Estudiante de 13 años sufre reacción adversa y es hospitalizada tras ser vacunada sin permiso en secundaria en Guadalajara

GUADALAJARA.- Una jornada regular de clases en la Secundaria Técnica Mixta 41, ubicada en la colonia Mesa Colorada de Zapopan, terminó convirtiéndose en un episodio crítico para la familia Larios.

María Fernanda, estudiante de 13 años, fue vacunada dentro del plantel sin el consentimiento de su madre, Guadalupe Larios, según el testimonio proporcionado por la familia y difundido por medios locales.

La situación derivó en una reacción adversa que puso en riesgo la salud de la menor y abrió un debate sobre los procedimientos en jornadas de vacunación escolar, indicó Telediario.

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De acuerdo con la madre, la intervención se realizó hace 15 días durante una visita del personal de salud al plantel.

Nadie le notificó, tampoco se solicitó su autorización y no se le entregó información previa sobre el biológico aplicado.

¿Qué ocurrió después de la vacunación? La reacción que alertó a la familia

El día posterior a la vacunación, María Fernanda presentó síntomas alarmantes.

Su madre recuerda que la estudiante la contactó debido a que “se sentía mal”. Al llegar por ella, el cuadro era evidente.

“Al siguiente día la niña se pone mala y me marca, llegó y la niña tiene palidez, tiene taquicardia, trae un dolor en el pecho… la ambulancia pues jamás llegó”, relató Guadalupe.

Ante la falta de atención inmediata, decidió trasladarla por su cuenta a la Cruz Verde.

Más tarde fue valorada en el hospital Ayala, donde los estudios iniciales no mostraron anomalías claras.

Sin embargo, tras informar que la menor había sido vacunada, personal médico consideró que lo ocurrido “pudo haber sido una reacción” del biológico, aunque no pudieron confirmar si se trataba de algo pasajero.

Al regresar a clases días después, la sintomatología reapareció.

¿Quién autorizó la vacuna? La versión del director y el deslinde de responsabilidades

Cuando la familia buscó respuestas, la primera puerta fue la dirección del plantel. La respuesta, según Guadalupe, fue desconcertante e insuficiente.

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“Nos dirigimos directamente con el director, le hablamos, el cual como primera respuesta fue: ‘Yo me deslindo. Yo nada más traje a la Secretaría de Vacunación, yo no sé qué vacuna le pusieron, nada’”, denunció.

La madre insiste en conocer el tipo de vacuna aplicada, el lote, el personal responsable y si existió un registro del procedimiento.

También cuestiona por qué nunca se le solicitó autorización, considerando que su hija tiene antecedentes médicos que siempre comunica a la escuela.

¿Qué dice la menor? María Fernanda relata lo que vivió en la fila de vacunación

La estudiante recuerda que no hubo explicación previa ni consulta sobre si deseaba recibir la vacuna.

“No, la verdad, solamente me dijeron ‘bájate y fórmate, no te muevas’”, narró.

Días después, los síntomas y el miedo regresaron. La menor asegura que sintió temor por su vida al ver que su cuerpo reaccionaba de forma inesperada.

“Que se hagan responsables porque pues eso no va”, fue el mensaje que dirigió a quienes considera responsables del procedimiento.

¿Qué apoyo ha dado la escuela? La familia asegura que no ha habido acompañamiento

María Fernanda permanece convaleciente y no ha podido reincorporarse a clases. La escuela, según el testimonio de la madre, únicamente le pidió que se ponga al corriente con las tareas cuando mejore, sin ofrecer seguimiento emocional, médico o administrativo.

La familia expresa preocupación por la falta de protocolos y supervisión. Temen que casos similares puedan repetirse con otros estudiantes si no se aclaran los hechos ni se establecen medidas preventivas.

¿Qué exigen la madre y la familia? Transparencia, responsabilidad y protocolos claros

Guadalupe Larios insiste en que este caso no debe repetirse. Subraya que el problema no es solo la reacción adversa, sino la ausencia de consentimiento informado y la falta de claridad sobre qué ocurrió dentro del plantel.

“Para tratar esto, evitarlo porque ahorita pudo haber sido mi niña, al rato va a ser algo peor… yo creo que si mi hija la perdiera, pues nadie me la va a reemplazar”, lamentó.

La familia pide:

• Saber exactamente qué biológico fue aplicado.
• Conocer si existe registro oficial del procedimiento.
• Identificar al personal responsable dentro del plantel.
• Que autoridades escolares y de salud asuman responsabilidades.
• Que se establezcan protocolos obligatorios de consentimiento informado.
• Que se garantice el seguimiento médico para la menor.

¿Qué deben saber las familias sobre el consentimiento en jornadas de vacunación escolar?

Para evitar situaciones como esta, especialistas señalan que las escuelas deben seguir estos lineamientos:

• Ningún alumno puede ser vacunado sin autorización escrita de los padres o tutores.
• Las escuelas deben notificar con anticipación el tipo de vacuna, el propósito, el lote y el personal encargado.
• Los documentos de consentimiento deben estar disponibles para los padres y ser firmados antes de cualquier aplicación.
• Los planteles deben contar con protocolos de emergencia en caso de reacciones adversas.
• Las autoridades deben informar a los padres sobre cómo reportar incidentes o irregularidades.

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En caso de que un menor presente síntomas después de una vacunación escolar, se recomienda:

• Acudir de inmediato a un centro de salud.
• Solicitar el registro del biológico aplicado.
• Notificar a la escuela y a la jurisdicción sanitaria correspondiente.
• Documentar los síntomas y las fechas para un seguimiento adecuado.