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Jeffrey Epstein: La historia de un multimillonario con un oscuro secreto sobre pedofilia

Jeffrey Epstein ha recobrado presencia mediática, por la miniserie de Netflix “Epstein: Asquerosamente rico”. Tanto las presuntas víctimas como sus abogados y Policía de Palm Beach refieren que construyó un esquema piramidal sexual y trafico de menores.

Jeffrey Epstein: La historia de un multimillonario con un oscuro secreto sobre pedofilia

Este artículo incluye descripciones de tipo sexual, que podrían incomodar a algunos lectores.

 

La figura del estadounidense Jeffrey Epstein ha recobrado presencia mediática, a raíz de la presunta lista de figuras públicas vinculadas a él que habrían visitado "Little St. James", su isla privada ubicada en el caribe, publicada el 31 de mayo y atribuida a Anonymous. Así como por la miniserie documental de Netflix “Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico” estrenada el 27 de mayo, dirigida por Lisa Bryant y basada en el libro “Filthy Rich” de James Patterson. El largometraje da cuenta de testimonios de las mujeres que acusan a Epstein, periodistas, abogados, policías y especialistas en la materia, donde la mayoría ponen de manifiesto el uso del poder y dinero del denunciado para salir impune. Los cuales se retomarán en este artículo.


Pero, ¿quién era realmente Epstein y de qué trata su caso de presunto abuso sexual de menores? A continuación te lo explicaremos.
Jeffrey Edward Epstein nació en Brooklyn, Nueva York el 20 de enero de 1953 y el cómo se convirtió en un multimillonario ha estado rodeado de misterio y opacidad.
Se crio en una familia de clase media en Coney Island, con su padre Seymour G. (1916-1991), quien laboró como jardinero para el Departamento de Parques y Recreación de la Ciudad de Nueva York; su madre Pauline (1918-2004) se desempeñó como ayudante escolar y fue ama de casa; y con su hermano menor Mark. 

 

Estudió en el Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York y cursó la licenciatura de Física en la Universidad Cooper Union, pero dejó las clases en 1974 y no obtuvo ningún título.
Sin embargo, fue profesor en The Dalton Schooll de Nueva York e ingresó en Wall Street con un currículo falso, iniciando así en el sector financiero.

 

Tanto las presuntas víctimas como sus abogados y el Departamento de Policía de Palm Beach refieren que Epstein construyó un esquema piramidal sexual, es decir, que contaba con mujeres que reclutaban principalmente a menores de edad, algunas mayores de 18 años y muchas de estas implicaban a otras. Las engañaba solicitando un masaje, que terminaba en abuso sexual o violación, por el que les daba 200 o 300 dólares. 
A algunas de ellas les prometió proporcionarles educación, viajes y contactos, ya que además de ser un multimillonario, se relacionaba con personas de poder como el expresidente Bill Clinton (1993-2001), el príncipe Andrés Duque de York, Donald Trump, el productor y delincuente sexual convicto Harvey Weinstein, el abogado Alan Dershowitz, el actor Kevin Spacey, entre otros. Los cuales han negado alguna participación criminal con el presunto pedófilo o han remarcado que la relación con este fue únicamente profesional.

 

 

Asimismo, varias de las mujeres que lo acusaron señalan que el magnate creó una red internacional de trata con fines de explotación sexual y Virginia Roberts Giuffre, apunta a que el neoyorkino grababa a sus amigos y/o clientes para posteriormente chantajearlos. 
Por otra parte, a principios de 1990 Epstein conoció a su pareja Ghislaine Maxwell, nacida “el 24 de diciembre de 1961 en las afueras de París, educada en la Universidad de Oxford y poliglota”, indica la BBC e hija del fallecido multimillonario Robert Maxwell. 

 

El periodista de investigación y de guerra Tim Malloy, radicado durante 25 años en la localidad de Florida habla del administrador de fondos “Era como un fantasma aquí. En los 80’s tuvo mucho éxito, porque los ricos le confiaban su dinero. Jeffrey Epstein y Donald Trump eran ricos de Nueva York y vivían a poco más de un kilómetro entre sí en Palm Beach. Se conocían. Epstein frecuentaba Mar-A-Lago en una época [década de los 90´s]. Ahora hay una cita muy difundida de Donald Trump: ‘Conozco a Jeff desde hace 15 años. Es Estupendo. Se dice que le gustan las mujeres bellas, como a mí, y que muchas son más jóvenes’ “.

 

El exejecutivo de Bear Stearns, un banco de inversión global y broker de valores que existió hasta 2008, Michael Tennenbaum relató cómo Epstein comenzó en Wall Street, ya que en 1976 lo contrató para “desarrollar y promocionar análisis cuantitativos de opciones. Era increíble en eso”. Sin embargo, dos meses después le notificaron que había mentido en su currículo sobre su educación, pero Jeffrey lo persuadió de no despedirlo y finalmente años después lo hicieron “por violar algunas reglas”.
Steven Hoffenberg, antiguo socio del presunto pedófilo apunta a la probable acumulación de su fortuna, conociéndolo posterior a su despido del banco en los años 80´s con una “moral cuestionable”. “Yo era el director general de la Towers Financial Corporation… Ejecutábamos un esquema Ponzi [de 450 millones de dólares de ese entonces]. Él entendía Wall Street y podía lograr resultados significativos en esta organización fraudulenta. Tenía un don extraordinario: controlaba a las personas que conocía y las manipulaba totalmente con su carisma… Manipulaba el precio de las acciones y las negociaba ilegalmente”. No obstante, el crimen fue descubierto por las autoridades, Hoffenberg se declaró culpable y cumplió una sentencia de 20 años en una prisión federal.

