Aumentan condena a padres de adolescente obesa que murió por negligencia extrema en Inglaterra

LONDRES.- El padre de Kaylea Titford, Alun Titford, de Newtown, Powys, fue declarado culpable de homicidio por negligencia grave y condenado a siete años y seis meses de prisión.

La madre de Kaylea, Sarah Lloyd-Jones, admitió el cargo y fue condenada a seis años de prisión.

El Tribunal de Apelación revisó las sentencias y sus condenas aumentaron a diez años y ocho años, respectivamente.

Según información del medio BBC, Kaylea fue encontrada por elementos de servicios de urgencias en condiciones descritas como "inadecuadas incluso para un animal", con ropa y sábanas de cama sucias, tras su muerte en el hogar familiar en octubre de 2020. Además, reportaron que percibieron un olor a “podrido” en su habitación.

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Durante el primer juicio, se informó que se encontraron gusanos en el lugar donde yacía sin vida, y los expertos creen que se habían alimentado del cuerpo.

Se informó que la adolescente había pasado su tiempo inmóvil en su cama con sábanas sucias. Su habitación se encontraba sucia y desordenada, e incluso se enconraron botellas de orina.

Según la acusación, habría sido desde el año 2017, cuando la joven dejó de recibir supervisión dietética y física y, desde la pandemia de covid-19, no había salido de su cama.

Además, la silla de ruedas comenzó a quedarle pequeña y no había regresado a la escuela cuando el confinamiento terminó.

Padecía de espina bífida, lo cual le causaba poca sensibilidad de la cintura hacia abajo y limitaba su movilidad, y había utilizado una silla de ruedas desde una edad temprana.

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Cuando se le encontró sin vida, la adolescente tenía obesidad mórbida, pesando casi 146 kg.

Caso de negligencia infantil extrema

Durante la sentencia inicial, el juez dijo que era "un caso espeluznante de negligencia prolongada que condujo a la muerte de una menor de edad considerada vulnerable y postrada en cama a manos de sus propios padres".

El cabello de Kaylea estaba sucio y enmarañado, y su piel no se había lavado en mucho tiempo, además se encontraba ulcerada.

Antes del confinamiento por la pandemia de COVID-19 -momento en el que la joven dejó de salir-, Kaylea era descrita por aquellos que la conocían como "sumamente independiente y una chica encantadora y conversadora", pero se volvió menos capaz de moverse con su silla de ruedas.

Se informó al tribunal que Kaylea no había sido vista por ningún profesional médico en los nueve meses previos a su muerte, y el testimonio de un médico indicó que las "consecuencias de la negligencia" eran las peores que había visto en 30 años.

Este viernes, el juez Andrew Popplewell declaró:

Las circunstancias solo pueden ser clasificadas como extremas, Kaylea vivía en una suciedad inimaginable"

Juez considera condena anterior como indulgente y aumenta sus años en prisión

William Emlyn Jones, en representación de la oficina del fiscal general, dijo:

Debido a la combinación de la duración de la negligencia, la naturaleza del sufrimiento prolongado de la víctima, el grado de vulnerabilidad de la víctima y su absoluta dependencia de sus padres para el cuidado, y, en última instancia, las condiciones espantosas en las que fue dejada para vivir y finalmente morir, este es un delito que se ajusta a la definición de extremo"

Los abogados Lewis Power y David Elias, en representación de Lloyd-Jones y Alun Titford respectivamente, argumentaron que las sentencias originales estaban "bien definidas".

Lloyd-Jones, madre de la víctima, quien se encontraba observando a través de un enlace de video, no mostró ninguna reacción cuando su condena fue aumentada a ocho años, mientras que el padre de Kaylea no estuvo presente en la audiencia.

Después de la audiencia, el representante de la Fiscalía, Michael Tomlinson dijo:

Este fue un caso profundamente angustiante y perturbador, y hoy mis pensamientos están con todos aquellos que amaban a Kaylea. Kaylea fue sometida a una negligencia horrorosa por parte de sus padres, y la decisión del tribunal de ampliar las condenas de Alun Titford y Sarah Lloyd Jones envía un claro mensaje de que el abuso infantil nunca será tolerado"

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