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Fake Antenna, el espionaje a celulares que pasó de EPN a AMLO: Proyecto PODER

En la CDMX opera una empresa de espionaje, con la cual el actual Gobierno Federal firmó tres contratos, con ausencia de regulación en la materia, indicó el equipo South Lighthouse de Chile, que desarrolló Fake Antenna Detection Project.

Fake Antenna, el espionaje a celulares que pasó de EPN a AMLO: Proyecto PODER

CIUDAD DE MÉXICO.- En la Ciudad de México opera una empresa de espionaje, con la cual el actual Gobierno Federal firmó tres contratos, con ausencia de regulación en la materia, indicó el equipo South Lighthouse de Chile, que desarrolló Fake Antenna Detection Project (FADe, por sus siglas en inglés).

 

Este es un análisis de antenas de transmisión celular en tres países y una frontera, al que la organización no gubernamental PODER tuvo acceso en exclusiva. Ahí se señala que México es el segundo lugar con más casos de vulnerabilidades.

 

El estudio tuvo una duración de más de 90 días, y localizó 21 antenas con comportamiento irregular, que están en las inmediaciones de cuarteles militares, oficinas gubernamentales y espacios donde se reunen defensores de derechos humanos y periodistas.

 

El análisis de FADe busca recolectar información suficiente para determinar si en el territorio mexicano y en otras naciones investigadas, se utiliza la tecnología denominada IMSI Catcher o stingrays, que principalmente permite a los ejecutores de la antena falsa interferir teléfonos celulares, atacarlos y/o recabar información de los usurarios de telefonía sin su autorización.

 

De acuerdo a la la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), L3Harris Technologies, Inc, la principal fabricante de IMSI Catchers, cuenta en total con 21 contratos con la administración federal, otorgados entre 2014 y 2019 por un monto de 85 millones 552 mil 638.89 pesos, según se puede comprobar en QuiénEsQuién.Wiki.

 

De los cuales, tres iniciaron en marzo, abril y julio de 2019, cuando Andrés Manuel López Obrador ya era jefe del Ejecutivo Federal, bajo conceptos como “Adquisición de refacciones para equipos de radiocomunicación táctica en HF” y “Ads. Eq. Radiocomunicación en HF para la construcción de un centro de entrenamiento conjunto de operaciones de paz”. El valor total de los tres acuerdos fue de un millón  008 mil 954 dólares (23 millones 094 mil 970 pesos).

 

La compañía tiene la propiedad de las marcas Harris Communications Division y Harris Corporation Communication Systems Segment y con sede en Florida, Estados Unidos, se especializa en tecnología aeroespacial y de defensa que ofrece soluciones para "las misiones críticas de sus clientes gubernamentales y comerciales", se lee en su página oficial.

 

Asimismo, precisa que el segmento de Sistemas de Misión Integrados de ese corporativo brinda aparatos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR, por sus siglas en inglés) y sistemas de comunicación, así como soporte de gestión de flotas, desarrollo de sensores, modificaciones y servicios periódicos de mantenimiento de depósitos para los ISR que venden.

 

Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina (SEMAR) fueron las dependencias que contrataron dichos servicios para el presente Gobierno.

 

Cabe destacar que este tipo de espionaje es similar al caso #GobiernoEspía, donde se comprobó el espionaje a través de teléfonos celulares hacia periodistas, defensores de derechos humanos y sus familiares, aunque es distinto en técnicas empleadas.

 

La diferencia radica que los primeros trataban de instalar un malware (Pegasus) en el dispositivo, mientras que los IMSI Catchers suplantan una antena telefónica con el propósito de capturar el tráfico de datos y llamadas. Si se sale del radio de la antena, el espionaje finaliza.

 

 

 

 

¿En dónde hay más probabilidad de espionaje y cómo se investiga?

En México, la investigación "Fake Antenna" se desarrolló durante más de tres meses, analizando mil 801 antenas y descubriendo que 21 de ellas presentaban actividad irregular. En consecuencia, tres fueron catalogadas en el rango máximo de anomalías y, por ende, con altas probabilidades de ser una antena para espionaje. Algunos de los parámetros analizados fueron: ubicación geográfica, valores atípicos de la configuración e inconsistencias de tiempo.

 

La antena con mayor número de anomalías se localiza en la autopista 115-D, que conecta la Ciudad de México con Puebla y Morelos. Específicamente se ubica en el municipio de Amecameca, Estado de México, y dentro de su radio se encuentra la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) y el Campo Militar 37-B de la SEDENA.

 

En segundo lugar se encuentra la posicionada en la Autopista México-Marquesa, casi en el límite de Ciudad de México con el Estado de México. En tercer lugar, por número de apariciones en el ranking de inconsistencias, se encuentra el centro de la CDMX con la suma más alta de anomalías de la urbe, como: Zócalo o Plaza de la Constitución, Palacio de Bellas Artes. Además de Avenida Paseo de la Reforma, Parque San José, el Palacio Legislativo, el Archivo General de las Notarías, el Heroico Colegio Militar, Anillo Periférico, Avenida Insurgentes, el Instituto Nacional de Pediatría y plaza Perisur, entre otros.

 

 

 

 

Hasta el momento no se tiene conocimiento de quién opera las antenas falsas

De acuerdo al grupo chileno South Lighthouse, respecto a los datos de FADe, afirman que en México:

Existen antenas con irregularidades importantes y a partir de los contratos se demuestra que el Gobierno Federal cuenta con esta tecnología. Sin embargo, a falta de una regulación jurídica, es imposible saber quién las opera. En ciudades como Chicago la policía busca IMSI Catchers operados por actores no autorizados".

 

El caso califica como una ilegalidad, explica el cofundador y codirector de SeguDigital, Phi. Es decir, tanto infectar dispositivos como rastrearlos para capturar sus datos es ilegal: “Es importante mencionar que hay una Ley de Datos Personales que justamente debería de protegernos para que no puedan usar este tipo de información con fines de espionaje, eso sí es ilegal”, comenta.

 

En concordancia con el experto en seguridad digital, la R3D advierte ilegalidad en tales adquisiciones en su reporte del 2016: “Estos ataques fueron probados en redes de Estados Unidos y Canadá, lo que demuestra la latente vulnerabilidad ante los IMSI Catchers. En México, aunque existen reportes periodísticos de su adquisición, no se tiene regulación para su uso, por lo que se podrían considerar como intervención de comunicaciones privadas y constituir un acto ilegal”.

 

No obstante, es importante recordar que a pesar de que se comprobó la existencia de irregularidades en las antenas o antenas falsas, es imposible determinar quién las opera. “Aquí faltan algunas cuestiones como la de saber quién maneja estos IMSI Catchers. Una cosa es saber que ahí están y otra cosa es saber quién los opera o controla. Podemos tener sospechas pero definitivamente será poco fácil de demostrar”, agrega Phi.

 

Los resultados totales de la investigación fueron: Caracas, Venezuela, fue la ciudad con más antenas anómalas con 33 casos, seguido por el Valle de México en México con 21, La Paz en Bolivia con 17, y finalmente, la frontera de Colombia con Venezuela con 16 antenas.

 

Finalmente, la ONG PODER pidió una entrevista con el coronel de comunicación social de la Secretaría de Defensa Nacional, Francisco Antonio Enríquez Rojas, sin embargo, hasta el momento de la publicación del estudio, 31 de mayo, no se obtuvo respuestas de las autoridades.

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