FOTOS: Aeropuerto de Texcoco con grandes grietas por obras; ejidatarios se ven afectados

CIUDAD DE MÉXICO.- Grietas de hasta 300 metros de largo y cinco de profundidad se han formado cerca de las obras del cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), situado en Texcoco.

Ejidatarios de San Salvador Atenco denunciaron la apertura de las grandes grietas se debe a las obras de desecación hechas para construir el NAIM Texcoco.

Aseguran que las gritas impiden que el agua llegue al Lago de Texcoco, pues el líquido acaba en el desagüe. También han acusado que esto ha provocado afectaciones en cinco ejidos.

Denuncian ejidatarios afectaciones por obras en NAIM

El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) emitió un comunicado en el que señalan que desde el 13 de mayo denunciaron la formación de las grietas a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

En el documento detallan que las grietas surgieron en un radio aproximado de cinco kilómetros, dentro de os ejidos de Atenco y a un costado del río Papalotla, siendo el último el más afectado, pues registran pérdidas de miles de litros de agua por minuto.

"La grieta que apareció en el Río Papalotla está absorbiendo toda el agua a una velocidad de aproximadamente 300 litros por segundo. La tierra que hemos defendido ya por dos décadas sigue sufriendo los efectos de la desecación y el despojo. Ahora vuelve a reclamar su razón de ser: un vaso regulador de la Cuenca del Valle de México y destino de los ríos Xalapango, Coxcacoaco y Papalotla", denuncia el FPDT.

Obras siguen en NAIM

El FDPT señaló que desde el 2019 sostienen mesas de diálogo con el Gobierno de México, ya que buscan recuperar los cuerpos de agua que se han secado a causa de las grietas.

Autoridades tiene el objetivo de crear el Área de Protección de la Vida, aunque esto se ve amenazado por las obras "hidráulicas" que todavía se siguen haciendo en el NAIM, a pesar de que el proyecto ya fue cancelado.

Los trabajos en NAIM impiden que el agua de los nueve ríos pueda llegar al Lago de Texcoco, su destino final, explican pobladores de San Salvador Atenco.