Tras ser despedido, ex empleado de una taquería balea a su jefe y deja a siete niños huérfanos

CIUDAD DE MÉXICO. 20 DE OCTUBRE DE 2025.- Un negocio de venta de tacos en Cincinnati, Estados Unidos, se convirtió en escenario de un trágico ataque armado que cobró la vida de Ryan Johnson, gerente del establecimiento y padre de siete hijos.

Según el Heraldo de México, el presunto responsable, Jonathan Morris, de 21 años, era un ex empleado de la taquería que habría decidido vengarse luego de ser despedido un día antes del crimen.

De acuerdo con las autoridades locales, el ataque ocurrió alrededor de la medianoche del viernes 29 de agosto, cuando Johnson tomaba su descanso dentro de la sucursal de Taco Bell. El agresor aprovechó ese momento para acercarse al gerente y abrir fuego, causándole la muerte en el lugar.

Hallan el cuerpo en el estacionamiento

El cuerpo del gerente fue localizado por los servicios de emergencia en el estacionamiento del establecimiento, con varios impactos de bala. Cuando los paramédicos arribaron, Johnson ya no presentaba signos vitales.

Familiares y compañeros de trabajo lo describieron como un hombre trabajador, amable y comprometido con su equipo.

Estaba trabajando. A Ryan leencantabaestar ahí para todos; te daba hasta la camisa que llevaba puesta. Siempre tenía esasonrisaenorme y cursi. Así es como lo recuerdo”, expresó su tía Ebony Denton, citada por el medio WCPO 9 Cincinnati.

Arresto del presunto homicida

La Unidad de Homicidios y la Brigada de Detención de Fugitivos de la policía de Cincinnati lograron arrestar a Jonathan Morris este fin de semana, tras comprobar su implicación en el ataque. Según la investigación, el joven conocía perfectamente los horarios de su ex jefe y planeó el asesinato con antelación.

El fiscal adjunto David Hickenlooper señaló que la familia del agresor se encuentra en estado de shock por los hechos:

“Están devastados por esto. Fue absurdo. Creemos que (Ryan) solo intentaba ayudar (a Morris)”, dijo el funcionario.

Una familia destrozada

Ryan Johnson, de 32 años, era padre de siete hijos, quienes ahora quedaron al cuidado de sus familiares. La abuela de la víctima pidió justicia durante la audiencia del detenido:

“Mató a mi nieto. No tiene por qué salir. Quitó una vida”, expresó.

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