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"No queremos apoyo, queremos turismo", vendedora de artesanías en Acapulco

Era casi la una de la tarde del domingo y ninguna persona se ha acercado a su puesto, cuenta.

ACAPULCO, Guerrero.-"No queremos apoyo, queremos turismo", dice Santa Isabel Vargas, quien vende artesanías en un puente que divide las playas Caleta y Caletilla, en Acapulco, Guerrero, donde este fin de semana se registró una baja afluencia de visitantes derivado de la alerta sanitaria por la pandemia de Covid-19.



Era casi la una de la tarde del domingo y ninguna persona se ha acercado a su puesto, cuenta.

"Tengo un hijo enfermo y debo darle de comer", afirma.



La versión de Santa Isabel coincide con la de otros comerciantes, meseros y prestadores de servicios.



Cargando su charola, Benjamín Miguel Macías, camina por la arena de Caleta ofreciendo fruta fresca a los pocos clientes que se asolean. Esta baja se ve reflejada en su bolsillo.

Antes sacaba hasta 350 pesos de venta al día, pero este domingo no hemos sacado ni para comer", señala. 



Asimismo, un mesero de la emblemática marisquería El Amigo Miguel señala que ayer sólo se atendieron dos mesas.



"No nos pagado lo de esta semana y el patrón dice que mejor va a cerrar el martes", cuenta.



Adolfo Herrera, otro mesero, asegura que el promedio de personas que visitan Caleta cada domingo es de mil personas; ayer sólo llegaron cien.



Las playas Hornitos, Manzanillo, Tlacopan y Papagayo, que forman la zona Tradicional de Acapulco, también lucieron semi vacías.


Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecanaco) en Acapulco, señala que la emergencia sanitaria derivó en una baja de 50 por ciento de afluencia turística en este puerto.



Prevé que si esta epidemia va en aumento en la entidad, habrá cierre de negocios y despidos de trabajadores.



En tanto, el Secretario de Turismo del estado, Ernesto Rodríguez Escalona, reconoció que la ocupación hotelera de este fin de semana fue tan baja como en 2013, tras el paso de los huracanes Ingrid y Manuel.



El sábado, señaló, hubo una ocupación de 30 por ciento, mientras que ayer fue de 36 por ciento en hoteles, 28 por ciento en condominios y 25 por ciento en tiempos compartidos.


Estas cifras contrastan con el fin de semana largo del 16 de marzo, cuando se reportó más del 90 por ciento de ocupación. 



El descenso, aseguran comerciantes, surgió luego de que el miércoles, la alcaldesa morenista Adela Román Ocampo dispusiera el cierre de bares, centros nocturnos, cines, gimnasios y plazas comerciales para prevenir contagios.



Desde el viernes la mayoría de las playas lucieron vacías, al igual que bares y centros nocturnos, por lo que la edil aseguró que el cierre de negocios era una propuesta y no una medida obligatoria.

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