 

Un personaje relevante en la vida del inversor financiero fue el multimillonario Les Wexner, propietario de marcas como Victoria’s Secret y Abercrombie & Fitch. Según Bob Fitrakis, editor de Columbus Free Press, Jeffrey conoció a Les aproximadamente en 1986. En algún punto Wexner le otorgo un poder a Epstein para gestionar sus asuntos financieros, indicó Tim Feran, ex reportero financiero del Columbus Dispatch. Agregó que con dicho poder el neoyorkino supervisó más de mil 300 millones de dólares en ventas de acciones. Malloy reveló que “En 2019 Les Wexner dijo que había cortado el lazo con él en 2007. Descubrió que este le había robado más de 46 millones de dólares”. Posterior al arresto de Jeffrey, el 10 de septiembre de 2019 Les Wexner se arrepintió de “Haber sido manipulado por alguien tan enfermo, tan astuto, tan depravado, es algo de lo que estoy muy avergonzado”.

 

En esta imagen de archivo, tomada el 30 de julio de 2008, Jeffrey Epstein comparece ante un tribunal en West Palm Beach, Florida. (AP Foto/Palm Beach Post, Uma Sanghvi, archivo)

AP

 

Respecto a cómo tuvo conocimiento de los presuntos hechos de abuso de adolescentes y jóvenes, la periodista de investigación Vicky Ward dijo que en 2003 iba a escribir un artículo financiero y “social” de Jeffrey Epstein, por lo que comenzó a indagar “Se le conocía como una especie de Gatsby misterioso en Nueva York. Era soltero, muy rico y apuesto. La gente sabía que había ganado mucho dinero, pero no sabían cómo. Decía ser el administrador de los super ricos. Se sabía que pasaba tiempo con mucha gente famosa… Y siempre estaba rodeado de mujeres hermosas y a menudo, muy jóvenes. Yo conocía a Ghislaine Maxwell, su novia de entonces. Había estudiado en Oxford. Era muy ingeniosa y graciosa. Era una buena conectora para Jeffrey”. Hasta que una de sus fuentes le indicó que “conocía a una mujer que había vivido algo muy desagradable al trabajar con Jeffrey. Y, peor aún, él había abusado de su hermana menor cuando ella era menor de edad”.

 

Así fue como encontró a la pintora Maria Farmer. En su noche de graduación de la Academia de Arte de Nueva York en 1995 conoció a los amigos de la decana estudiantil Eileen Guggenheim, Jeffrey y Ghislaine, quienes eran “benefactores importantes de la Academia” y compraron sus cuadros. Luego Epstein la contactó para emplearla como recepcionista de su recién comprada mansión en la calle 71. En algún punto él le preguntó si tenía hermanas y junto con Maxwell conocieron a Annie, de 16 años, “que soñaba hacer una carrera tal vez en la Ivy League”.

 

Por su parte, Annie cuenta que cursaba tercer año de la secundaria cuando el neoyorquino le ofreció un viaje a Tailandia y Vietnam para incluir en su currículo y que él lo pagaría. Para la preparación en el verano de 1995 visitó el rancho de Nuevo México, creyendo que habría otros estudiantes ahí, pero era la única “Creaban todo un ambiente para impresionar con su riqueza y poder. A Ghislaine le interesaba mucho si había tenido un masaje profesional. Le dije que no. Así que me dieron a entender que era afortunada por tener un masaje. Maxwell le dio un masaje ‘inapropiado’”. Y estaba segura que Jeffrey estaba mirando. Pero no dijo nada a nadie y se fue al viaje.

 

Al siguiente año, en 1996, Epstein le pidió a Maria que hiciera una residencia artística, en su propiedad de New Albany, Ohio, a espaldas de la vivienda de Les Wexner, propietario de Victoria’s Secret. “Al preguntarle a Jeffrey quien era él me dijo: Es un cliente y un muy buen amigo. También es multimillonario y haría lo que fuera por mí”. La pintora narra que tenía fotos de sus hermanas menores, porque eran modelos para su obra, de las cuales la pareja le robo tres. Durante su estancia ambos la agredieron sexualmente. “Estaba fuera de mi cuerpo en ese momento. No estaba allí presente. Y, en algún punto pude catapultar mi cuerpo de esa cama…”, detalla. Por lo que contactó a Annie para preguntarle si le había pasado algo mientras estuvo en Nuevo México, pero esta no quería precisar nada. 

