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Mohammad Reza Pahleví: Cuando México le dio exilio al último rey persa

Aunque el sha deseaba continuar su exilio en México, se vio obligado a aceptar la oferta de asilo permanente del presidente egipcio Anwar El-Sadat en marzo de 1980.

El 11 de junio de 1979 marcó un momento crucial en la historia del exilio del último rey persa, Mohammad Reza Pahleví, cuando él y su familia desembarcaron en la Ciudad de México.

Este exilio se produjo en el contexto de la revolución islámica que derrocó su reinado y estableció la república en Irán.

El trayecto hacia México no fue directo. Después de salir de Irán el 16 de enero de 1979, Pahleví y su familia hicieron escala en tres países antes de ser invitados por el presidente López Portillo a México, con el respaldo de empresarios estadounidenses y la intervención del diplomático Henry Kissinger.

Mohammad Reza Pahleví y su familia.

Aunque inicialmente se dirigían a Acapulco, la familia real ingresó a México con pasaportes de turistas y se establecieron en Cuernavaca, Morelos, donde residirían hasta octubre de 1979.

El derrocamiento del sha de Irán

El régimen del sha en Irán estuvo marcado por tensiones y conflictos. A pesar de un breve golpe de estado en 1953, el sha logró mantenerse en el poder con el apoyo de Estados Unidos y la CIA. Sin embargo, su régimen fue objeto de críticas por su falta de apertura política, lo que generó descontento entre la población y sentó las bases para su eventual derrocamiento.

El crecimiento económico durante la década de 1970 no pudo calmar las tensiones internas. Las celebraciones del 2,500 aniversario del Imperio persa solo intensificaron el resentimiento popular, exacerbado por la represión política.

El surgimiento del ayatollah Khomeini como líder de la oposición marcó el inicio del fin para el Shah. A pesar de intentar implementar reformas democráticas y liberar a los presos políticos, las manifestaciones y disturbios llevaron a su exilio.

Después de pasar por varios países, el Shah y su familia encontraron refugio temporal en México, donde vivieron en una lujosa residencia en Cuernavaca. Sin embargo, su salud se deterioró rápidamente, y finalmente partieron hacia la isla Contadora en Panamá en diciembre de 1979.

El príncipe heredero Mohammad Reza con su padre, Reza Shah, septiembre de 1941

Aunque el Shah deseaba continuar su exilio en México, se vio obligado a aceptar la oferta de asilo permanente del presidente egipcio Anwar El-Sadat en marzo de 1980. Pocos meses después, falleció a la edad de 60 años, sin poder regresar a Irán.

El legado del último Shah de Irán sigue siendo objeto de debate y controversia, pero su paso por México marca un capítulo intrigante en la historia del exilio político.

Mohammad Reza Pahlavi, el último Shah de Irán, fue derrocado en la Revolución Islámica de 1979. Varios factores contribuyeron a su caída:

  • Descontento popular: Durante su reinado, se produjo un creciente descontento entre diversos sectores de la sociedad iraní, incluidos los trabajadores, los intelectuales, los religiosos y los estudiantes. Se quejaban de la corrupción, la represión política y la influencia occidental en la cultura y la política iraníes.
  • Represión política: La SAVAK, la agencia de inteligencia del Shah, era conocida por su brutalidad y su represión contra opositores políticos. Esto generó un resentimiento generalizado hacia el régimen del Shah.
  • Oposición religiosa: La oposición religiosa, liderada por el Ayatolá Ruhollah Khomeini, ganó apoyo entre aquellos que se oponían a la modernización secular impulsada por el Shah y buscaban un retorno a los valores islámicos tradicionales.
  • Problemas económicos: A pesar de los esfuerzos de modernización económica, la economía iraní enfrentó problemas, incluida la inflación, el desempleo y la desigualdad económica. Muchos iraníes se sintieron excluidos de los beneficios de la modernización y la prosperidad económica.
  • Alienación de la élite clerical: A medida que el Shah fomentaba la modernización y secularización, alienaba a la élite religiosa, que había sido históricamente poderosa en Irán. Esto llevó a que los líderes religiosos, encabezados por Khomeini, se convirtieran en líderes prominentes del movimiento de oposición.
  • Apoyo externo: El Shah recibió un fuerte respaldo de Estados Unidos, que veía a Irán como un aliado estratégico en la región. Sin embargo, este apoyo también alienó a muchos iraníes que veían al Shah como un títere de intereses extranjeros, particularmente estadounidenses.

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