Aliado de ex-presidente Martinelli encabeza la carrera presidencial en Panamá
El próximo presidente, que asumirá el 1 de julio por un período de cinco años, enfrentará el desafío de reparar las divisiones sociales crecientes.
PANAMÁ.-En los primeros resultados oficiales preliminares, José Raúl Mulino, aliado del ex-presidente Ricardo Martinelli, lidera la carrera por la presidencia de Panamá con casi 10 puntos porcentuales de ventaja sobre su competidor más cercano.
Mulino, abogado y diplomático de 64 años, quien ocupó varios cargos ministeriales durante el mandato de Martinelli, acumula el 33.19% de los votos con el 23.63% de las mesas escrutadas. En segundo lugar se sitúa Ricardo Lombana, un abogado de 50 años y ex-cónsul en Estados Unidos durante el gobierno de Martín Torrijos, con el 23.93% de los votos.
El próximo presidente, que asumirá el 1 de julio por un período de cinco años, enfrentará el desafío de reparar las divisiones sociales crecientes y restaurar la confianza de un electorado cansado de la corrupción política.
Durante la campaña, los candidatos han tratado de atraer a los votantes preocupados por los problemas económicos del país, la corrupción y la reputación de Panamá como destino para las invesiones.
Una alta participación en la votación
Se estima que el 76% de los poco más de tres millones de panameños habilitados para votar han participado en las elecciones.
Mulino, quien reemplazó a Martinelli en la carrera presidencial después de que se le prohibiera postularse debido a una condena por lavado de dinero, ha prometido mantener a Martinelli fuera de la cárcel, quien se encuentra en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá, donde ha recibido asilo.
El candidato ha visitado a Martinelli en la embajada después de emitir su voto y ha reiterado su compromiso con un gobierno “pro empresa privada”.
Por detrás de Mulino, figura Ricardo Lombana, cuya plataforma se centra en la austeridad, una nueva constitución, medidas anticorrupción y reformas en seguridad social y control migratorio.
El resultado de las elecciones del domingo será definitivo ya que en Panamá no existe una segunda vuelta. Además, se renovarán cientos de otros cargos públicos y no se prevé que ningún partido obtenga la mayoría en el Congreso.
El próximo gobierno enfrentará desafíos significativos, incluyendo problemas en el sistema de fondos de pensiones, altos niveles de deuda pública y la pérdida de ingresos por el cierre de la mina Cobre Panamá. Además, la corrupción y la migración son temas cruciales que requieren atención inmediata.
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