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Cierran filas demócratas; van unidos contra Trump

Los demócratas coinciden con el objetivo de derrotar a Donald Trump al arranque de su convención nacional este lunes; por otro lado,  el presidente se dedica a descarrilar el proceso electoral advirtiendo que es posible que no se conocerán los resultados por meses

NUEVA YORK, EU.- La Convención Nacional Demócrata inicia este lunes y se extenderá durante cuatro noches seguidas bajo condiciones sin precedente por la pandemia donde sera virtual en lugar de realizarse antes decenas de miles en una arena. El programa del evento se reduce a dos horas cada noche, culminando con la coronación de su candidato presidencial Joe Biden y su recién seleccionada compañera de fórmula para ocupar la vicepresidencia, la senadora Kamala Harris.

El objetivo central será mostrar al país un Partido Demócrata unido, multiracial y multi-étnico, que busca rescatar al país de las manos de un presidente anti-democrático en medio de la peor crisis de salud pública en un siglo y la peor crisis económica desde la Gran Depresión.

Aunque las divisiones dentro del partido persisten entre el poder cupular centrista y las filas progresistas, la urgencia de derrotar a Trump como el primer objetivo es compartido por todos. De hecho, la cúpula que cerró filas para frenar la campaña insurgente de Bernie Sanders, ha buscado trabajar con él y sus aliados a través de una serie de procesos internos para negociar y elaborar la plataforma del partido como también algunas de las iniciativas para organizar y movilizar el voto.

Con ello hay un acuerdo de frenar por ahora el fuego amigo para enfocarse sobre lo que todos acuerdan es la prioridad: expulsar al ocupante de la Casa Blanca.

La mayoría abrumadora de progresistas entienden que Trump es el presidente más peligroso en la historia de Estados Unidos”, comentó este domingo Sanders. Por lo tanto, dijo que para la ala progresista dentro del partido, “la agenda de corto plazo es derrotar a Trump; la agenda de largo plazo es presionar un gobierno de Biden de ser más progresista.

Por su lado, Trump, está saboteando el proceso electoral al continuar promoviendo el deterioro del servicio postal nacional para limitar su capacidad de procesar el volumen sin precedente (tal vez hasta 70 por ciento del voto) de boletas electorales que se enviarán por correo en lugar de ser depositadas en casillas físicas como consecuencia de las condiciones de la pandemia aun descontrolada.

El presidente afirmó abiertamente que está negando fondos para el servicio de correos justo para limitar el uso de voto por correo, insistiendo que ese mecanismo llevará a una “fraude masivo”, a pesar de que no existe evidencia para esta acusación.

Demócratas han denunciado la maniobra como un intento para suprimir el voto y algunos están exigiendo una sesión de emergencia de la cámara baja para investigar el asunto.

Este fin de semana, Trump anunció que es posible que no se conocerán los resultados del voto hasta “meses, o por años”, después de la elección si es que se utiliza el voto por correo obviamente sin indicar que en gran parte esto podría ser cierto por su sabotaje.

Mientras tanto, Trump continúa afinando su puntos de ataque contra su contrincante demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden y ahora contra Harris incluyendo la insistencia de que son “títeres” de la “izquierda radical” la cual ha tomado el control del Partido Demócrata - algo que no deja de asombrar a la ala progresista de ese partido. Declaró que Harris es “muy desagradable” y que se ha comportado “feamente”.

Advierte que si Biden y los demócratas ganan, no solo estará en peligro el país ante los “anarquistas” y los inmigrantes a quienes se les permitirá ingresar gracias a la política de “fronteras abiertas”, sino acusó que su rival, un católico practicante, está “contra Dios” y que “dañará a la Biblia” y tal vez peor, que les quitará las armas a los ciudadanos.

En otra vertiente de su estrategia electoral. Trump continúa elevando a China como el nuevo enemigo mortal del país, y responsable de la pandemia, o lo que llama el “virus chino”, declarando esta semana que “si no gano la elección, China sera dueña de Estados Unidos…. tendrías que aprender chino, esa es la verdad”.

 

Con información de La Jornada

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