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Estados Unidos bombardea la capital de Yemen: hay al menos 17 muertos

A su vez, el ejército estadounidense también llevó a cabo bombardeos contra posiciones hutíes cerca de Irán el miércoles anterior.

Saná, Yemen.- En la madrugada de este sábado 10 de febrero, bombardeos estadounidenses dejaron un saldo de 17 combatientes hutíes fallecidos en Yemen, según informó el medio oficial de la formación rebelde. Este trágico incidente tuvo lugar después de las exequias de los fallecidos en la capital, Saná.

El medio oficial proporcionó una lista de los caídos, a quienes calificó como “mártires de la nación y de las fuerzas armadas y de seguridad”. Sus cuerpos fueron conducidos en una procesión solemne en Saná después de ser abatidos en lo que denominaron un “bombardeo de la agresión estadounidense-británica”.

El jueves, Estados Unidos llevó a cabo los ataques mediante cuatro drones y siete misiles de crucero, que estaban “listos para ser lanzados contra buques en el mar Rojo” y eran propiedad de los hutíes, quienes controlan amplias zonas de Yemen, incluida su capital.

El Mando Militar de Estados Unidos en Medio Oriente (Centcom) justificó los ataques, afirmando que estos drones y misiles fueron identificados en áreas controladas por los hutíes y representaban “una amenaza inminente” para la navegación.

Cabe destacar que el ejército estadounidense también llevó a cabo bombardeos contra posiciones hutíes cerca de Irán el miércoles anterior.

Fuego cruzado constante en el Mar Rojo

Desde noviembre, el grupo rebelde hutí ha lanzado ataques contra buques en el mar Rojo y en el golfo de Adén, los cuales, según ellos, están vinculados a Israel.

Estos ataques han llevado a numerosas compañías navieras a evitar esta ruta vital, por la que transita aproximadamente el 12% del comercio marítimo mundial.

Ante esta situación, Washington, aliado de Israel y considerando a los hutíes como una entidad “terrorista”, estableció en diciembre una coalición internacional con el objetivo de “proteger” el tráfico marítimo en la región.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la coalición, los ataques persistieron, llevando a las fuerzas estadounidenses y británicas a tomar la decisión de llevar a cabo bombardeos contra las posiciones hutíes.