Especialistas del IMSS rehabilitan a paciente que sufrió quemaduras por descarga eléctrica

CIUDAD DE MÉXICO.-En diciembre de 2017, Óscar "N" se encontraba pintando una pared en un domicilio ubicado en Monterrey, Nuevo León. Lamentablemente, ese día sufrió quemaduras provocadas por una descarga eléctrica cuando el mango del rodillo tuvo contacto con unos cables.

Esto le dejó severas secuelas en la mayoría de su cuerpo, principalmente en el cuello, porque tenía adherida la barbilla al pecho y eso le impedía tener movilidad a causa de las cicatrices.

Cuando sufrió dicho accidente, fue trasladado a un hospital ubicado en la capital de Nuevo León para recibir tratamiento médico inicial. Sin embargo, no evolucionó y fue necesario trasladarlo a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) en Magdalena de las Salinas, CDMX.

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Él llegó a la UMAE con secuelas muy severas en todo el cuerpo, tenía adherida la barbilla al pecho que le impedía extender el cuello", refirieron Daniel Ponce Franco y David Peralta Conde, médicos especialistas en cirugía plástica y reconstructiva que atienden a Oscar “N”.

Explicaron que fue necesario someterlo a varios procedimientos para separar el cuello del tórax

Por ello, se le realizó una cirugía con técnica microquirúrgica, que consiste en sacar parte de la piel del muslo de buena elasticidad, con vasos y arterias, para transferirla en el cuello y reconectarla.

Gracias a esto fue posible sustituir la cicatriz que adhería la barbilla hacia el pecho y que su cicatrización mejorara. Actualmente Oscar “N”, de 41 años, puede extender y girar su cuello sin mayor problema, mejoró su calidad de vida para poder comer, deglutir, girar o incluso hacer actividades como correr en una posición más derecha.

"A casi cuatro años de la lesión, el resultado ha sido favorable, él se ha rehabilitado muy bien. Todavía tenemos algunas correcciones que hacer para que se libere un poco más la zona de tensión que existe en el cuello y en una parte de la axila y así tenga mejor función”, explicaron los médicos especialistas.

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“Cuando el doctor me hizo mi cirugía, yo pensaba que la verdad ya no iba a correr en un maratón. Por eso estoy muy agradecido con él y todo el equipo de aquí porque gracias a ellos soy una persona que todavía puedo funcionar; se batalló mucho para yo poder estar con mi familia”, expresó.

Recordó que tras el accidente no podía valerse por sí mismo, “me tenían que bañar, darme de comer porque estaba completamente pegado”.

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Oscar aseguró que algo que le ayudó mucho fue que tras la operación corrió uno de los maratones que se realizan en la CDMX cada año. “Los médicos me dijeron no era muy recomendable por la operación, que tenía muy poco tiempo y que podía tener complicaciones, pero que si yo me sentía apto y tenía la fuerza de voluntad para hacerlo, que lo hiciera”.

Por último, los especialistas indicaron que el porcentaje de mejora del paciente es de un 90 por ciento gracias a que se atendió a tiempo y que participaron varios equipos quirúrgicos.