CIUDAD DE MÉXICO.– El Senado aprobó anoche, en lo general y en lo particular, la reforma a la Ley de Aguas, horas después de que la Cámara de Diputados la avaló en una sesión continua de 24 horas. La discusión se dio entre acusaciones de la oposición sobre un posible intento del oficialismo por fortalecer el control político sobre el campo y sobre el manejo de concesiones hidráulicas.

La reforma modifica el régimen de concesiones y elimina la posibilidad de vender, transferir o cambiar el uso del agua asignada, lo que ha generado dudas entre productores agrícolas, legisladores opositores y especialistas. Morena y sus aliados afirman que el objetivo es impedir la mercantilización del recurso y ordenar la distribución; mientras que los grupos opositores advierten que se abre la puerta a presiones a pequeños productores.

ASÍ VOTARON

La reforma a la Ley de Aguas Nacionales fue votada en lo general y en lo particular por 116 senadores.

México

Ante quejas de campesinos y especialistas, Ricardo Monreal accede a ajustar la Ley de Aguas pues admite que algunos señalamientos “tienen razón”

• 82 votos a favor
• 34 votos en contra
• 0 abstenciones

LO QUE CONTIENE EN GENERAL LA LEY DE AGUAS

La reforma introduce modificaciones que buscan regular de manera más estricta el uso del agua, prevenir el acaparamiento y reconocer derechos comunitarios. Los puntos más importantes son:

1. Prohibición de compraventa y transferencia de concesiones: Se prohíbe que particulares compren, vendan, transfieran o negocien las concesiones de agua.
2. Ajustes en otorgamiento y uso de concesiones: Las concesiones podrán perderse si el agua no se utiliza durante dos años continuos.
3. Prohibición del acaparamiento: Se busca garantizar una distribución más justa del recurso hídrico.
4. Sanciones por delitos contra el agua: Se tipifican y sancionan los delitos relacionados con el agua, con penas de hasta ocho años de prisión.
5. Reconocimiento de sistemas comunitarios: Se reconocen los sistemas de agua comunitarios, particularmente en pueblos indígenas y afromexicanos.

DISCUTEN 24 HORAS PARA LEY DE AGUAS

La discusión en San Lázaro fue una de las más largas del año. En ese periodo:

• Se aprobaron 18 reservas adicionales, que se sumaron a otras 50 modificaciones previamente integradas.
• Las bancadas intercambiaron señalamientos por presunto acaparamiento del agua.
• Hubo insultos, empujones y una confrontación con carteles en el pleno.

La votación final cerró con 324 votos a favor, 118 en contra y dos abstenciones.

¿POR QUÉ SE GENERÓ CONTROVERSIA?

Durante las sesiones en ambas cámaras, la oposición afirmó que la reforma busca incrementar la influencia del Gobierno sobre los productores del campo al impedirles mover o negociar sus concesiones.

El senador panista Ricardo Anaya Cortés dijo que la reforma tiene “dos dardos envenenados” y aseguró que “quieren el control del agua, quieren tener de rodillas a cualquier campesino que tenga una concesión”. Explicó que, si un productor desea vender su tierra, no podría transmitir el derecho al agua, lo que afectaría el valor de su propiedad.

Morena rechazó esa interpretación. El senador Adán Augusto López afirmó que no se pretende “afectar a los productores ni tener un mayor control político”, sino impedir el uso comercial de las concesiones.

LOS PUNTOS MÁS POLÉMICOS DE LOS CAMBIOS

La reforma a la Ley de Aguas incluye varias disposiciones que han generado debate entre legisladores y especialistas.

1. Retroactividad limitada: El artículo segundo transitorio establece que, mientras no se publiquen los reglamentos correspondientes, seguirán aplicándose las reglas previas. La única excepción son las transmisiones y cambios de uso de concesiones, que estarán sujetas a la nueva normativa.
2. Sanciones y excepciones: Se ampliaron las sanciones por delitos relacionados con el agua. Sin embargo, se excluye de estas medidas a quienes alteren, desvíen u obstruyan cauces o flujos para uso agropecuario familiar, protegiendo prácticas agrícolas de pequeña escala.
3. Críticas internas: El diputado priista Emilio Lara calificó el dictamen como un “Frankenstein legislativo”, argumentando que los cambios no garantizan certeza jurídica para heredar o transferir concesiones. Señaló que, para lograrlo, habría sido necesario modificar el artículo 22, que actualmente prohíbe la transmisión de derechos de agua.

LAS CONSULTAS

La oposición sostuvo que la falta de consulta es una irregularidad constitucional. El coordinador del PRI, Rubén Moreira, señaló que el dictamen no fue consultado con las comunidades indígenas.

El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, respondió que nunca afirmó lo contrario y que las consultas a las que se hace referencia corresponden al Plan Nacional de Desarrollo, no a la reforma específica. La aclaración generó nuevamente confrontación entre bancadas.

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LA “GUERRA DE CARTELES”: ACUSACIONES DE ACAPARAMIENTO

Uno de los momentos de mayor tensión ocurrió cuando legisladores comenzaron a exhibir carteles con nombres y fotografías de presuntos acaparadores de agua.

• Morena presentó un cartel sobre el “Cártel del Agua del Bajío”, señalando al ex presidente Vicente Fox como titular de más de 10 concesiones.
• Diputados del PAN replicaron mostrando imágenes de Layda Sansores, Olga Sánchez Cordero, Altagracia Gómez y José Ramón López Beltrán con la leyenda “Acaparador de Agua”.

¿QUÉ SIGUE PARA LA REFORMA?

Con la aprobación en ambas cámaras, la reforma pasará a promulgación y posteriormente a su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Después iniciará la etapa más compleja: la elaboración del nuevo reglamento, que definirá los procedimientos para reasignaciones, supervisión del uso del agua y criterios para las concesiones.

Para productores agrícolas, empresas y comunidades, la implementación será clave para entender cómo se aplicarán las nuevas reglas y qué tanto cambiará su operación cotidiana.