el momento más dramático del cónclave: La aparición de un hilo de humo blanco sobre la chimenea. Este humo, producido al quemar los boletos de votación, indica que un nuevo papa ha sido elegido y que ha aceptado su elección. Luego, después de un breve período de tiempo, un cardenal aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y hace el anuncio en latín: “Habemus papam!” – “¡Tenemos un papa!” – seguido de la identificación del cardenal seleccionado y del nombre que el nuevo papa ha escogido para sí mismo.
Finalmente, el nuevo papa aparece en el balcón y saluda a la multitud en la Plaza de San Pedro, un acto lleno de simbolismo que comunica no solo la identidad del nuevo líder eclesiástico, sino también su visión y propósito para su pontificado.
El primer aparecimiento de Francisco
Como estudioso de teología e historia católica romana, Daniel Speed Thompson dijo a The Conversation que está particularmente interesado en cómo los papas ejercen autoridad y liderazgo hoy en día, incluyendo su uso de símbolos. Cuando Francisco hizo su primer aparecimiento en ese balcón en 2013, adaptó y utilizó el ritual para transmitir un mensaje sobre sus intenciones para su papado. Hizo esto de cuatro maneras significativas:
1. El Nombre: Francisco
Desde el siglo sexto, los nuevos obispos de Roma han adoptado un nuevo nombre al asumir el papado. Con el tiempo, ciertos nombres han indicado a los observadores la dirección que un papa deseaba tomar o el modelo que quería emular. Jorge Mario Bergoglio optó por el nombre “Francisco”, siendo el primero en asumir ese nombre. Esto refiere a Francisco de Asís, un santo italiano que vivió a principios del siglo XIII, conocido por su simplicidad, pobreza, preocupación por la Tierra y deseo de imitar a Jesús. Estos rasgos se convirtieron en pilares de su papado durante los siguientes 12 años.
2. No un Rey: Vestimenta sencilla
Francisco eligió vestir simples túnicas blancas en lugar de los ornamentos más elaborados utilizados por algunos de sus predecesores. También llevó su antigua cruz simple en lugar de una nueva y más lujosa. Los papas han vestido túnicas blancas como símbolo de su oficio durante siglos, pero muchos también usaban símbolos de monarquía, como la triple corona papal. Pablo VI fue el último en usar la corona y celebrar una ceremonia de consagración, vendiendo la corona al año siguiente para donar los beneficios a los pobres. Posteriormente, otros papas siguieron el ejemplo de Pablo VI evitando símbolos reales, como el “sedia gestatoria”. Francisco llevó este enfoque aún más lejos, haciendo que la sencillez en vestimenta y estilo de vida se convirtiera en una marca distintiva de su papado.
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3. Obispo de Roma
Cuando Francisco se dirigió por primera vez a la multitud en San Pedro, se describió a sí mismo como el nuevo obispo de Roma. En el catolicismo, el papa posee varios títulos que representan el alcance y las responsabilidades de su oficio. Además de ser el líder espiritual de la Iglesia Católica Romana, es también “soberano del Estado de Ciudad del Vaticano”. Entre los títulos religiosos, algunos subrayan la autoridad del papa, como “vicario de Cristo”, mientras que otros, como “servus servorum Dei” (“servidor de los servidores de Dios”), enfatizan su papel como apoyo a otros obispos y ministros de la iglesia. Francisco no negó la autoridad tradicional del oficio papal, pero eligió identificarse primero como el obispo local de la diócesis de Roma, subrayando cómo incluso el papa forma parte de una comunidad local. En el añouario vaticano oficial de 2020, Francisco listó su único título como “Obispo de Roma” y los demás como “históricos”.
4. “Ora pro nobis”: Pedir oración
Tradicionalmente, los papas ofrecían una bendición a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro durante su primer aparecimiento. Francisco revirtió esta tradición, pidiendo antes que la multitud rezara por él antes de ofrecer su bendición papal. Esta acción armoniza con su visión de simplicidad y su papel como obispo de Roma, subrayando la conexión mutua entre él y la gente. Minimizó la idea del papa como un gobernante jerárquico situado por encima de la gente.
Pronto, un nuevo papa será presentado al mundo. Es probable que utilice estos símbolos de nombre, vestimenta, título y bendición de manera propia, señalando sus intenciones para su papado y para la Iglesia Católica. El uso de estos símbolos no solo refleja la personalidad del nuevo líder eclesiástico, sino que también establece expectativas y orientaciones para su ministerio.
Artículo original publicado en The Conversation