Israel mantiene su postura firme: Netanyahu no se detendrá hasta destruir las capacidades de Hamás

JERUSALÉN.- Israel ha afirmado el sábado que la guerra en Gaza no terminará mientras Hamás siga en el poder, lo que ha generado dudas sobre el calendario y la interpretación de una oferta de tregua propiciada por el presidente estadounidense, Joe Biden. Este anuncio ha sido recibido con cautela por los militantes palestinos. Biden informó el viernes que Israel había propuesto un acuerdo que incluía un alto el fuego inicial de seis semanas, una retirada militar israelí parcial y la liberación de algunos rehenes, mientras se negociaba “un fin permanente de las hostilidades” a través de mediadores.

Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el sábado que cualquier idea de aceptar un alto el fuego permanente antes de “la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás” era “imposible”. Esta postura inflexible de Netanyahu refleja la profunda desconfianza de Israel hacia Hamás y su determinación de eliminar lo que perciben como una amenaza existencial.

Hamás, por su parte, señaló el viernes su disposición a participar “de forma positiva y constructiva”. No obstante, el alto cargo Mahmoud Mardawi indicó en una entrevista a la televisión qatarí que aún no habían recibido los detalles de la propuesta. Además, subrayó que no se puede llegar a ningún acuerdo antes de que se cumpla la exigencia de retirada del ejército de ocupación y alto el fuego, reafirmando el compromiso de Hamás con la destrucción de Israel.

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Mediación internacional y desacuerdos persistentes

Las conversaciones mediadas por Egipto y Qatar, con el respaldo de Estados Unidos, han enfrentado dificultades debido a las posiciones enfrentadas de las partes involucradas. Israel ha condicionado cualquier suspensión de la guerra a la liberación de los rehenes, afirmando que, tras la liberación, reanudaría su campaña para eliminar la amenaza de Hamás. Esta postura refleja la prioridad de Israel en la seguridad y la recuperación de sus ciudadanos.

Hamás insiste en que cualquier acuerdo debe incluir medidas concretas por parte de Israel para poner fin a la guerra, como la retirada total de las tropas israelíes. Esta demanda busca asegurar un fin efectivo de la ocupación y la hostilidad hacia Gaza, lo cual, según Hamás, es crucial para cualquier avance hacia la paz. La diferencia en las condiciones exigidas por ambas partes ha sido un obstáculo significativo para alcanzar un acuerdo.

En medio de este conflicto, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, ha instado a Netanyahu a llegar a un acuerdo sobre los rehenes y el alto el fuego. Lapid ha afirmado que su partido apoyaría tal acuerdo, incluso si las facciones ultranacionalistas de la coalición gobernante de derecha religiosa se rebelaran. Esta declaración subraya una posible vía para superar el estancamiento político en Israel y avanzar hacia una resolución del conflicto.

El papel de Estados Unidos y la presión interna

La promesa de Lapid de apoyar un acuerdo sugiere que, de ser presentado, probablemente sería aprobado en el Parlamento israelí. La presión interna, combinada con la presión internacional, especialmente del presidente Biden, podría forzar un cambio en la dinámica actual del conflicto.

“El Gobierno de Israel no puede ignorar el importante discurso del presidente Biden. Hay un acuerdo sobre la mesa y debe alcanzarse”, afirmó Lapid en un mensaje en las redes sociales el sábado. Este llamado a la acción resalta la urgencia de la situación y la necesidad de encontrar una solución viable que aborde las preocupaciones de todas las partes involucradas.

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En conclusión, la situación en Gaza sigue siendo tensa y compleja, con Israel y Hamás firmes en sus respectivas demandas. La mediación internacional continúa siendo crucial, y la presión tanto interna como externa podría ser un factor determinante para lograr un alto el fuego y avanzar hacia una paz duradera. La comunidad internacional observa con atención, esperando que las negociaciones conduzcan a un fin definitivo de las hostilidades en la región.