Cerrarán prisión de mujeres en California tras denuncias de abuso sexual

La Oficina Federal de Prisiones ha anunciado el cierre de la prisión federal de baja seguridad para mujeres ubicada en Dublin, California. Esta medida se toma luego de una investigación que surgió a raíz de acusaciones de abuso sexual por parte de las reclusas contra varios empleados.

La Oficina de Prisiones ha declarado que, a pesar de haber realizado esfuerzos “sin precedentes” y haber invertido una gran cantidad de recursos en la mejora de la cultura institucional, el reclutamiento y la retención de personal, la infraestructura obsoleta y, lo más preocupante, la mala conducta de los empleados, se ha llegado a la decisión de cerrar la prisión.

A pesar de estos pasos y recursos, hemos determinado que la institución correccional de Dublín no cumple con los estándares esperados y que el mejor curso de acción es cerrar”, indicó en una declaración enviada a EFE, Colette S. Peters, directora de la Oficina de Prisiones.

Aseguró que la decisión se toma después de una evaluación continua de la eficacia de esas medidas y de los recursos adicionales a la prisión. También surge tras una intervención del FBI en la cárcel donde confiscó computadoras y documentos el pasado marzo.

Mundo

Arzobispo de Canterbury renuncia tras investigación de abusos sexuales a menores en la Iglesia Anglicana

Peters destacó que las reclusas -que según la página de la prisión hay 605 mujeres- serán enviadas a otra institución y aseguró que los empleados no perderán su empleo como resultado del cierre, que según advirtió podría ser temporal.

Te puede interesar: Condenan a padres de tirador de escuela de Michigan a un mínimo de 10 años de prisión.

En agosto del 2023 un grupo de ocho mujeres víctimas de abusos sexuales en la cárcel de Dublin demandaron a la Oficina de Prisiones y las directivas de esa cárcel por no prevenir, investigar y responder a las denuncias presentadas por las detenidas.

De acuerdo con el documento legal, las demandantes aseguraron que soportaron por años “horribles” abusos y explotación a manos de empleados penitenciarios, que incluyen violación y agresión sexual, comentarios sexuales degradantes; manoseos y otras formas de abuso durante los exámenes médicos; y amenazas de deportación para las inmigrantes detenidas.