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Las subastas se han convertido en el "salvavidas" ante la grave crisis en México

En pocos meses, las casas de subastas se han convertido en un lugar frecuente para aquellos que, afectados por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, han tenido que liquidar varias de sus posesiones de mayor valor para enfrentar un entorno adverso

Las subastas se han convertido en el "salvavidas" ante la grave crisis en México

CIUDAD DE MÉXICO.- De acuerdo con quienes trabajan en las casas de subastas,  jamás tantas personas habían acudido a ellas para poner a la venta una infinidad de artículos con valor económico y hasta sentimental, porque se han visto afectados economicamente ante la crisis derivada de la pandemia por Covid-19.

Por ejemplo, la casa de subastas Morton, en pocos meses se ha convertido en un destino cada vez más familiar para aquellos que, afectados por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, han tenido que liquidar varias de sus posesiones de mayor valor para enfrentar un entorno que se vuelve más adverso con la prolongación de los cierres y restricciones para hacer frente a los contagios.

Nunca habíamos visto este furor”, aseguró Manuel González, director de operación de Morton Subastas. “Hemos tenido subastas muy selectivas, muy importantes, hemos tenido subastas globales, pero en el mercado mexicano, del consignante mexicano, no habíamos tenido jamás este furor.

Joyas, relojes, piezas de arte, vinos y licores, libros, documentos históricos, antigüedades y vehículos son llevados constantemente a las puertas de la casa de subastas para ser evaluados por los especialistas de la firma y, en algunos de varios formatos, ser puestos a consideración de otras personas con bolsillos todavía sanos, o menos afectados por la pandemia, que andan en busca de alguna pieza de alto valor, a un precio más ‘competitivo’.

El representante de Morton, explica que  el ‘furor’ que ha experimentado la empresa en los últimos meses de la siguiente manera: en las más de tres décadas de existencia de la casa habían acumulado un total de 14 mil consignantes, es decir, personas que llevan sus bienes para ser subastados. En los últimos 3 meses, se han registrado 2 mil nuevos consignantes, y la cifra crece.

Nunca habíamos tenido una crisis como la que vamos a enfrentar”, lamentó González. “Más personas ven esto como una opción para hacerse con más liquidez, se están refugiando en las subastas, hay mucha gente que está perdiendo dinero, otras cuantas que está ganando, la riqueza pasa de manos.

“Nuestras operaciones se han mantenido estables en esta época y hemos crecido en este periodo”, añadió González. “Encontramos la manera de operar subastas a distancia, con métodos seguros, la gente quiere consignar, tiene la necesidad de hacerlo y nosotros les proporcionamos el espacio”.

Morton, al igual que otras casas de subastas en México, mantiene un número fijo de eventos a lo largo del año. Generalmente, se envía a los compradores más habituales y coleccionistas un catálogo con las imágenes de los bienes que se habrán de subastar y, si así lo desean, pueden acudir a las instalaciones de Morton para evaluar directamente la pieza. Los clientes deben dejar una garantía en forma de una cuenta bancaria, en la que se retiene una cantidad de acuerdo al objeto o lote en el cual se quiere participar.

Por ejemplo, en una subasta reciente de un auto Rolls Royce, conocido por ser el fabricante más lujoso de vehículos, la garantía era de 100 mil pesos. El auto se subastó al final en un millón 600 mil pesos.

En medio de la pandemia, Morton tuvo que ajustar sus subastas, existe una modalidad en la que entras a la página de la casa, observas el bien y luego realizas una oferta en su plataforma digital. Si alguien la rebasa, recibes un correo electrónico informándote de ello y la posibilidad de pujar nuevamente. Al cabo de varios días, generalmente una semana, cierra la subasta y quien haya pujado la última cantidad más alta, gana.

Otra modalidad son las subastas transmitidas en vivo por Internet; los clientes observan en tiempo real el evento, pujan en línea o través del teléfono. Cada sábado, Morton está subastando 300 objetos y de acuerdo con la casa, no todo son joyas ni arte de precios extraordinarios.

Si buscas un tapete persa de buena calidad, lo puedes conseguir a un precio muy bueno”, aseveró González. “Hay piezas que salen desde 500 pesos, si eres una pareja joven y buscas un mueble elegante, hay precios accesibles.

El directivo de Morton reconoce que buena parte de las personas que se han acercado a ellos en los últimos meses lo hacen en medio de una crisis y, por ello, asegura que una subasta es una de las mejores opciones para sacar rédito de sus bienes. Esto porque la valuación que se le da a los objetos está realizada por los especialistas y, eventualmente, los precios pueden subir e incluso exceder las expectativas iniciales del consignante. A veces pasa, a veces no.

El tiempo favorable por la que atraviesa la casa de subastas viene a costa de la necesidad en la que de pronto se han encontrado cientos de personas, el confinamiento ha hecho que muchos escombren sus casas y encuentran algún objeto valioso que los saque de algún apuro o simplemente les deje una ganancia adicional.

“Tengo la esperanza de que la cosas en México van a salir adelante, pero si no es así, habrá más gente consignando cosas con nosotros”, añadió. “Visto solo desde el lado del negocio está bien, pero como persona, como mexicano, no me gustaría que pasara”  concluyó Manuel González.

 

Con información de El Financiero

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