Texas endurece su política migratoria con leyes que permiten la expulsión sin juicio

Estados Unidos.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó este lunes un conjunto de leyes que buscan frenar la inmigración irregular en el estado, y que han sido calificadas por sus críticos como las más duras y discriminatorias de la historia de Estados Unidos.

Entre las medidas adoptadas por el mandatario republicano se encuentra la SB4, que autoriza a la policía a detener y deportar a cualquier persona que sospeche que ha entrado ilegalmente al país, sin necesidad de una orden judicial. La ley también establece penas de hasta 20 años de cárcel para los extranjeros que intenten ingresar al estado de forma irregular.

Abbott, que ha sido gobernador desde 2015, justificó su decisión alegando que el presidente Joe Biden ha provocado una “oleada” de migrantes en la frontera con México, al adoptar una política de “fronteras abiertas”. Según el gobernador, más de ocho millones de personas han cruzado la frontera desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021.

La firma de las leyes tuvo lugar en un acto simbólico en la ciudad de Brownsville, donde se están construyendo parte del muro fronterizo impulsado por el expresidente Donald Trump. Además de la SB4, Abbott también aprobó la SB3, que destina más fondos para la seguridad y el levantamiento de la barrera, y otra ley que impone una pena mínima de 10 años para los traficantes de migrantes.

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Las nuevas normas han generado el rechazo de organizaciones proinmigrantes y de derechos civiles, que han anunciado que las impugnarán en los tribunales. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) han denunciado que las leyes violan la Constitución y fomentan el racismo y la xenofobia.

Abbott critica a AMLO

De igual manera, Abbott criticó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señalando que la frontera funciona en ambas direcciones y que su administración pudo "parar todo esto". Condenó la política de López Obrador, calificándola como "reprobable" al exponer a los migrantes a situaciones de tortura, violación y muerte.

A pesar del elevado costo de su política migratoria, estas medidas le han permitido a Abbott, gobernador desde 2015, consolidar su autoridad en el estado, superando las objeciones demócratas. Además, ha logrado impulsar su agenda antiinmigrante a nivel nacional y desafiar al gobierno del presidente Biden, a quien responsabiliza de la inmigración ilegal debido a su presunta política de "fronteras abiertas".

Abbott se enfrenta a la posibilidad de que las nuevas leyes, especialmente la SB4, sean impugnadas por el Gobierno federal o por grupos proinmigrantes.

Estas nuevas disposiciones también podrían generar rechazo entre un sector de los aproximadamente 12 millones de hispanos en Texas, quienes constituyen el grupo demográfico más grande del estado, representando el 40.2% de los alrededor de 30 millones de habitantes.

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