Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / México / Dia de muertos

Productores y artesanos defienden las tradiciones del Día de Muertos frente al auge de las semillas extranjeras de cempasúchil en la Ciudad de México

Mientras las semillas extranjeras ganan terreno en los cultivos, las familias mexicanas siguen siendo el corazón del Día de Muertos.

Productores y artesanos defienden las tradiciones del Día de Muertos frente al auge de las semillas extranjeras de cempasúchil en la Ciudad de México

Ciudad de México.– Agricultores y artesanos de la capital mexicana aseguran que las tradiciones del Día de Muertos sobreviven gracias a las manos mexicanas que las mantienen vivas, pese al aumento del uso de semillas importadas de China en el cultivo de la emblemática flor de cempasúchil, símbolo de esta celebración que ilumina altares, tumbas y calles cada 1 y 2 de noviembre.

En el Zócalo capitalino, las flores de tonos dorados y anaranjados –algunas nacidas de semillas extranjeras– se entrelazan con calaveras de cartón pintadas a mano, velas, papel picado y ofrendas elaboradas por artesanos locales.

Allí, productores provenientes de Xochimilco, San Gregorio Atlapulco y Milpa Alta exhiben con orgullo su trabajo, mientras recuerdan que “lo hecho en México” sigue teniendo alma.

Cempasúchil, una tradición que resiste

Concepción García, floricultora de Xochimilco y tercera generación de una familia dedicada al cultivo en chinampas, explica que este año ha tenido que aclarar a los clientes las diferencias entre las variedades locales y las importadas.

“Todo es hecho aquí, en Xochimilco. Solo la semilla viene del extranjero. Nosotros defendemos nuestro producto porque nosotros lo cultivamos”, comenta.

Según García, en 2024 su familia enfrentó una caída importante en las ventas, ya que muchos consumidores pedían “la variedad tradicional” del cempasúchil, conocida por su aroma intenso y pétalos más finos, y rechazaban las flores de semilla china tipo Marigold o Marvel Gold, de botón grande y color uniforme.

Para 2025, los productores decidieron sembrar ambas variedades, buscando satisfacer todos los gustos. Sin embargo, las lluvias recientes complicaron la cosecha: los invernaderos en el canal de Nativitas sufrieron inundaciones, provocando pérdidas del 10 % en su producción de 35 mil plantas.

Aun así, García reconoce que las ventas marchan bien gracias al apoyo del Gobierno capitalino en ferias y espacios como la Feria del Cempasúchil, donde se distribuyeron más de 6.3 millones de flores producidas en Xochimilco, según cifras oficiales.

De acuerdo con estimaciones de la UNAM (2021), más del 90 % de las semillas utilizadas en México para cultivar cempasúchil son importadas, principalmente de China y Estados Unidos, lo que ha generado debate sobre la soberanía agrícola y el rescate de variedades nativas.

Artesanos: “Las tradiciones no se importan”

A unos metros de los puestos de flores, María Gabriela Guzmán, cartonera y artista de Xochimilco, vende calaveras hechas de papel y cartón, un oficio que ha mantenido por más de dos décadas.

“Lo importante no es de dónde venga la semilla, sino lo que representa esta flor. Cuando los campos se ponen amarillos, anuncian la venida de las ánimas”, afirma Guzmán, mientras acomoda sus catrinas monumentales.

Para ella, la llegada de insumos extranjeros no amenaza las tradiciones mexicanas. Al contrario, considera que las ha fortalecido a través del arte, el cine y la creatividad popular.

Recuerda que la película Spectre (2015), de la saga James Bond, “revivió el interés por las catrinas y la cartonería mexicana”, inspirando desde 2016 el Desfile de Catrinas que hoy recorre el Paseo de la Reforma y culmina en el Zócalo.

“Esa película hizo que la cartonería se volviera moda. Hoy los artistas tienen más oportunidades de mostrar su trabajo y mantener vivas nuestras raíces”, señala.

Entre tradición y modernidad

Mientras las semillas extranjeras ganan terreno en los cultivos, las familias mexicanas siguen siendo el corazón del Día de Muertos.

Para productores y artesanos, la verdadera batalla no está en la procedencia del material, sino en preservar el sentido cultural, espiritual y comunitario de esta celebración reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

“Podrán venir flores de otros países, pero el alma del Día de Muertos solo florece aquí”, resume Guzmán, mientras el aroma del cempasúchil se mezcla con el murmullo del Zócalo iluminado por miles de velas.

También te puede interesar: Menor presencia de venta informal de flores en Día de Muertos: Canaco

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados