Trump declarado culpable: 5 aspectos clave explicados por un profesor de derecho

El 30 de mayo de 2024, el expresidente Donald Trump fue condenado por 34 cargos de delitos graves por falsificación de registros comerciales en Nueva York.

Aquí está lo que necesitas saber, según Gabriel J. Chin, profesor de la Universidad de California, Davis:

• Múltiples cargos de delitos graves: Cada documento falsificado, como cheques o facturas, representa un delito separado. La fiscalía intentó mostrar la magnitud del presunto esquema de Trump para disfrazar los pagos de dinero secreto a Stormy Daniels como honorarios legales.
  
• Importancia de la condena: Esta histórica condena de un expresidente subraya el debate sobre si esto ejemplifica que nadie está por encima de la ley o si es persecución política. Impacta la credibilidad de Trump en futuros asuntos legales y afecta sus derechos de voto y posesión de armas, aunque no le impide postularse nuevamente a la presidencia.
  
• Posible sentencia: La sentencia está programada para el 11 de julio. La falta de antecedentes penales de Trump puede ser favorable, pero su historial en demandas civiles y la falta de remordimiento podrían llevar a una sentencia más severa. El juez considerará varios factores, incluida la violación de órdenes de mordaza por parte de Trump.
  
• Probabilidad de tiempo en prisión: Como un delito grave de Clase E, cada cargo conlleva hasta cuatro años de prisión, pero Trump podría recibir una sentencia más leve o libertad condicional. Las apelaciones prolongarán la resolución final, posiblemente llegando hasta la Corte Suprema.
  
• Fuerza de la evidencia: La amplia definición de la ley de Nueva York sobre la falsificación de registros comerciales, y la detallada evidencia y testigos de la fiscalía, probablemente convencieron al jurado. El argumento de que las acciones de Trump buscaban engañar a los votantes añadió peso al caso.
  

Este caso está lejos de terminar, con apelaciones y batallas legales que se esperan continúen durante años.

Artículo original publicado en The Conversation