 

Después Maria recibió una llamada de Jeffrey para que guardara silencio, a cambio de dinero o lo que pidiera, pero le colgó. En Nueva York buscó a la policía para denunciar el ataque sexual y le respondieron que no era su jurisdicción porque los presuntos hechos ocurrieron en otros estados. Entonces recurrió al FBI, acusó a Epstein y Maxwell, “pero no se volvieron a contactar”. Posteriormente, la artista señala que Ghislaine la llamaba constantemente para amenazarla, y por tal motivo se mudaba frecuentemente.
La socialité parisina rechaza haber estado involucrada o tener conocimiento de los hechos imputados al multimillonario.

 

Sobre quien es Maxwell y su relación con Epstein, Vicky Ward describe “Jeffrey y Ghislaine se conocieron en Nueva York. Él era introvertido. Ghislaine era una persona mucho más encantadora que Jeffrey, muy sociable, carismática y alegre. Su padre había sido una figura muy relevante en Inglaterra, editor de periódicos. Había sido una especie de estafador, un timador, pero con una vida pomposa. Cuando ella llegó a Nueva York, su padre había muerto en circunstancias muy raras”.

 

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell / Captura de Pantalla

 

Cabe destacar que siempre, a excepción de los dos cargos por los que se declaró culpable el financiero estadounidense, negó todos los demás y los señalamientos en su contra. En una deposición del 25 de enero de 2012, Epstein enumera sus propiedades, donde se ha dicho que ocurrieron sus crímenes “Mi dirección es 6100 Red Hook Boulevard en las Islas Vírgenes. Tengo casas de vacaciones en Nuevo México, Palm Beach, Nueva York y París. ¿Ha sido condenado por algún delito? Sí. Dos cargos: solicitud de prostitución y usar a una menor para la prostitución. ¿Realmente cometió esos delitos? Invocaré la Quinta Enmienda. ¿Cuántas veces solicitó a una menor para la prostitución? La misma respuesta. ¿Cuántas veces solicitó a una menor para prostitución en el estado de Florida? La misma respuesta. ¿Alguna vez solicitó a una menor para prostitución en las Islas Vírgenes? La misma respuesta. ¿Alguna vez solicitó para prostitución en Nueva York? La misma respuesta. ¿Alguna vez solicitó para prostitución en Nuevo México? La misma respuesta. ¿Alguna vez solicitó para prostitución en París? La misma respuesta. ¿Alguna vez ha solicitado a una menor para prostitución en cualquier lado y en cualquier momento? De nuevo, apelo a mi derecho”.

 

Respecto al reportaje de Vanity Fair, Ward cambió el enfoque hacia las hermanas Farmer “ignoradas por tanto tiempo, tenían mucho miedo de poner todo al descubierto… Es comprensible que pensarán que no podrían luchar contra un hombre de su poder.” La revista le mostró el testimonio a Epstein para el derecho de réplica y su respuesta fue que “que estábamos enamorados de él y que toda esta situación era el resultado de eso, una venganza por no ser correspondidas”, indicó Annie.
En cuanto a la periodista, el inversor le advirtió “que si no le gustaba el artículo, mi familia y yo pasaríamos un mal momento. Estaba embarazada de gemelos. Me preguntó dónde iba a dar a luz. Lo siguiente que dijo fue que conocía a todos los médicos y que, si no lo decía, lo averiguaría si no le gustaba el artículo. Y un médico brujo maldeciría a mis hijos no nacidos”. Sumado a que el ahora exeditor en jefe Graydon Carter encontró “una cabeza de gato muerto en su jardín y una bala en la puerta”. El editor publicó la pieza sin el testimonio de las chicas, titulado “El talentoso Sr. Epstein”. Ward concluye “Jeffrey Epstein es la historia más clara de abuso de poder y dinero. Pero lo que nadie sabía era que las chicas con las que había hablado eran solo la punta del iceberg. Y era mucho peor en Florida”.

 

El capítulo de Florida, donde el magnate adquirió su residencia en Palm Beach en 1990 era propicio para los alegados sucesos y los dos delitos por los que recibió condena, ya que en la localidad “hay un aire de protección, de ser un clan. Es un mundo muy aislado. Tiene un aire casi hermético. No es sólo un código postal muy rico. Es una isla... Hay una sensación de seguridad y privacidad”, remarca el columnista del Miami Herald, Carl Hiaasen.


Michael Reiter, jefe del Departamento de Policía de Palm Beach (2001-2009), con 28 años de servicio narra cómo inició el caso contra Epstein “En 2003 sus vecinos nos informaron que una gran cantidad de mujeres jóvenes entraban y salían de su casa. Nos resultó sospechoso, así que enviamos a agentes para interrogarlas, con tres o cuatro que eran adultas. Dijeron que hacían trabajo de oficina para él… Luego, en [marzo de] 2005, la madre de una joven llamó a la estación de policía, porque su hija tenía más de 300 dólares por ir “a la casa de un hombre en Palm Beach. Empezaron haciéndole un masaje a este hombre. Él les pagó. Si les gusta y cree que son bonitas, les pide quedarse para otras cosas”, describió la mujer.

