La ASF advirtió desde 2019 por fallas de planeación en el tramo de la Línea Z del Tren Interoceánico, al tratarse de una zona montañosa con curvaturas y pendientes elevadas, y solicitó al Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec investigar posibles responsabilidades administrativas
Documentos de auditoría revelan que la rehabilitación del tramo Mogoñé–La Mata arrancó sin estudios técnicos completos, pese a tratarse de una zona con alta complejidad geográfica, lo que derivó en observaciones formales y solicitudes de investigación por parte del órgano fiscalizador.
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde 2019, el gobierno mexicano tenía conocimiento de que el tramo de la Línea Z del Tren Interoceánico donde recientemente ocurrió un accidente fatal presentaba riesgos técnicos relevantes.
Así lo documentó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que advirtió problemas derivados de pendientes y curvaturas elevadas en una zona montañosa, así como una planeación deficiente en los trabajos de rehabilitación.
La información proviene de auditorías públicas practicadas a los contratos de obra del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.
En estos documentos se señala que la rehabilitación inició sin estudios ni proyectos completamente terminados.
El pasado 28 de diciembre, la Secretaría de Marina confirmó el descarrilamiento de un tren en el tramo Mogoñé Viejo–La Mata, en Oaxaca, con un saldo de 13 personas fallecidas y 98 lesionadas, según información oficial.
¿Qué problemas técnicos detectó la ASF en la Línea Z?
La ASF documentó que el tramo comprendido entre los kilómetros Z 186+100 y Z 242+000, ubicado entre Mogoñé y La Mata, presenta:
- Pendientes pronunciadas y curvaturas elevadas.
- Ondulaciones del terreno que afectan la alineación de la vía.
- Obstáculos naturales propios de una zona montañosa.
Estas condiciones exigían estudios técnicos completos y planeación detallada antes de iniciar cualquier obra de rehabilitación.
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El primer contrato: trabajos iniciados con prisas
En la auditoría 263-DE, la ASF revisó el primer contrato otorgado para la rehabilitación del tramo.
Se trata del contrato FIT-GARMOP-OP-Z-08-2019, asignado a Daniferrotools, S.A. de C.V., para una primera etapa de 12.65 kilómetros.
El organismo fiscalizador fue claro:
Se observó una deficiente planeación de los trabajos”.
La empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) justificó la premura al señalar que se trataba de una obra de gran complejidad, con poco margen de tiempo presupuestal y considerada prioritaria por el gobierno federal.
Sin embargo, la ASF concluyó que la obra arrancó sin contar con estudios y proyectos terminados, lo que impidió a los licitantes presentar propuestas técnicas sólidas para una ejecución continua.
Contrato rescindido y responsabilidades administrativas
Este primer contrato fue rescindido.
La ASF solicitó al FIT investigar y, en su caso, iniciar procedimientos administrativos contra servidores públicos involucrados, al considerar que continuaron los trabajos pese a conocer la deficiente planeación.
No obstante, la información pública disponible no permite conocer con claridad los motivos de la rescisión ni si las observaciones de la ASF fueron solventadas.
Falta de transparencia en las contrataciones
Otro punto crítico señalado por las auditorías es la ausencia de información pública sobre las contrataciones del proyecto en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Pese a ser una obligación legal, los datos completos no están disponibles, lo que limita el seguimiento ciudadano y la rendición de cuentas.
Nuevas irregularidades en la segunda etapa de rehabilitación
Las fallas no terminaron con el primer contrato.
En la auditoría 106, correspondiente al ejercicio de 2021, la ASF revisó un nuevo contrato: FIT-GARMOP-OP-Z-13-2019, destinado a la segunda etapa de rehabilitación del mismo tramo.
Este contrato, por 284 millones de pesos, fue otorgado a un consorcio de cuatro empresas constructoras. La ASF detectó:
- Un presunto daño por 229 mil pesos por maquinaria reportada sin evidencia de uso.
- En auditorías posteriores, un probable daño adicional por 169 mil 824 pesos, por inconsistencias en conceptos no previstos para el armado de vía.
Estas observaciones se mantuvieron incluso en revisiones de ejercicios posteriores.
¿Cuál era el objetivo real de la rehabilitación de la Línea Z?
De acuerdo con las auditorías, la rehabilitación de la Línea Z buscaba:
- Reducir curvaturas y pendientes.
- Aumentar la seguridad ferroviaria.
- Mejorar tiempos de recorrido y eficiencia operativa.
- Incrementar el volumen de carga transportada y los ingresos.
El objetivo final era activar el corredor comercial entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, como parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
El accidente de Nizanda y el tramo rehabilitado
La Secretaría de Marina informó que el descarrilamiento ocurrió a la altura del kilómetro 230+200, dentro del tramo rehabilitado entre Mogoñé Viejo y La Mata.
Se trata del mismo segmento donde la ASF había advertido problemas técnicos y administrativos desde el arranque del proyecto.
Hasta ahora, la información pública no permite establecer si las irregularidades detectadas en los contratos iniciales guardan relación directa con el accidente.
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