Los vacíos en la jornada laboral de 40 horas: preocupa que empleadores podrían repartir horas en los seis días sin descanso adicional, lo que anularía el objetivo de mejorar el tiempo libre y la recuperación

MÉXICO — La propuesta para establecer una jornada laboral de 40 horas semanales en México busca mejorar el descanso de las personas trabajadoras. Sin embargo, colectivos han advertido que, si la reforma se limita al total de horas y no fija reglas claras sobre su distribución, pueden mantenerse esquemas que no mejoran la calidad de vida.

El riesgo principal es que las empresas reduzcan horas solo en el papel, pero reorganicen los horarios para conservar el mismo ritmo de trabajo.

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Lo que no se dice la reforma de las 40 horas: colectivos advierten que podría abrir paso a jornadas de 12 horas, menos descanso y cambios en el pago de horas extra que afectarían el ingreso de los trabajadores

Ejemplo: conservar seis días de trabajo y un solo día de descanso y repartir la reducción en “medias horas” para evitar días libres

Mantener seis días laborales, con una ligera reducción diaria de horas, pero sin ampliar el descanso semanal.

Ejemplo práctico:

• Lunes a sábado: 6 horas con 40 minutos diarios
• Domingo: único día de descanso

Este modelo cumple con las 40 horas semanales, pero no mejora el tiempo de recuperación, ya que el trabajador sigue laborando seis días consecutivos.

En este esquema, no hay día adicional de descanso, solo jornadas un poco más cortas, lo que no cambia de fondo la carga laboral ni el tiempo libre disponible.

Ejemplo 2: días cortos combinados con días largos

Otra redistribución problemática es mezclar jornadas cortas y largas dentro de la misma semana, generando horarios irregulares.

Ejemplo práctico:

• Lunes y martes: 5 horas
• Miércoles a sábado: 7.5 horas

Aunque el total semanal se cumple, el trabajador enfrenta horarios poco predecibles, dificultades para organizar su vida personal y descansos desiguales.

Por qué estos esquemas preocupan

Organizaciones laborales insisten en que la reforma debe garantizar descanso real, no solo reducir minutos u horas diarias. Sin reglas claras, la jornada de 40 horas podría traducirse en:

• Días igual de largos o más largos
• Seis días de trabajo continuos
• Sin un segundo día de descanso
• Horarios irregulares
• Mayor desgaste sin mejora real

Colectivos advierten jornadas extremas y recortes encubiertos al salario

El Frente Nacional por las 40 horas también acusó que la iniciativa legaliza jornadas de 12 horas y hasta 16 en ciertas condiciones, a cambio de un salario que consideran precario. Señalaron que la iniciativa presidencial elimina la palabra “sanción” y reemplaza la frase “a disposición del patrón” por “desarrollar actividades subordinadas”, lo que, a su juicio, permite que los empleadores aprovechen el esquema para reducir tiempos de descanso sin respetar los derechos laborales.

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Lo que no se dice la reforma de las 40 horas: colectivos advierten que podría abrir paso a jornadas de 12 horas, menos descanso y cambios en el pago de horas extra que afectarían el ingreso de los trabajadores

Los activistas alertaron sobre cambios en el pago de horas extras, señalando que el régimen actual de pago triple después de la tercera hora extra por día podría posponerse hasta después de la cuarta hora o la doceava hora semanal.

“Esto es un recorte salarial encubierto a las horas extra. Bajo este esquema, un patrón podría exigir hasta 12 horas de trabajo en cuatro días de la semana, pagando más horas dobles en lugar de triples”, advirtieron los integrantes del colectivo.

El punto central del debate

El debate no es solo cuántas horas se trabajan, sino cómo se distribuyen, cuántos días se trabaja, y cuánto se descansa realmente.

Colectivos laborales han sido claros: si la redistribución no se regula, la jornada de 40 horas puede quedarse en un cambio administrativo, sin impacto real en la vida de las personas trabajadoras.

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