 

El jefe detalla que la presunta víctima, que en ese momento tenía 14 años declaró, proporcionando la descripción de Epstein así como de su casa e iniciaron una investigación. “El detective Joe Recarey tenía la hipótesis de que había más víctimas, así que las buscó”. Encontró a Stephanie, Joyce, Sharon, Heather, Susan. “Cada víctima contó, más o menos, la misma historia. Creían que iban a hacerle un masaje. A la mayoría le dijeron eso. Las atraía hasta allí con un poco de dinero.” 

 

En consecuencia, comenzaron a vigilarlo. “Cuando encontrábamos más víctimas, una nos llevaba a otras. Esas otras nos contaban de otras, y todo comenzó a multiplicarse. Tras dos o tres meses temíamos que esto implicará un gran número de víctimas. La mayoría de ellas no quería denunciarlo por miedo. Sabían que era una persona poderosa, influyente y muy rica”, acota el oficial.
Por lo que intentaron hablar con sus trabajadores. Alfredo Rodriguez, antiguo empleado dijo “Tenía una lista de sus empleadas favoritas para hacerle masajes. Le hacían un masaje por la mañana y otro por la tarde. Eran muy privados, señor, así que no podía saber que pasaba detrás de esa puerta. Mi trabajo era mantener todo discreto”. 

 

Una de las conclusiones preliminares de Reiter luego de meses de indagatorias, es que se trataba de “un estilo de vida para el señor Epstein. Y creo que pensaba que nunca lo atraparían”. 
A los siete meses de iniciado el caso ejecutaron una orden de arresto para su casa de Palm Beach, el 20 de octubre de 2005 “Había cables colgando de un escritorio, pero no una computadora. Era claro para nosotros que el señor Epstein sabía que lo investigaban. Alguien le había informado… Pero aún quedaban varias evidencias. Lo más útil que aprendimos fue en los testimonios de las víctimas. Las descripciones detalladas de la casa, donde estaban las habitaciones y toda la distribución confirmaron lo que nos habían dicho”.

 

En una entrevista con la policía el 13 de diciembre de 2005 Michelle Licata, una presunta víctima indica que le “entrego” otras chicas al neoyorkino. Agrega que lo conoció en diciembre de 2004 y abusó sexualmente de ella a los 16 años. Posteriormente empezó a autolesionarse porque “si yo me causaba el dolor nadie más me lo hacía. Quería saber que siempre podía tener el control de una situación porque la situación en la que estaba me hacía sentir impotente…” También comenzó a consumir drogas como pastillas, ácidos, hongos y heroína.

 

La doctora Kathryn Stamoulis, psicóloga de la sexualidad adolescente, psicopedagoga y asesora de salud mental enfatiza que “Las chicas que reclutaban a otras chicas, sin dudas también son víctimas de Jeffrey Epstein. Las manipularon de una manera singular. Las hacía sentir especiales y les ofrecía oportunidades que podían sacarlas de las circunstancias de sus vidas. Y además, estaba la ventaja de que no tenían que hacer nada sexual con este hombre mayor. Así fue cómo creó su plan, una pirámide sexual”.

 

Shawna Rivera, otra mujer que acusa a Epstein indica que una amiga la convenció de ir a la residencia de Palm Beach, “Tenía 14 años cuando conocí a Jeffrey Epstein [2002]… Suponía que, si volvía allí, me daría más dinero. Mi familia no tenía dinero… Me puse en una especie de piloto automático en el que trataba de pasarlo y volver a casa. No podía decir que eso no estaba bien, que no era normal o que él era un hombre enfermo. Seguí yendo a su casa durante tres o cuatro años”. Previamente no tuvo “una buena infancia. Durante dos años, me escapaba de mi casa. Casi toda mi vida, vi a mi mamá drogarse mucho. Mi papá fue a la cárcel cuando yo tenía tres años y salió cuando tenía diez”. El cual tenía una novia con hijos y cuando ella tenía 12 años mataron al niño de ocho enfrente de ella. A partir de ahí vivió en hogares de acogida y su abuela obtuvo la custodia. 

 

Al respecto, Carl Hiaasen, del Miami Herald apunta a que “Muchas chicas cruzaban el puente desde el continente, desde West Palm Beach. El mundo cambia mucho cuando cruzas el puente. Algunas zonas de West Palm Beach son como muchas otras comunidades de clase trabajadora… No imagino cómo debió haber sido venir de un hogar modesto y, en algunos casos, con problemas”. 

 

Captura de Pantalla

 

Asimismo, la especialista Stamoulis explica “He trabajado con muchas víctimas de trauma sexual. Lo primero que pensé cuando leí sobre el caso es que buscaba chicas muy vulnerables. El primer paso en el embaucamiento es detectar a una víctima vulnerable, que está en desventaja económicamente o que ya haya vivido un trauma sexual anteriormente. Los agresores sexuales como Jeffrey Epstein saben bien cómo elegir a alguien que necesita algo, identifican esa necesidad y la explotan. Cuando se junta a una adolescente con un multimillonario inteligente y narcisista, el cerebro adolescente no está preparado para entender o reaccionar ante lo que pasa”.
El escritor James Patterson añade sobre West Palm Beach “hay varias escuelas secundarias y preparatorias. Hay miles de chicos y algunas escuelas privadas. Estas escuelas se convirtieron en zonas de caza para este depredador”.

