El único objetivo que tengo como obsesión es hacerle un traje a AMLO: Don Chonito
José Concepción comenta que lo ha seguido desde el año 2000 y cuando apoyó las protestas contra su desafuero.

MONTERREY, NL.- Con 75 años de edad y casi 60 como sastre, José Concepción, Chonito, Alejo les ha tomado la medida a presidentes, gobernadores de Nuevo León, artistas, empresarios y políticos de distintas ideologías. Ahora tiene clara una meta: López Obrador.
En su modesto local, en la calle 5 de Mayo de la colonia Centro de Monterrey, "Chonito" asegura que ya hasta tiene la tela para hacerle un traje al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien admira desde que era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
Ahorita el único objetivo que tengo como una obsesión es hacerle un traje al presidente López Obrador. Ahora que anda mucho por los pueblos, ando presionado para ir a tomarle las medidas para que se ponga un traje hecho por un sastre que no estudió; a ver cómo le hago", asegura el sastre.
José Concepción comenta que lo ha seguido desde el año 2000 y cuando apoyó las protestas contra su desafuero: "Fui de los adelantados en apoyarlo", afirma sonriente.
Pero "Chonito" destaca que entre él y el presidente López Obrador hay una curiosa coincidencia: el 13 de noviembre sus compañeros de oficio veneran a San Homobono, un sastre y mercader italiano que, según su biografía, "fue apreciado por su extrema piedad, honradez y caridad con los pobres", y ese día el mandatario federal cumple años.
Sin embargo, no puede dejar de hacerle una crítica constructiva, pues le pide al Presidente usar ropa que parezca suya, ya que con frecuencia, dice, usa sacos y pantalones que se le ven grandes u holgados.
Su clientela estrella
Con orgullo, "Chonito" rememora que entre los trabajos importantes que le ha realizado, uno fue para el expresidente Miguel de la Madrid cuando andaba en campaña en 1982 y en el que por poco y resulta un fiasco.
"[Al expresidente] le arreglé un traje porque traía unos detallitos. Se iba a presentar en un acto político al día siguiente, pero mi hermano Carlos, al estar planchando el pantalón, lo quemó por descuido. Tenía que hacer otro pantalón, pero no tenía un casimir del mismo color y calidad y después de ir a varios negocios hallé una tela similar, pero más fina.
"Ya eran las 11 de la mañana del día del evento cuando me puse a trabajar a contrarreloj, porque tenía que entregar el traje a las cuatro de la tarde. A las tres estaba terminado y planchadito. El expresidente ni cuenta se dio que le di otro pantalón, aunque mucho mejor", relata entre risas.
Entre los clientes distinguidos, "Chonito" presume su lista de celebridades como Juan Gabriel, Vicente Fernández, Lola Beltrán o políticos como el ex gobernador y exalcalde de Monterrey, Sócrates Rizzo. Con cada uno tiene una anécdota diferente.
"Juan Gabriel era una chulada de persona; hace 40 años cuando era joven estaba delgadito y traía un traje verde de cuadritos chicos. Fue el primer trabajo que le hice. Se lo llevé a su suite, no por la propina, sino para saber si quedaba satisfecho", asegura.
Don José Concepción afirma que cuando llegó a la suite del cantante estaba con un masajista y le pidió esperar. Cuando salió, vio a detalle la pieza que le había confeccionado, sonrió y le dio 100 pesos de propina, lo cual en ese entonces era mucho dinero. "¡Excelente!, nunca había conocido un sastre que hiciera un trabajo a mi gusto; me lo quisiera llevar", bromeó el Divo de Juárez.
A don "Chonito" le llega el recuerdo de haber atendido a los tríos de boleros Los Panchos y a Los Dandys, además de Vicente Fernández, a quien le arregló varios trajes de charro. "Una vez le pregunté a don Vicente cuánto costaban sus trajes y me dijo: 'Ay, muchacho, te vas a ir de cabeza y a lo mejor me vas a querer secuestrar'. Después me reveló que un traje le costaba casi 2 millones de pesos.
A Lola Beltrán le arreglaba sus vestidos y la recuerda como "una chulada de mujer, pero no tanto en las propinas".
Otro de sus clientes es Sócrates Rizzo (alcalde regiomontano y gobernador de Nuevo León de 1989 a 1996), quien incluso le hizo un préstamo para comprar máquinas de coser y no le ha querido cobrar.
Corte y confección
Don José Concepción recuerda que su primer acercamiento con el oficio lo vivió a los 10 años en su natal municipio de La Paz, San Luis Potosí, donde le llamaba la atención la sastrería de Antonino Medellín.
En ese lugar aprendió el oficio de mano de Medellín, quien se convirtió en su mentor y amigo. Después, en los 60, fue a la Ciudad de México para trabajar con Aurelio Medellín, sobrino de Antonino, con quien logró hacerse de recursos por su trabajo con la tijera.
"Luego hice la prueba con Mario Chávez, quien era de los sastres más reconocidos en la capital y me aceptó. Tenía su establecimiento cerca de Televisa. La paga era buena, un obrero ganaba 125 por semana, yo recibía 525 pesos (...) Me tocó atender y conocer a Olimpo Cárdenas (cantante ecuatoriano), a don Jacobo Zabludovsky, a quien le arreglaba las mangas del saco", recuerda.
A finales de los 60, "Chonito" regresó a La Paz y tras unos años decidió instalarse en Monterrey, donde comenzó la sastrería Alta Línea, en la zona centro. El hombre relata que a pesar de no contar con estudios, uno de sus primeros trabajos fue en el hotel Ancira para diseñar los uniformes de empleados.
Cuenta que hace cinco años en Monterrey había 44 sastres de los que aprendieron el oficio sin estudiar, pero ya se han muerto 10, por lo que visualiza que su legado puede continuar con su familia, pues en el taller lo acompaña su hijo menor, quien es licenciado en Diseño Gráfico y buen dibujante.
Pero "Chonito" también dice que la sastrería se ha visto afectada en los últimos años. "Ahora, un traje chino cuesta 900 pesos, ¿así cuándo compites?, si un traje de los más baratos lo hago en 6 mil 900 pesos y sólo el que sabe vestir bien lo pide, porque los trajes chinos son amor de un rato, el material es muy corriente", lamenta.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí