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Miles reportan efectos secundarios graves de las vacunas contra el Covid: NYT

La Dra. Janet Woodcock, ex jefa de la Administración de Alimentos y Medicamentos, reconoce la existencia de reacciones poco comunes.

Colleen Teevan, de Hartford HealthCare, aplica la vacuna Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 al enfermero Connor Paleski, el 14 de diciembre de 2020 en el Hospital de Hartford, Connecticut. (Foto AP/Jessica Hill)

El despliegue de las vacunas contra el Covid-19 marcó un logro monumental en la ciencia y la salud pública, aclamado por prevenir incontables hospitalizaciones y muertes. Sin embargo, detrás de este éxito yace una narrativa menos contada de individuos que afirman haber sufrido efectos secundarios graves después de la vacunación, sintiéndose descuidados y marginados en su búsqueda de reconocimiento y ayuda.

Michelle Zimmerman, una mujer de 37 años con un doctorado en neurociencia, relata vívidamente los efectos debilitantes que experimentó después de recibir la vacuna contra el Covid-19 de Johnson & Johnson.

En cuestión de días, se encontró luchando contra un dolor agudo, sensibilidad a la luz e impedimentos cognitivos, lo que finalmente condujo a un diagnóstico de daño cerebral. A pesar de su formación académica y relato detallado, Zimmerman siente que su caso ha sido desestimado, señala The New York Times.

La historia de Zimmerman no está aislada; miles en todo Estados Unidos informan experiencias similares, sin embargo, sus reclamos en su mayoría han caído en oídos sordos, recoge el medio en entrevistas.

Miles reclaman por daños de las vacunas

Hasta abril, dice, se han presentado más de 13,000 reclamos de compensación por lesiones relacionadas con la vacuna, pero solo una fracción ha sido revisada, y solo un puñado ha sido considerada elegible para compensación. Esta disparidad marcada subraya una tendencia preocupante donde las preocupaciones genuinas se encuentran con escepticismo o indiferencia.

En medio de las afirmaciones de los funcionarios de salud federales de que los efectos secundarios graves son extremadamente raros, voces dentro de la comunidad científica abogan por un enfoque más matizado. La Dra. Janet Woodcock, ex jefa de la Administración de Alimentos y Medicamentos, reconoce la existencia de reacciones poco comunes pero que alteran la vida más allá de las descripciones oficiales, expresando pesar por la falta de atención dada a tales casos, indica el Times.

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Sin embargo, identificar posibles efectos secundarios de la vacuna plantea desafíos significativos. La naturaleza fragmentada del sistema de salud de EU complica la detección, mientras que los esfuerzos de vigilancia existentes luchan por capturar síntomas sutiles como “niebla cerebral” o tinnitus. El sistema de compensación actual, subfinanciado y restrictivo, agrava aún más la situación de los afectados, dejando a muchos sin recurso o apoyo, afirma el medio estadounidense.

A pesar de la creciente evidencia de otros países que relacionan ciertos efectos secundarios con las vacunas contra el Covid, incluida la parálisis facial y la miocarditis, las autoridades de salud de EU son acusadas de permanecer cautelosas en sus evaluaciones. La difusión generalizada de la desinformación, junto con la politización de la seguridad de las vacunas, añade otra capa de complejidad, obstaculizando el diálogo franco y la investigación exhaustiva.

En última instancia, la situación de aquellos que afirman lesiones relacionadas con la vacuna subraya la necesidad de un enfoque más compasivo y proactivo, indica el NYT.

“La investigación sólida, la vigilancia integral y un sistema de compensación receptivo son esenciales no solo para abordar las quejas actuales, sino también para informar el desarrollo futuro de vacunas y políticas de salud pública. Hasta entonces, individuos como Zimmerman continúan navegando un camino desafiante, esperando reconocimiento, apoyo y, en última instancia, un camino hacia la curación”, finaliza.

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