México permite la operación de agentes de seguridad de 14 países, incluidos EEUU y otras naciones, con autorización de la SRE y dependencias de seguridad; la información sobre su número y actividades está clasificada como reservada por cinco años para proteger la cooperación en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico

Ciudad de México – Agentes de seguridad de 14 países operan actualmente en territorio mexicano, con el conocimiento y control de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y otras dependencias de seguridad del gobierno, según una respuesta oficial de la Cancillería mexicana a una solicitud de información realizada por El Universal.

De acuerdo con los datos proporcionados, las agencias extranjeras en México cuentan con la debida acreditación y operan en el marco de cooperación internacional en temas de seguridad y combate al crimen organizado. Esta cooperación es parte de los esfuerzos conjuntos que el país lleva a cabo con diversas naciones en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y otras amenazas globales.

Agentes estadounidenses destacados en México

En el caso de los Estados Unidos, se confirma que operan agentes de 13 dependencias gubernamentales, que incluyen organismos como la DEA (Administración para el Control de Drogas), el FBI (Agencia Federal de Investigaciones), la ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), y el Servicio Secreto de Estados Unidos. Cada una de estas entidades está representada por funcionarios que llevan a cabo tareas de seguridad, inteligencia y colaboración en la lucha contra el crimen organizado.

México

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Entre las agencias estadounidenses que tienen presencia en México, también se encuentran el Departamento de Seguridad Interna (DHS), con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes trabajan en la recopilación de información sobre el tráfico de personas, migración ilegal y otras actividades criminales.

Clasificación de la información y el principio de reciprocidad

Sin embargo, la Cancillería mexicana aclaró que la información sobre la cantidad de agentes extranjeros acreditados en el país, así como los detalles sobre las naciones involucradas, está clasificada como reservada por cinco años.

Esto se debe a que compartir esa información podría comprometer la seguridad operativa de los agentes y poner en riesgo las relaciones diplomáticas con los países involucrados. La Cancillería advirtió que revelar detalles sensibles sobre los agentes extranjeros podría dañar la cooperación en materia de seguridad.

La entrega de la información solicitada implicaría ventilar datos sensibles relacionados con los recursos humanos permitidos para interactuar en nuestro país, lo que afectaría la eficacia de los instrumentos jurídicos y acuerdos suscritos en temas de seguridad e inteligencia”, señaló el comunicado de la SRE.

Agentes vs. Espías: Diferencia clave en la operación

Pía Taracena, internacionalista y docente de la Universidad Iberoamericana, explicó que la distinción entre agentes de seguridad y espías no depende tanto de su acreditación formal, sino de las técnicas que emplean para recopilar información.

Los agentes de seguridad suelen trabajar en cooperación con el gobierno mexicano, mientras que los espías, como los que podrían infiltrarse en el crimen organizado, operan de manera más secreta y no necesariamente comparten la información recabada.

Taracena indicó que la mayoría de los agentes extranjeros acreditados son burócratas que procesan información oficial y la envían a sus respectivos países, donde se utiliza para la toma de decisiones de gobiernos y empresas. En cambio, los espías suelen actuar sin compartir la información obtenida y sin cumplir con los acuerdos de cooperación entre gobiernos.

Ley de Seguridad Nacional y la acreditación de agentes extranjeros

De acuerdo con la Ley de Seguridad Nacional, todos los agentes extranjeros que ingresen a México con fines de recopilación de información deben estar debidamente registrados ante la SRE y contar con la autorización de diversas dependencias del gabinete de seguridad, como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina.

Esta legislación establece que el principio de reciprocidad bilateral es fundamental, lo que implica que México también tiene acceso a la información que estos agentes recaban en el país.

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El caso de los espías rusos en México

Recientemente, en un reportaje publicado por The New York Times, se afirmó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió, en varias ocasiones, listas de espías rusos operando en México. Según fuentes de la Casa Blanca citadas en el artículo, estos individuos estaban infiltrados como diplomáticos en la Embajada de Rusia en Ciudad de México.

Funcionarios del gobierno estadounidense, como Juan González, director para asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional durante el mandato de Joe Biden, confirmaron que al menos 20 espías rusos fueron identificados y sus nombres fueron entregados a las autoridades mexicanas. González indicó que estos espías estaban involucrados en operaciones sofisticadas de inteligencia a nivel global.

Por su parte, la Cancillería mexicana no ha reconocido la acreditación de ningún agente ruso en el país, lo que deja abierta la posibilidad de que, en este caso, se tratara de espías no registrados.

El impacto de la cooperación internacional en seguridad

La presencia de agentes extranjeros en México, especialmente de países como Estados Unidos, resalta la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. Sin embargo, también plantea cuestiones sobre la transparencia y el control de las actividades de estos agentes, así como el potencial riesgo de infiltraciones no autorizadas que puedan comprometer la seguridad nacional de México.

Mientras tanto, las autoridades mexicanas continúan regulando la presencia de agentes extranjeros, basándose en acuerdos de cooperación bilateral que buscan garantizar la seguridad y la estabilidad en un entorno global cada vez más interconectado y vulnerable a la delincuencia transnacional.