 

Haley Robson, quien estudió en la secundaria Royal Palm Beach proporciono el testimonio de su agresión sexual con el financiero “Conocí a Jeffrey Epstein a los 16 años. El verano antes de cumplirlos me violó [un individuo de 21 años]. Fue mi primera experiencia con un hombre. Me cerré al mundo. Empecé a drogarme, bebía y fumaba marihuana todo el tiempo. Solo quería desvanecerme, desaparecer”. En su mansión “había muchos desnudos, estatuas y fotos de desnudos. Luego vi una foto de niñas. No era normal…”. En un masaje se negó a continuar con él y le dijo “Está bien, no lo haremos, pero si tienes amigas me las traes, te daré 200 dólares”.
Por lo que alrededor de un año “Creo que recluté a 24 chicas [todas eran menores de 18 años]… [En la policía] Me trataron como si hubiera sido su mano derecha. Pero ¿Y qué hay de la chica que me reclutó? ¿Y qué pasa con ella? ¿Y la chica que reclutó a la que me reclutó a mí? Siento que me he echado la culpa por mucho tiempo, pero no debería sentirme culpable porque tenía 16 años. Él era el adulto”. 
Posteriormente padeció depresión y la hostigaban en el trabajo por considerarla responsable, ya que su información personal se hizo público aun siendo menor “me denigraron y me humillaron. Epstein se aprovechaba de mí como hacía con ellas. Pienso en las chicas que lleve, que reclute y creo que eso es lo más difícil por la culpa. Me destruye todos los días”.

 

Conforme la investigación de las autoridades avanzaba en 2005, Marc Fisher, editor senior The Washington Post señaló que “Los detectives con los que hablaba decían que iban tanteando, actuando con cautela, porque sabían que habría inconvenientes. Pero también había resistencia incluso entre sus propios colegas. Sabían que había personas que protegían a muchos residentes de la isla”.

 

Virginia Roberts Giuffre, quien ha afirmado que Epstein y Maxwell la traficaron a nivel internacional con personas como el Príncipe Andrés y el abogado de Harvard Alan Dershowitz. Narra que a los 16 años comenzó un empleo de verano en el Mar-A-Lago de Donald Trump, en Palm Beach. Ahí Ghislaine se le acercó para ofrecerle un trabajo de masajista, y lo tomó. “Mi vida había sido dura desde muy joven. Huía de mi casa y dormía en la calle. Había sido abusada”. Durante el masaje, ambos la agredieron sexualmente, pero siguió volviendo más de dos años. “Habían abusado muchas veces de mí antes de lo que Epstein me hizo. No tenía autoestima. Temía que mi vida no valiera nada. Era la víctima perfecta para ellos… Eran muy eficaces para normalizar el abuso que ejercían… Era como una esclava de estas personas, y luego me traficaban. Me prestaban a todos sus amigos. Había políticos y hombres de negocios”.

 

En contraparte, la Monarquía Británica negó categóricamente toda acusación de Roberts, pero en 2019 la Reina Isabel decidió remover a su hijo de sus deberes oficiales. A raíz del deceso del neoyorquino el Duque de York indicó en un comunicado "Sigo lamentando inequívocamente mi asociación mal juzgada con Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, particularmente para sus víctimas, y simpatizo profundamente con todos los que han sido afectados y quieren alguna forma de cierre. Solo puedo esperar que, con el tiempo, puedan reconstruir sus vidas". 

 

Igualmente, Dershowitz ha afirmado enfáticamente “que nunca tuve sexo con Virginia Roberts. Nunca en mi vida tuve sexo con una persona menor de edad. Nunca tuve sexo con alguien relacionado con Jeffrey Epstein”. Ambos se demandaron por difamación.

 

En el 2002 Courtney Wild relata que “Tenía 14 años cuando me presentaron a Jeffrey Epstein. Era verano… Casi al comenzar noveno [grado], todo se derrumbó para mi familia y para mí. Porque mi mamá era adicta, tenía muchos problemas y no podía cuidarme. Prácticamente vivía en las casas de mis amigas… Intentar encargarme sola de mi vida era muy abrumador. Me hacía sentir que tenía suerte de estar en su presencia. Era una manipulación glorificadora lo que hacía y le funcionaba… Durante los tres o cuatro años que fui allá [a su casa de Palm Beach] le llevé entre 40 y 60 chicas [a ella le daban 200 dólares]. Sabía que estaba mal y que era una locura, pero terminé aceptándolo, me ofrecía dinero, una solución para comer y pagar mis cuentas”.

 

En el 2006 el jefe de Policía de Palm Beach contaba con víctimas dispuestas a colaborar, por lo que solicitaron a la Fiscalía del Estado de Florida órdenes de arresto y le presentó el caso a Barry Krischer, Fiscal del Condado de Palm Beach, quien dijo “Quedará encarcelado toda su vida. Es un caso fácil”. 

 

“Gracias a su dinero y a sus contactos, Jeffrey Epstein reunió un equipo extraordinario de al menos ocho abogados defensores que eran conocidos en todo el país y en su ramo como los mejores. Desde Kenneth Starr, el del impeachment de Clinton; los mejores abogados defensores del sur de Florida, como Roy Black, neoyorquinos como Jay Lefkowitz y Gerald Lefcourt, hasta el profesor de derecho de Harvard Alan Dershowitz”, indicó Marc Fisher, editor senior The Washington Post.

 

Cuando el oficial Michael Reiter le entregó el caso al Fiscal Krischer para que procediera “En la Fiscalía del Condado empezaron a decir: ‘Mire, estas víctimas no serán buenas testigos’. Sí, la mayoría de las victimas recibió una compensación económica por el contacto sexual con Epstein, pero ningún niño puede acceder a tener sexo con un adulto. Pero nunca pudimos convencer a los fiscales de que eso no importaba”. 

 

En julio de 2006 al administrador de fondos se le acusó de un cargo menor de solicitud de prostitución. Fue arrestado y pagó la fianza unas horas después. Por lo que Reiter derivó el caso al FBI.
El cual se hizo cargo del caso en julio de 2006, encontrando las denuncias de las hermanas Farmer diez años antes. En noviembre de 2006 el FBI visitó a Maria en Carolina del Norte, para hacer un seguimiento de su acusación e interrogaron a Annie. También se contactaron con Shawna Rivera.

 

En noviembre de 2007 Reiter señala que la nueva investigación era “conjunta entre el FBI y la fiscalía federal”. Entonces se reunió con Alexander Acosta, Fiscal del Distrito Sur de Florida “el fiscal federal en ese momento y su equipo. Les dije que necesitaba que se comprometieran a procesar este caso, lo llevarán hasta el final e hicieran justicia por las víctimas. Me fui de la reunión pensado que Epstein pasaría el resto de su vida en prisión”. Para el 2008 el FBI había identificado a más víctimas.

 

Sin embargo, el 30 de junio de 2008 sin previo aviso, Epstein se presentó en la Corte de Palm Beach, ya que sus abogados llegaron a un acuerdo con la Fiscalía Federal y se declaró culpable de solicitar prostitución, con una sentencia de 18 meses en el centro de detención de la localidad. Esto era dos años después de su arresto por el mismo cargo, que pudo haberlo llevado a prisión por más de 15 años. La periodista Jane Musgrave, en The Palm Beach Post desde hace 16 años dijo “Fue una audiencia muy disimulada. Se programó a último momento a pesar del tiempo que había pasado”.

 

Al respecto Sigrid Mccawley, abogada de algunas presuntas víctimas subrayó que “El gobierno tenía muchísima información a su alcance. Tenían de 35 a 40 víctimas dispuestas a dar su testimonio. Tenían registros de transporte de las víctimas por rutas estatales en vuelos privados o comerciales. Prepararon una acusación de 53 páginas por la gran cantidad de información con la que podían acusarlo”.
La Policía de la isla consideraba que los cargos contra el multimillonario debieron ser por tener sexo ilegal con menores, y no únicamente por prostitución.

 

Igualmente, Jack Escarola, abogado civil de otras presuntas víctimas que trabajo durante más de diez años con el litigante Brad Edwards en los casos civiles de las denunciantes refirió que el trato le otorgaba a “Jeffrey Epstein inmunidad ante cualquier otro cargo estatal o cualquier otro cargo federal. En 45 años de práctica nunca había oído que alguien hubiera llegado a un acuerdo que no solo le concedía inmunidad al objetivo de una investigación, sino también garantías de excarcelamiento gratuito a todos los cómplices de esa persona, públicos o no (nombrados o no)”. 

 

Por su parte, Edwards apunta a la magnitud del caso “Antes del acuerdo, la atención estaba en Florida. No notaron que se expandía y que se trasportaban, traficaban y rentaban a las víctimas por todo el país y el mundo”.
Las presuntas cómplices conocidas, que actuaron como reclutadoras para la alegada red de explotación sexual y que están protegidas por el acuerdo de no enjuiciamiento son: Ghislaine Maxwell, Sarah Kellen, Nadia Marcinkova, Adriana Mucinska Ross y Lesley Groff.

 

Quien difiere totalmente en la conclusión del caso presentado por el Fiscal es el abogado del acusado Alan Dershowitz “El resultado de este caso, aunque la gente esté de acuerdo o no, no implica una conspiración entre agentes del gobierno y gente con dinero. Todo lo que negociamos debía ser aprobado por Acosta, por el fiscal general adjunto a cargo del departamento penal en Washington, por el fiscal federal adjunto de Estados Unidos y, por último por el fiscal federal… Acordaron que se declarara culpable de los cargos estatales, tuviera una sentencia y compensara a las presuntas víctimas”.

 

En consonancia, Epstein en entrevista con el reportero George Rush, después de la negociación, declaró que la sentencia “fue peor que el de cualquier otro que haya sido condenado por solicitud de prostitución. Ninguna chica vino a mi casa. Primero, nunca salí de mi casa. Cualquier chica que venía a mi casa lo hacía por ganar dinero. Por cierto, en Nueva York, por el mismo cargo hacen una multa de cien dólares. Para ser claros, son dos cargos. Uno fue por solicitud de prostitución. No tiene nada que ver con menores. El otro relacionado con una menor, era contratar a una menor para la prostitución. Ninguno son cargos o acusaciones de supuesta relación sexual de ningún tipo en ningún momento”.

 

Scarola fue enérgico acerca del tiempo cumplido de Epstein “Considerar esto una sentencia carcelaria es muy erróneo. La cumplió en un pabellón privado de la cárcel”. Además de que contaba con permiso de trabajo, por lo que volvía a la prisión a las 8p.m. y estaba fuera doce horas al día durante seis días a la semana, con un oficial escolta. El agente Michael Reiter dijo “Que un agresor sexual tenga permiso de trabajo no tiene sentido alguno”.

 

El neoyorquino fue liberado en 2009 del penal de West Palm Beach, Florida, a la edad de 54 años, con 13 meses cumplidos de los 18 y con 12 meses en arresto domiciliario, pero se presume que incumplía la libertad condicional.
Independientemente de la investigación penal, varias mujeres denunciantes presentaron demandas civiles para solicitar una compensación económica de Epstein.

 

Las palabras de Courtney Wild acerca del resultado del 2008 fue contundente “Nos etiquetaron como prostitutas menores de edad. Es vergonzoso, hiriente y muchas cosas más… No se hizo justicia. Y descubrimos que lo que hacía el gobierno era ocultar a las víctimas para que no nos vieran en un juicio. Así que Jeffrey Epstein había abusado de mí, pero además me revictimizó el mismo gobierno que debía protegernos. Nos silenció. Dejé la secundaria. No fue bonito, era una vida descuidada con drogas, dinero y sexo… durante mucho tiempo. Y eso me hizo terminar en la cárcel”.

 

Sobre lo presuntamente ocurrido en el estado de la costa este Sarah Ransome reafirma “En 2006 Epstein me traficaba con fines sexuales. Tenía 22 años recién cumplidos cuando decidí ir a Nueva York. Pero no conocía a nadie. No tenía mucho dinero”. A las dos semanas conoció a Natalia Malyshev en una disco llamada Quo, y después le presentó a Epstein. “Era encantador, carismático, amable, cariñoso y me escuchaba… Iba a ingresarme en el Instituto de Moda y Tecnología”, dijo. La invitó a la isla Little Saint James, en su avión privado, con otras personas.

 

“En las Islas Vírgenes, las autoridades le decían: ‘Hola Sr. Epstein, que gusto verlo’, lo recibían en el aeropuerto como si fuera una celebridad. Iba con cinco chicas a sus espaldas y nadie decía nada. Creo que lo sabían. Todos lo sabían… Hacía cosas que ningún hombre debería hacerle a una mujer, y lo hacía todo el tiempo”.
Después de ser presuntamente violada tres veces en un día, decidió escapar por la noche del territorio en el Caribe nadando, pero el magnate la encontró en una parte remota de esta, “me monitoreaban las 24 horas. Había cámaras por toda la isla. Y me llevo de vuelta”.
Ransome enfatiza que:

El tráfico sexual implica que te obligan desde el principio. Una vez que abres esa puerta, la cierran para que no puedas volver a salir… Él estuvo en mi vida ocho meses y medio. Era una relación absolutamente abusiva física y mentalmente. Pero me fui y desaparecí”.

 

Isla Little Saint James / Captura de Pantalla

 

Un exempleado del sentenciado por solicitud de prostitución, Steve Scully, reveló que trabajó para Epstein en la isla de 1999 a fines de 2005 o principios de 2006: “Estaba en el mantenimiento de los equipos de telecomunicación y de datos. La privacidad era muy importante. Fui a la isla como cien veces”. Entre los invitados observaba “casi siempre chicas jóvenes”. Sobre el litigante Dershowitz  dijo que lo vio “en una reunión de negocios. Otra vez vi a Bill Clinton sentado con Jeffrey en el porche de la sala de estar, no vi a mas invitados en ese momento”. Sobre el hijo de la Reina Isabel II indicó que alrededor de “2004 vi al príncipe Andrés en la piscina con una joven, tenía el torso descubierto. Estaban en el juego previo [más tarde la identifico como Virginia Roberts Giuffre]”. 

 

Otra presunta víctima que ha narrado lo sucedido con Jeffrey es Chauntae Davies “La isla era un mundo de engaños. Pasaron cosas muy malas allí. Conocí a Epstein a los 21 años. Trabaje para él como masajista profesional”. En 2001 la invitó a Little Saint James, donde alega que la violó. “¿Me resistí? Por supuesto. ¿Me negué? Sí, me negué. ¿Forcejeé? No. Estaba aterrada. Estaba aislada en una isla privada en medio de la nada. Y solo, bueno, deje que pasará”.

