Irak contraataca base estadounidense en Siria

La Resistencia Islámica en Irak ha reivindicado un ataque con drones contra la base militar estadounidense de Kharab al Jair, en el noreste de Siria.

Este acto de confrontación se produce apenas un día después de que el presidente Joe Biden autorizara y se llevara a cabo una ofensiva aérea contundente contra 85 posiciones proiraníes en ambos países de la región, con un saldo desgarrador de al menos 45 personas fallecidas y decenas de heridos.

Esta ofensiva se presentó como una represalia a la trágica muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania, acontecida hace apenas una semana.

La Resistencia Islámica, una organización chiíta respaldada por Irán, justificó su respuesta en un comunicado, alegando que están resistiendo a las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak y en la región.

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Además, citaron la matanza perpetrada por la entidad sionista (Israel) contra el pueblo en la Franja de Gaza como una razón adicional para sus acciones.

En un tono desafiante, confirmarán que continuarán con la destrucción de las bases de operaciones del enemigo.

En una muestra de su determinación, la agrupación también informó sobre un ataque previo con drones contra una base estadounidense en el Kurdistán iraquí, aunque se abstuvo de proporcionar detalles específicos sobre la operación.

Este acto de resistencia subraya la creciente tensión en la región y la complejidad de las relaciones geopolíticas en juego.

Nuevos ataques en el conflicto de Medio Oriente

Sin embargo, en medio de la escalada de tensiones, Hussein al Mossawi, vocero de Harakat al Nujaba, una de las principales milicias dentro de la resistencia Islámica, expresó un deseo de desescalar la situación en Medio Oriente tras la respuesta militar de Estados Unidos.

Al Mossawi sugirió que es crucial comprender que toda acción provoca una reacción, buscando abrir un espacio para la negociación y la reducción de hostilidades.

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A pesar de este llamado a la moderación, el gobierno de Irak ha interpretado el ataque como una agresión abierta, advirtiendo de graves consecuencias.

El primer ministro Mohamed Shia al Sudani decretó tres días de duelo nacional en memoria de las víctimas civiles y militares en Ámbar, acusando a Washington de mentir al afirmar que había avisado a Bagdad antes de la operación, que también afectó a Siria.

En una respuesta aún más contundente, el gobierno sirio subrayó la falta de justificación de la agresión estadounidense, denunciándola como un intento de debilitar las capacidades del ejército sirio y sus aliados en la lucha contra el terrorismo.

Advierten que estas acciones peligrosas no hacen más que exacerbar las tensiones en una región ya de por sí volátil. La situación sigue evolucionando, dejando a la comunidad internacional en constante alerta ante la incertidumbre de futuros acontecimientos.