Eternos sobrevivientes
Un sabio proverbio haitiano reza: "En tiempos de hambruna, batatas no tienen la piel", (Nan tan grangou patat pa gen po).
Esto significa que en tiempos de gran calamidad cuando uno está hambriento, se come cualquier cosa, incluso la piel de una batata o camote.
Esta frase en criollo haitiano encaja muy bien en estos momentos en que el país, considerado en un tiempo la perla de las Antillas, por su riqueza, ahora pasa por momentos difíciles.
En 2010 el terremoto sacudió con violencia la tierra, derribando con infernal furia edificios, puentes, casas y arrebatando la vida a más de 300 mil personas.
Ahora, este año, una nueva catástrofe se vino a presentar en territorio haitiano, el huracán "Matthew".
En la región Sur del País el huracán tocó tierra a principios de octubre y "barrió" con casas, árboles y animales.
Nuevamente la tragedia se cierne sobre este empobrecido país.
La tormenta más devastadora de la última década en el Atlántico, trajo al ya golpeado territorio no sólo una crisis humanitaria, sino una catástrofe ambiental.
Jean Lucien, director administrativo de Caritas Haití, dijo que el huracán impactó particularmente toda la región Sur del país, entre ellas Les Cayes y Jecmel, departamentos que quedaron drásticamente devastados.
“El terremoto del 2010 cobró muchas víctimas humanas y daños materiales, pero en amplitud este huracán es el más devastador porque no sólo mató a gente y dañó casas, sino a todo el sistema ecológico, todo el sistema ambiental ha sido golpeado en el Sur, lo que es muy triste es que en el Sur no hay pájaros, desparecieron; los animales como burros, caballos, murieron”.
“Entonces la recuperación de esa gente víctima de esa catástrofe va a ser muy difícil, por eso ahora Caritas Internacional acaba de lanzar un nuevo llamado de emergencia para un programa de cooperación para las víctimas”, expuso.
Lucien explica que debido al arrasamiento de casas y árboles las personas no tienen ni siquiera dónde guarecerse del sol.
Ante esta emergencia Caritas Haití ha aportado kits de higiene y alimentarios a alrededor de 300 mil familias.
El paquete alimentario contiene arroz, aceite y todos los productos básicos que permiten a una familia preparar una comida completa.
Los productos de higiene son jabón, toalla, papel higiénico, cepillo de dientes, pasta dentífrica, entre otros.
Pero debido a que no habrá recursos suficientes para seguir entregando kits por tiempo indefinido, Caritas Haití proporcionará semillas y apoyo para que los pobladores siembren y puedan cosechar lo más rápidamente posible lo que será su alimento.
“Ahora lo más urgente es ayudar a la gente a preparar una nueva cosecha por eso vamos a darles semillas para la plantación de sus campos y ayudarles a preparar los campos para la siembra”.
“Se plantarán habichuelas, maíz, todos los productos que normalmente consumen, rápidamente van a poder cosechar para atender sus primeras necesidades”, añadió.
PANORAMA INCIERTO
La pobreza del país, la crisis humanitaria que vive y la catástrofe ambiental se amalgaman para traer un panorama muy desolador en Haití.
Desde antes del terremoto el país ya había sufrido hambrunas, ahora, están los elementos presentes para que esta terrible situación se vuelva a dar.
José Luis Alvarado, embajador de México en Haití, comenta que la nación estaba trabajando en su recuperación cuando sobrevino el huracán.
“Ha sido uno de los más fuertes que ha pegado en este país sobre todo porque entró, tocó tierra, en otras ocasiones había pasado por arriba y había generado destrozos, pero en esta ocasión tocó tierra y eso generó que todo el Sur del país y que el departamento de Grand Anse fuera totalmente devastado”, manifestó.
En cuanto a la amenaza del cólera, dijo que la enfermedad se ha detectado en los alrededores de Puerto Príncipe, hay más de 5 mil casos registrados en todo el territorio y 5 mil 840 casos de sospecha.
El ex representante en Haití de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ricardo Seitenfus, comentó en una publicación, respecto a la manera en que los países y ONG apoyan al país, la cual desaprueba.
“La ayuda de emergencia es eficaz, pero, cuando se convierte en estructural al sustituir al Estado en todas sus misiones, conduce a la falta de responsabilidad colectiva”.
“Si existe una prueba del fracaso de la ayuda internacional, esa es Haití”, dijo a un medio suizo.
FUERZA ANTE LA ADVERSIDAD
Pese a estos serios problemas, el embajador Alvarado González ve en el pueblo haitiano una gran capacidad para hacer frente a la adversidad y mucha voluntad para salir adelante
“La gran mayoría de la población es una población trabajadora, honesta, el haitiano es una gente que a pesar de los golpes de la vida, sonríe, todavía les gusta la fiesta, es una especie de desahogo y la gente es amable”, manifestó.
Haití, añadió, tiene una población trabajadora, a las 4:30 de la mañana ya hay muchísima gente trabajando, hombres y mujeres que empiezan a laborar por las calles, a comenzar su vida diaria.
“Tienen una economía informal, en la calle se ven los puestos, pero la gente lucha, hace esfuerzos por estar trabajando por llevar el pan diario a sus casas y eso de verdad debe reconocerse”, expresó.