Policías y militares enfrentan a civiles armados tras secuestro de agente estatal

Sinaloa. — El pasado 03 de octubre de 2025, en Culiacán, Sinaloa, se registró un violento episodio que activó el protocolo de máxima alerta en la entidad. Un elemento de la Policía Estatal Preventiva fue privado de su libertad mientras se encontraba en su día de descanso, lo que llevó a la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa a emitir un reporte urgente al Grupo Interinstitucional y activar el Código Rojo.

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Horas después, en el sector sur de la ciudad, se localizó una unidad con características similares a la reportada, en la que civiles armados se habían llevado al agente. Al darle seguimiento, se desató un enfrentamiento que paralizó una de las avenidas más transitadas de la capital.

Intercambio de fuego en Álvaro Obregón

El enfrentamiento ocurrió sobre la avenida Álvaro Obregón, donde personal militar repelió la agresión de los civiles armados. Durante el operativo, se logró la detención de tres hombres, quienes presentaban heridas de arma de fuego, y se redujo a un cuarto agresor. En medio del caos, el agente secuestrado fue rescatado, aunque también resultó lesionado.

Todos los heridos fueron trasladados de inmediato a recibir atención médica. La rápida respuesta de las fuerzas de seguridad evitó que el incidente escalara aún más, aunque dejó en evidencia la vulnerabilidad de los elementos policiacos incluso fuera de servicio.

Armamento asegurado y zona bajo investigación

En el lugar de los hechos se aseguró un vehículo con armamento y equipo táctico, lo que refuerza la hipótesis de que los agresores estaban preparados para un enfrentamiento prolongado. Las autoridades ministeriales ya se encuentran procesando la escena para continuar con las investigaciones correspondientes.

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Este hecho se suma a la creciente preocupación por la seguridad en Sinaloa, donde los ataques contra elementos de seguridad han ido en aumento. La coordinación entre fuerzas estatales y federales fue clave para evitar una tragedia mayor y recuperar con vida al agente privado de su libertad.