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En la sede nacional del PRI se “blanqueaba” el dinero de la “Estafa Maestra”, señalan

García Soto afirmó que Luis Vega junto con el de su subsecretario de Finanzas, Sergio Castro, podrían ser los primeros implicados cuando Rosario Robles comience a hablar.

En la sede nacional del PRI se “blanqueaba” el dinero de la “Estafa Maestra”, señalan

CIUDAD DE MÉXICO.-En la sede nacional de Partido Revolucionario Institucional (PRI) se blanqueba el dinero de la Estafa Mestra, reveló el periodista Salvador García Soto.

En su columna para El Universal, detalla que a ese edificio, ubicado en la avenida de los Insurgentes Norte, llegaba buena parte del dinero en efectivo que se extraía del erario federal y se “blanqueaba” a través del mecanismo de contratos simulados con instituciones públicas, denominado la “Estafa Maestra”.

"Durante los seis años que duró el gobierno de Enrique Peña Nieto, en esa oficina, la de la Secretaría de Finanzas del CEN priista, despachó un hombre de todas las confianzas del Presidente: el sinaloense avecindado en el Estado de México, Luis Vega Aguilar, por cuyas manos pasaban todos los dineros para las campañas priistas, los de origen legal, vía financiamiento del INE, y los de origen incierto", comentó Soto.

Agregó:

"El nivel de confianza que Peña Nieto tenía en el financiero priista era tal, que ninguno de los 6 dirigentes nacionales del PRI, que desfilaron por el partido gobernante, desde César Camacho Quiroz, hasta Claudia Ruiz Massieu, pasando por Manlio Fabio Beltrones, Carolina Monroy, Enrique Ochoa y René Juárez, podían tocar ni mover al encargado de las finanzas partidistas y, por el contrario, tenían que tratar con pinzas a Vega Aguilar, porque sabían que le reportaba directamente a Los Pinos de los manejos financieros del partido".

García Soto afirmó que Luis Vega junto con el de su subsecretario de Finanzas, Sergio Castro, podrían ser los primeros implicados cuando Rosario Robles comience a hablar.

Según dijo el dinero que era sacado de las arcas federales y lavado a través de los contratos simulados con universidades públicas y otros institutos, tenía como uno de los destinos finales apoyar a las campañas y a los candidatos del PRI, como en el caso de la campaña presidencial de José Antonio Meade, a donde según la defensa de la exsecretaria se le inyectaron parte de esos recursos.

"El dinero que se sacaba a través de ese mecanismo de triangulación y que era pagado a empresas fantasma que a su vez lo mandaban a los beneficiarios finales, puede ser estimado en miles de millones de pesos no sólo de Sedesol y Sedatu, sino de otras dependencias federales como Pemex y otras más en donde se implementaba este esquema que nació originalmente en el gobierno del Estado de México, cuando Peña Nieto era gobernador y se utilizaba a la Universidad Autónoma del Estado de México para sacar y lavar dinero público a través del mismo mecanismo que después sería replicado a nivel federal".

Robles supervisaba avance de Estafa maestra cada semana

Cada semana, mientras estuvo al frente de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga se reunía con sus colaboradores para trazar la estrategia de desvíos de la Estafa maestra, afirmó Emilio Zebadúa González, exoficial mayor de la dependencia.

En su declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR), a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso, Zebadúa González señaló al exjefe de oficina de Sedesol, Ramón Sosamontes Herreramoro, como el encargado de contactar a los rectores de las universidades públicas a través de las cuales se realizaban las subcontrataciones para desviar recursos.

Zebadúa González detalló que Sosamontes Herreramoro indicaba a los rectores o directivos de las universidades y organismos descentralizados que conseguirían contratos con la Sedesol y Sedatu, a qué empresas y por qué montos debían subcontratar.

Para ello, organizaba comidas y reuniones en las que se establecía cuánto dinero se quedaría en las instituciones educativas y cuánto se entregaría a las empresas subcontratadas.

"Dichas negociaciones marcaban la ruta del dinero que se iba a seguir, así como los tiempos de entrega, generalmente se definían de acuerdo a las necesidades de la agenda de la secretaria Robles Berlanga para poder cumplir con las necesidades de las actividades político-electorales y proselitistas", afirmó.

El dinero que recibían las empresas era retirado en efectivo y trasladado a las oficinas de Rosario Robles o de Ramón Sosamontes para ser utilizado con fines de política propagandística y actos proselitistas.

"Una vez que se habían establecido todos los procedimientos, porcentajes y ruta del dinero, es que se le avisaba a la secretaria sobre los resultados de las reuniones, si se aprobaba era cuando se citaban a las partes, se elaboraban todos los convenios y/o contratos y se procedía a la firma de éstos", señaló.

"Ya que se definían y marcaban los tiempos de los contratos y/o convenios, se realizaban reuniones privadas con operadores fiscales de empresas fachada, las cuales prestaban el servicio de ser subcontratadas por parte de las universidades y a través de estrategias fiscales sacaban el dinero en efectivo y entregaban dichos recursos en puntos clave que se establecían generalmente en las distintas oficinas que tuvo la secretaria Robles Berlanga", indicó.

Las oficinas a las que el dinero era trasladado, según Zebadúa González, eran las de Sedesol ubicadas en Paseo de la Reforma 116, colonia Juárez, en la Ciudad de México y la de Robles Berlanga o Sosamontes Herreramoro en Paseo de la Reforma 99, colonia Tabacalera, también en la capital del país.

Zebadúa González precisó que el porcentaje aproximado de cada contrato o convenio que se subcontrataba con las empresas, para regresarlo a las manos de los desviadores y destinarlo a fines proselitistas, era de 40% del monto contratado con las universidades y organismos públicos descentralizados.

Con esta declaración, Zebadúa González busca que la FGR le aplique un criterio de oportunidad para convertirse en testigo colaborador y evitar cualquier acción penal en su contra.

Por ello, acusó directamente a Robles Berlanga de utilizar los mecanismos de contratación y subcontratación de la Sedesol y de la Sedatu para fines distintos a los de las dependencias.

"La secretaria Robles Berlanga tuvo como política la utilización de convenios con universidades públicas y organismos descentralizados estatales para hacerse de recursos líquidos para llevar a cabo actividades político-electorales, y de publicidad y promoción, no presupuestados de origen, lo cual desarrolló permanentemente con la ayuda, coadyuvancia o participación de varios integrantes de su oficina, el área de la Dirección de Comunicación Social y ciertas subsecretarías operativas", apuntó.

Estimó que los desvíos en Sedesol y Sedatu para fines electorales llegaron a mil 267 millones de pesos. Actualmente, Robles Berlanga está vinculada a proceso por ejercicio indebido del servicio público, pues la fiscalía federal la señaló de tener conocimiento de los desvíos millonarios y de no hacer nada para impedirlos.

El lunes pasado, sus abogados dieron a conocer que declarará ante la FGR para buscar también un criterio de oportunidad y ser considerada como testigo colaborador o testigo protegido, pues hay una nueva orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y "lavado" de dinero.

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