Un recorrido por la historia de los periodistas desaparecidos en el mundo: ¿quiénes son y dónde están?

Una persona se va a trabajar y no regresa. Sus familiares preguntan, buscan, interponen una denuncia, pero no hay respuestas. No hay un cuerpo, no hay una prueba de fallecimiento. Solo hay ausencia y una pregunta persistente: ¿dónde está?

Esta es la realidad de 135 periodistas en el mundo, cuyos nombres integran la lista de desaparecidos que mantiene Reporteros Sin Fronteras (RSF) hasta diciembre de 2025.

El fenómeno no conoce fronteras, pero se concentra con crudeza en dos países: Siria, con 37 casos, y México, con 28. Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la desaparición es un delito continuado en tanto no se conozca el paradero de la persona.

México

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La desaparición: un delito que no prescribe

La desaparición de un periodista no es un evento, es un proceso. Mientras no se encuentre a la persona o sus restos, el delito sigue ocurriendo; es decir, cuando no se puede comprobar si el periodista fue víctima de homicidio o secuestro.

Esta definición jurídica, adoptada por cortes internacionales, es crucial. Significa que el Estado tiene una obligación permanente de buscar e investigar; no es un caso que se archive por el paso del tiempo.

Esta perspectiva es el marco para entender los 135 casos abiertos en el mundo, algunos con décadas de antigüedad.

El mapa global: Siria y México, epicentros del silencio

Los números de RSF dibujan un mapa preocupante. De los 135 periodistas desaparecidos en 37 países, dos naciones cargan con casi la mitad de la cifra.

• Siria (37 casos): La mayoría desaparecieron durante el conflicto armado, muchos tras ser detenidos en retenes o secuestrados por grupos yihadistas entre 2012 y 2018. Su suerte sigue siendo una incógnita.
• México (28 casos): Es el segundo país del mundo con más periodistas desaparecidos, según RSF. La cifra refleja una crisis de violencia e impunidad donde el periodismo local se ejerce bajo amenaza constante.

Otros países con cifras significativas son Irak (12), Yemen (9) y Afganistán (5). La desaparición es una herramienta de terror que silencia no solo a una persona, sino a toda una comunidad.

El caso de México: 31 nombres, 31 historias interrumpidas

La información de ARTICLE 19, actualizada a julio de 2024, ofrece una radiografía detallada del problema en México. El registro de 31 periodistas desaparecidos entre 2003 y 2023 equivale a un promedio de casi dos por año. La fuente de estos datos muestra un patrón alarmante.

• El contexto de violencia: 18 de esas desapariciones ocurrieron durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), un periodo marcado por el inicio de la “guerra contra el narcotráfico” y un repunte en la violencia generalizada.
• Los estados más peligrosos: Tamaulipas lidera esta triste lista con 8 casos. Le siguen Veracruz y Michoacán, con 5 y 4 respectivamente. Estos estados son escenario de conflictos territoriales entre grupos delictivos y alta corrupción.
• El perfil de las víctimas: De los 31 casos, 28 son hombres y 3 son mujeres. Trabajaban para medios locales, periódicos impresos, radios comunitarias o como corresponsales. Cubrían fuentes como la policía, la nota roja o la política local, usualmente revelando vínculos entre el crimen y el poder.

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¿Por qué desaparece un periodista? El mecanismo del miedo

La desaparición forzada o involuntaria no es aleatoria. Según el derecho internacional, se caracteriza por tres elementos: la privación de la libertad por agentes estatales o grupos con su tolerancia; la negativa a reconocer dicha privación; y la ocultación del paradero de la persona.

En México, como en otros contextos, las desapariciones buscan:

México

Gaza y México, los lugares más mortíferos en el mundo para periodistas en 2025, según Reporteros Sin Fronteras

1. Castigar una investigación o una cobertura periodística específica.
2. Enviar un mensaje de intimidación a otros colegas en la zona.
3. Eliminar a un testigo incómodo sin dejar rastro, lo que dificulta la investigación y garantiza impunidad. Es un crimen que pretende que la víctima y su trabajo sean borrados de la historia.

Más allá de México: rostros de una crisis mundial

La lista de RSF incluye casos emblemáticos en otros países que ilustran la naturaleza global del problema:

• Burkina Faso: El director del periódico de investigación L’Événement, Serge Oulon, fue secuestrado en su casa en junio de 2024 por hombres que se identificaron como agentes de inteligencia. Las autoridades admitieron su “reclutamiento” forzoso en el ejército, pero desde entonces se niegan a dar información sobre su paradero o condición.
• Guinea: Habib Marouane Camara, director del medio digital Le Révélateur 224, fue sacado a la fuerza de su auto por hombres con uniformes militares en diciembre de 2024. Sigue desaparecido, a pesar de padecer una enfermedad que requiere tratamiento diario.
• Siria: Periodistas como Quteiba al-Marel y Thabet al-Muhaisen fueron detenidos en un puesto de control en 2011. Un expreso dijo haber visto a uno de ellos en la notoria prisión de Saidnaya en 2019, pero desde entonces no hay noticias. No figuraron entre las liberaciones masivas de finales de 2024.

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La búsqueda: entre la esperanza y la impunidad

Para las familias, la desaparición es una tortura continua. No pueden hacer duelo, pero viven con una pérdida constante. Organizaciones como ARTICLE 19 y RSF documentan los casos, presionan a las autoridades y llevan los testimonios a foros internacionales.

RSF, por ejemplo, ha recurrido al Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas para casos como el de Guinea. Su metodología rigurosa busca que cada número en la estadística lleve un nombre y una historia, y que no se pierda en el anonimato.

La desaparición de periodistas es un ataque directo al derecho a la información de toda la sociedad. Cuando un reportero desaparece, se extingue una voz que podía alertar sobre corrupción, abusos o riesgos para la comunidad. Se crea una zona de silencio donde la impunidad crece.

Conocer estos casos, nombrar a las víctimas y entender el contexto no es solo un ejercicio de memoria; es una forma de reconocer que el trabajo periodístico, especialmente el local, es esencial y debe ser protegido.

La pregunta “¿dónde están?” sigue vigente para 135 colegas en el mundo y la respuesta sigue pendiente.

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