Dos menores de 12 años matan a joven de 19 y esconden su cuerpo bajo cama en Inglaterra

WOLVERHAMPTON, Inglaterra.- Dos chicos de 12 años fueron declarados culpables este lunes por un jurado de asesinar a puñaladas a otro de 19 en un ataque no provocado en un parque de la localidad de Wolverhampton, en el centro de Inglaterra.

Los dos preadolescentes, que no pueden ser identificados por motivos legales, mataron a Shawn Seesahai con un cuchillo tipo machete el 13 de noviembre de 2023 y serán sentenciados en una próxima audiencia en julio.

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Serán los más jóvenes en ser condenados en Inglaterra

Se cree que serán las dos personas más jóvenes en ser condenadas por asesinato en el Reino Unido desde que en 1993 Robert Thompson y Jon Venables, de diez años de edad, lo fueron por matar a James Bulger, de 2 años, en un caso que conmocionó a este país.

También serán los más jóvenes en ser condenados por asesinato con un cuchillo, de acuerdo con la prensa británica.

Durante la sesión de este lunes en un tribunal de Nottingham, las familias tanto de la víctima como del asesinado lloraron y se abrazaron después de que el jurado condenara unánimemente a los dos agresores, que estaban acusados respectivamente de asesinato y asesinato más posesión de objeto punzante.

Al comienzo del juicio, la fiscal Michelle Heeley explicó al tribunal que Seesahai, que vivía en Birmingham pero era originario de Anguila en el Caribe, había viajado al Reino Unido para recibir tratamiento por cataratas.

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¿Cómo fue el ataque contra Shawn Seesahai?

En el proceso se supo que el joven de 19 años fue atacado en el hombro por el más bajo de los dos agresores -quien, según dijo una testigo, “a menudo” llevaba un machete de 42,5 cm de largo-, antes de ser golpeado, pateado y rajado con el arma.

Un amigo de la víctima consiguió escapar corriendo, pero éste último tropezó y no pudo zafarse de los atacantes.

Tras negarse primero a testificar, finalmente los dos acusados lo hicieron y se culparon el uno al otro de haber infligido la puñalada mortal.

En el juicio se supo que, en las horas posteriores a los hechos, ninguno mostró remordimientos: uno limpió el machete con lejía y lo ocultó bajo su cama y ambos jugaron a videojuegos, además de que negaron conocer la muerte de su víctima.

El jurado concluyó que ambos habían matado a Seesahai en un violento ataque arbitrario sin provocación alguna, por lo que tendrán que afrontar un largo periodo en cautividad.