 

Añadió que en 2002 viajó con él y Ghislaine a África, ya que “Desarrolle una mentalidad en que mientras no hablara del abuso, no había sucedido. Había estado condicionada a situaciones así desde mi infancia… En el avión estaba Bill Clinton, Kevin Spacey y Chris Tucker. El viaje era sobre la organización contra el sida que había fundado Clinton”. El abuso se suspendió durante todo el viaje, pero una vez finalizado reinició. Su hermana de 17 años vivía con ella en Los Ángeles, donde conoció a ambos y la enviaron a estudiar a España para cumplir su sueño de ser traductora. “En abril de 2005, casi dos años después, me enteré que también le hacía eso a mi hermana. Volvió a casa con un trastorno alimenticio. Confesó que Jeffrey había estado abusando sexualmente de ella prácticamente desde que la envió a estudiar”.

 

También apunta a que existió un altercado entre su hermana menor y Harvey Weinstein, en el departamento de Epstein en París. Por lo que Davies describe que “Jeffrey y Harvey son personas muy asquerosas. Usaban su poder para manipular y abusar… Aún siento una gran culpa porque ella era mi responsabilidad… Volvió traumatizada por la misma persona que me estaba traumatizando a mi desde hacía tres años”.

 

En el 2010, al concluir su libertad condicional, el financiero fue a la ciudad de Nueva York, para celebrar una fiesta a la que asistió el príncipe Andrés, Woody Allen y otras personalidades. Epstein declaró al respecto “Sólo quiero recuperar mi vida, volver a mi filantropía. Doné unos 14 millones de dólares el año pasado [2009] Reuní a personas muy inteligentes. Financie proyectos de ciencia muy avanzada en el mundo. Recibo a muchos ganadores del Nobel y terminan recibiendo fondos para cosas que muy pocos pueden financiar. Por ejemplo, para computación cuántica o teorías de códigos evolutivos”.

 

El 28 de noviembre de 2018 el Miami Herald publica "Perversión de la justicia", un reportaje de investigación que obtuvo un premio Pulitzer de la periodista Julie K. Brown que analiza el acuerdo de Epstein con el Fiscal Federal para Florida, Acosta en 2008. Renovando así la atención en el caso, en lo que CNN resume “la conexión entre el secretario laboral de Trump, Alexander Acosta y lo que el Miami Herald llama ‘el mejor acuerdo de la vida’ que se le otorgó al pedófilo acusado Jeffrey Epstein”. 

 

En su audiencia de nominación para el cargo del gabinete de Trump, Alexander Acosta respondió a los cuestionamientos sobre su gestión del caso y argumento “Al final, con base en las pruebas, los profesionales dentro del despacho de un fiscal, deciden que un acuerdo que garantiza que alguien vaya a la cárcel es algo positivo”.
Tras la publicación del artículo, en febrero de 2019, un juez federal declaró que el trato fue ilegal. 

 

El 6 de julio del 2019, Jeffrey Epstein de 66 años fue arrestado en el Aeropuerto de Teterboro, Nueva Jersey acusado de tráfico sexual de menores en Florida y Nueva York, así como de conspiración para participar en el tráfico sexual de menores, con una pena máxima 45 años de prisión.
Mientras cobraba relevancia las acusaciones contra el convicto por solicitud de prostitución, el 8 de julio el vocero del exmandatario Clinton, Angel Ureña, recalcó en un comunicado que el político “no sabe nada sobre los terribles crímenes de los que Jeffrey Epstein se declaró culpable en Florida hace algunos años, o de esos que le han sido imputados recientemente en Nueva York".

 

El 12 de julio de 2019 el presidente Donald Trump informó que Alexander Acosta renunció a su cargo. Esto debido a las críticas a su actuación en el convenio de no enjuiciamiento con el neoyorquino.

El 15 de julio la corte federal del distrito sur en Nueva York, presidida por el juez Richard Berman donde se desarrollaba el caso contra el inversor financiero, escuchó el testimonio de las dos primeras presuntas víctimas, que se opusieron a que se concediera una fianza. Pero se le negó, ya que se consideró que era un peligro para la comunidad y existía riesgo de fuga.

 

La BBC reportó que el 10 de agosto de 2019 "un juez estadounidense publicó documentos y testimonios sobre el caso contra Epstein, justo unas horas antes de que apareciera muerto en su celda” del centro correccional metropolitano de Manhattan.
En la autopsia oficial se registró suicidio como causa del deceso del inversor financiero, no obstante, las dudas sobre esto continúan.

 

Finalmente, "No me recuerdas porque había cientos como yo, pero yo te recordaré por el resto de mi vida", son las palabras que Michelle Licata le hubiera querido decir directamente a Jeffrey Epstein.
"No hay justicia en esto. Había mucho más que decir que nunca se dirá. Eso es muy triste", concluye Shawna Rivera, una de las mujeres que alega haber sido abusada sexualmente por el magnate cuando tenía 14 años.

 

 

Shawna Rivera / Captura de Pantalla

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