Tortilla de tortillería o de supermercado: Profeco revela cuál es más nutritiva
Con esta información, Profeco invita a los consumidores a valorar el proceso tradicional de la nixtamalización y a elegir conscientemente el tipo de tortilla que llevan a su mesa.
CIUDAD DE MÉXICO. 3 DE NOVIEMBRE DE 2025.- La tortilla de maíz es base en la dieta mexicana desde tiempos prehispánicos. Sin embargo, no todas las tortillas son iguales.
De acuerdo con la Revista del Consumidor de noviembre, publicada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el tipo de tortilla que elijamos puede influir directamente en el sabor, la textura y, sobre todo, en el aporte nutricional de nuestros alimentos.
En el mercado predominan dos tipos: la tortilla de tortillería, elaborada con maíz nixtamalizado, y la tortilla empaquetada de supermercado, fabricada generalmente con harina de maíz.
Nixtamalización vs. Harina de Maíz
Según Milenio, la diferencia fundamental entre ambas radica en el proceso de elaboración. La nixtamalización —una técnica ancestral en la que el maíz se cuece con cal y agua— no solo mejora la digestibilidad, sino que también potencia su valor nutricional.
La tortilla de tortillería, elaborada con maíz nixtamalizado, contiene más calcio, magnesio, fósforo, potasio, vitaminas del grupo B, fibra y proteína. Además, gracias a la cal utilizada, los nutrientes son mejor absorbidos por el organismo.
Por otro lado, la tortilla de supermercado, elaborada a partir de harina de maíz industrializada, suele tener un mayor contenido de calorías, grasas y sodio. Aunque sigue siendo un alimento básico, su perfil nutricional difiere del de la tortilla fresca.
Más allá de la nutrición: textura, tamaño y consumo
Más allá de su valor nutricional, el origen de la tortilla influye directamente en la forma en que se consume y se maneja:
Las tortillas elaboradas en tortillería suelen ser más pequeñas, delgadas y con una textura más suave y flexible. Representan un pilar esencial en la dieta mexicana, con un consumo promedio anual de 65.8 kilogramos por persona.
Por su parte, las tortillas de supermercado tienden a ser más grandes y gruesas, además de resultar generalmente más económicas por unidad. Aun así, ambos tipos continúan siendo un alimento básico, pues el 83.5% de los hogares en México destinan parte de su presupuesto a comprarlas.
Cómo conservarlas y evitar el desperdicio
Para conservar tus tortillas por más tiempo y mantener su frescura, es importante aplicar algunos cuidados básicos:
- No las guardes calientes en el refrigerador. Espera a que se enfríen completamente a temperatura ambiente.
- Una vez frías, envuélvelas en una servilleta de tela y colócalas dentro de una bolsa o recipiente de plástico con tapa hermética.
- Si están recién hechas o aún tibias, sepáralas una por una antes de almacenarlas para evitar que se peguen.
En caso de que las tortillas se endurezcan, no las tires. Puedes reutilizarlas en platillos tradicionales como chilaquiles, tostadas o tiritas fritas para acompañar sopas.
Finalmente, recuerda desecharlas si notas señales de descomposición, como olor agrio o rancio, manchas verdosas, rosadas, rojizas o grises, o una textura viscosa. Estas características indican que ya no son seguras para su consumo.
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