“Huachicol Fiscal”: Así falseaban muestras en aduanas para ingresar diesel ilegal en buques
Una red de corrupción operada desde la Marina por los hermanos Farías Laguna y el grupo “Los Primos” permitía el ingreso ilegal de diesel.
CIUDAD DE MÉXICO.-Una sofisticada red de corrupción, operada desde el interior de la Secretaría de Marina (Semar) y con la complicidad de verificadores en al menos cuatro aduanas marítimas del país, fue desmantelada por la Fiscalía General de la República (FGR). La investigación, denominada “huachicol fiscal”, revela un modus operandi para introducir ilegalmente al país millones de litros de diesel evadiendo el pago de impuestos, mediante el falseamiento de muestras y documentación en buquetanques, detalla una investigación de El Universal.
Los operadores y la estructura criminal
De acuerdo con la indagatoria, la red era liderada por los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, quienes operaban desde la Marina. La estructura se sustentaba en un grupo conocido como “Los Primos”, sobrinos del exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.
La ejecución del esquema recaía en verificadores aduanales y mandos navales en los puertos de Tampico, Altamira, Guaymas y Ensenada. Estos funcionarios eran los encargados legales de inspeccionar la mercancía y verificar su documentación, pero en su lugar, hacían “caso omiso a lo que ingresaba y salía” de los puertos.
El modus operandi: El cambio de muestras
La investigación detalla un procedimiento meticuloso para burlar los controles:
- Falsificación de la carga: Los buquetanques arribaban a los puertos reportando como carga “aditivo para aceite” o “aceites”, mercancías con impuestos muy inferiores a los del diesel.
- Toma de muestras amañada: Al llegar el buque, los verificadores (como Antonio Campos Vera, Anatalia J. Gutiérrez e Ismael Ricaño Matías) utilizaban un equipo especial llamado “Géminis” para tomar muestras. Sin embargo, en lugar de tomar la sustancia real del barco, presentaban frascos previamente preparados con una sustancia diferente que sí correspondía a aditivos o aceites.
- Control del laboratorio: Estas muestras falsas se enviaban al laboratorio central de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) para su análisis. El testigo colaborador “Santo”, exdirector de la aduana de Tampico, declaró que los resultados siempre arrojaban que la carga era legal, lo que sugiere que la red también tenía control sobre el laboratorio. No fue hasta marzo de 2025 que se pudo comprobar que la carga real era un derivado de combustible.
- Liberación de la carga ilegal: Con el falso dictamen del laboratorio, los pedimentos (documentación aduanal) se daban por válidos y el diesel ilegal era descargado y distribuido en el país sin pagar los impuestos correspondientes, generando cuantiosas ganancias para la organización.
Complicidad y corrupción en los puertos
La FGR señala que esto “refleja el nivel de planeación y la complicidad entre mandos y operadores”. Figuras clave en la aduana de Tampico incluían al capitán Sergio Varela Morales, exsubdirector de Vigilancia y Control, a quien se le entregaban gratificaciones en efectivo por cada barco que arribaba. Según “Santo”, se le pagaron 50,000 pesos por el capitán Varela Morales y 40,000 pesos para los verificadores Ricaño y Anatalia, enviados por el capitán Miguel Ángel Solano, alias “Sol”.
La jefa del Departamento de Operaciones en Tampico, Perla Elizabeth Castro Sánchez, es acusada de ser el enlace crucial para remitir las muestras falsas al laboratorio y revisar la documentación fraudulenta.
Implicados y alcance de la red
Entre los detenidos y vinculados a proceso se encuentran:
- En Tampico: Perla Elizabeth Castro Sánchez, Anatalia J. Gutiérrez, Ismael Ricaño Matías, Antonio Campos Vera y Leonardo Macías Valdivia.
- En Guaymas, Sonora: Ramón Eduardo Quintana Amaya y Óscar Antonio Vergara Roble, vinculados al buque “Torm Agnes”, que descargó 2 millones de litros de huachicol fiscal.
La investigación también sugiere que el primer maestre Antonio Campos Vera pudo haber utilizado sus conocimientos técnicos para facilitar no solo el ingreso de hidrocarburos ilegales, sino también el tráfico de drogas.
Conclusión de la investigación
La FGR resume la operación afirmando que “los verificadores aduanales son los encargados de permitir el paso de hidrocarburo ilegal y hacer caso omiso de las operaciones ilícitas... siendo ellos los que presentan frascos con diferentes sustancias para soportar su dicho”. Este caso expone una infiltración profunda en las instituciones aduaneras y de seguridad, revelando un esquema de corrupción que afectó directamente al erario federal mediante la evasión fiscal a gran escala.