Subordinación, persecución y cifras maquilladas: las graves acusaciones que marcaron el polémico nombramiento de Ernestina Godoy como fiscal general

Este miércoles, el Senado de la República ratificó, con los votos de Morena y sus aliados, a Ernestina Godoy Ramos como la nueva titular de la Fiscalía General de la República (FGR).

Sin embargo, el nombramiento llega envuelto en severas acusaciones públicas que cuestionan no solo la transparencia del proceso, sino la independencia misma de la institución.

Figuras como el activista Emilio Álvarez Icaza han calificado la selección como una “pantomima” y han alertado sobre lo que consideran un patrón de subordinación del ministerio público al poder político.

México

Ernestina Godoy permanecerá como Fiscal General de la República (FGR) tras llegar como reemplazo interino por la renuncia Alejandro Gertz Manero

¿Qué se le acusa a Ernestina Godoy?

Horas antes de la ratificación de Ernestina Godoy, Emilio Álvarez Icaza concedió una entrevista al Informativo NTR con Guillermo Ortega, donde realizó acusaciones graves contra la nueva fiscal, las cuales se centran en dos ejes: su proceso de designación y su gestión previa como fiscal de la Ciudad de México.

En primer lugar, Álvarez Icaza aseguró que el proceso en el Senado fue una “pantomima”. Señaló que la lista de aspirantes estaba compuesta “en su mayoría [por personas] cercanas al gobierno” y que “todo mundo sabe que la próxima fiscal será Ernestina Godoy”. Esto, a su juicio, confirma “la subordinación del aparato de justicia a la política”.

En segundo lugar, Álvarez señaló los antecedentes de Godoy en la CDMX, cuestionando su nombramiento en 2018 como fiscal capitalina, el cual requirió una modificación legal hecha “a modo”. Además su gestión se vio envuelta en casos como la Línea 12 del Metro, los feminicidios y las desapariciones.

El contexto: Una FGR bajo la sombra de Gertz Manero

Las críticas a Godoy se enmarcan en una evaluación negativa de la fiscalía que hereda. Álvarez Icaza calificó la gestión del saliente Alejandro Gertz Manero como “un desperdicio histórico”.

Aseguró que Gertz no consolidó una fiscalía autónoma, sino que “entregó la fiscalía a las manos de López Obrador”.

Señaló que su gestión se caracterizó por “silencios, ausencias y sumisión”, dejando casos emblemáticos como Ayotzinapa “suspendidos”. Este modelo, afirma, fue copiado por fiscalías locales.

La acusación central: Uso político de la justicia

La denuncia más grave es que la fiscalía se ha convertido en un instrumento de persecución política, no de combate al crimen.

• Persecución a opositores: “Han utilizado la fiscalía para perseguir periodistas, amenazar empresarios, exhibir a jóvenes y señalar opositores... y no para perseguir a narcos, asesinos y extorsionadores”, afirmó Álvarez Icaza.
• Caso Pegasus: Recordó que durante su periodo en CDMX se usó el software de espionaje Pegasus contra rivales políticos. “En lugar de emplear la inteligencia del Estado contra la delincuencia, la usan contra opositores”, dijo.
• Señalamiento de vinculación con el crimen: El activista fue más allá al señalar un “pacto con el narco” y vincular a figuras como el senador Adán Augusto López con estructuras criminales, lo que calificó como “una señal de descomposición”.

La denuncia sobre “maquillaje” estadístico

Otra acusación relevante es la manipulación de cifras de seguridad. Álvarez Icaza expuso que en la CDMX la aparente mejoría se logró cambiando la metodología:

Dicen que bajaron los homicidios, pero aumentaron dramáticamente las muertes sin aclarar y las personas desaparecidas”.

Advirtió que esta estrategia de “maquillar” datos podría replicarse a nivel nacional con Godoy al frente de la FGR.

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¿Cuáles son las advertencias para el futuro?

Los críticos del nombramiento anticipan consecuencias graves en varios frentes:

• Económicas: Álvarez Icaza advirtió que la sumisión del Poder Judicial y la falta de autonomía en la FGR podrían espantar la inversión por la falta de protección.
• Sociales: Alertó sobre un creciente descontento por la impunidad y la percepción de inseguridad creciente. Considera que el gobierno está construyendo “una burbuja que va a reventar tarde o temprano”.

La ratificación de Ernestina Godoy no cierra el debate, sino que lo proyecta hacia el futuro. Su gestión al frente de la FGR será medida contra estas acusaciones iniciales: deberá demostrar si la institución puede actuar con autonomía, resolver casos de alto impacto y recuperar su papel como garante de la justicia para todos, o si, como temen sus críticos, se consolidará como un brazo más de la estrategia política del gobierno en turno.

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