Inflación baja en México, pero especialistas advierten que no implica una mejora real porque los hogares de bajos ingresos enfrentan cambios drásticos en su consumo, menor poder adquisitivo y una creciente precarización del gasto

MÉXICO — Tradicionalmente, la población con menores ingresos enfrenta más la inflación, tanto por tasas más altas como por un menor margen para enfrentar el alza en los precios. Sin embargo, desde septiembre de 2024, las personas que ganan hasta un salario mínimo —equivalente a 8,480 pesos al mes en la mayor parte del país— registran menores tasas inflacionarias comparadas con quienes perciben más.

Los especialistas coinciden en que esto no significa que estos hogares estén mejor. El impacto en su bolsillo sigue presente.

En octubre, la inflación anual para este segmento fue de 2.89%, por debajo del promedio nacional de 3.57%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Dinero

¿Cómo se aplicará el salario mínimo en México en 2026?

Así se comportó la inflación anual por nivel de ingreso:

• Gana hasta un salario mínimo: 2.89%
• Gana entre uno y tres salarios mínimos: 3.42%
• Gana entre tres y seis salarios mínimos: 3.71%
• Gana más de seis salarios mínimos: 3.66%

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¿A qué se debe esta diferencia?

Analistas explican que este comportamiento está relacionado con precios más estables en productos que consumen con mayor frecuencia los hogares de bajos ingresos, como el huevo y los productos agropecuarios. También influye un menor incremento en las tarifas del gobierno, como electricidad y transporte, así como la renovación del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), que busca mantener el costo de una canasta de 24 productos.

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, el decil con menores recursos destina 51% de su gasto a alimentos y bebidas, 10.4% a energía eléctrica y combustibles, y 4.8% a transporte público. Por eso, cualquier aumento en comida repercute de manera inmediata.

Los datos del Inegi muestran que en octubre los alimentos subieron 3.2%, el precio del huevo bajó 1.22%, los productos agropecuarios subieron apenas 0.10% y las frutas y verduras cayeron 10.27%. Los energéticos y tarifas autorizadas aumentaron 2.07%.

Cambios de hábitos por falta de margen

De acuerdo con el El Economista, para Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, quienes menos tienen continúan siendo los más afectados. Señaló que, ante el alza de precios, “no tienen mucho de dónde echar mano y no les queda de otra más que comprar menos, dejar de comprar o sustituir unos por otros (más baratos)”. Es decir, se ven obligados a adaptar sus hábitos según lo que les alcanza.

El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, coincide en que existe una precarización del consumo. Explica:“La gente consume por precio y, contra su voluntad y su paladar, se está alejando de marcas y de la vida de calidad a la que estaba acostumbrada y cada vez más se ve obligada a comprar y consumir cosas que, aunque no son de su agrado, son de su posibilidad”.

Rivera también señala que más personas compran arroz, azúcar y frijol a granel, debido a que los productos en bolsa son más costosos. Además, el huevo se ha convertido en la proteína más consumida, por encima de la carne o el pollo.

Otro indicador de esta precarización es la disminución del ticket promedio en las tienditas, que pasó de 100 a 50 pesos.

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¿Cómo se aplicará el salario mínimo en México en 2026?

“La precarización se mide por eso, que se compre por pieza, a granel y con una baja en productos de marca”, afirmó.

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