Le dejaron de tarea fundir aluminio desde casa y le explotó en el rostro; mamá denuncia que escuela intentó sobornarla con 75 mil pesos para decir que fue un “accidente” dentro de la escuela

CHIHUAHUA.- — “Mamá, no veo nada, ya no te voy a volver a ver nunca”, gritó Carlos Daniel Rodríguez, de 16 años, segundos después de que le explotara en el rostro un proyecto escolar de fundición de aluminio.

Su madre, Ana Cristina Sáenz Gómez, lo llevó de inmediato al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde recibió un diagnóstico devastador: “tiene los ojos fulminados, no tiene esperanza”.

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La tarea que cambió su vida

De acuerdo con La Jornada, el accidente ocurrió en marzo de 2024, en el ejido San Lorenzo, en Buenaventura, Chihuahua. Según relató la familia, el profesor Sergio Rentería, del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Chihuahua (CECyTECH), les pidió a sus alumnos elaborar piezas de torno fundiendo aluminio.

Al principio, los intentos fueron en el plantel, pero nunca lograron concretarlo. Una vez, incluso, una brasa de carbón salió disparada y quemó la malla de la escuela. Pese a los riesgos, el docente ordenó que el trabajo se continuara en las casas de los estudiantes.

Ese día, tres compañeros de Carlos: Adrián Hernández, Paulina Arredondo y Naomy Jurado, lo acompañaron a su domicilio con un tanque de gas adaptado y botes de aluminio. A los pocos minutos, ocurrió la explosión.

Carlos resultó gravemente herido, con quemaduras severas en ambos ojos. Sus compañeros sólo sufrieron lesiones menores.

“Nunca nos ayudaban los maestros”

El joven recuerda que en la escuela los intentos siempre fracasaban.

“En la escuela nunca pudimos fundir, lo intentamos varias veces con el maestro, siempre era una cosa u otra y ese día pasó lo peor. Los profesores no nos ayudaban, o estaban platicando o iban a almorzar, pero nunca nos quisieron ayudar”, contó.

Intento de encubrimiento

Tras la explosión, la institución educativa ofreció un seguro privado con un tope de 75 mil pesos, pero sólo si los alumnos declaraban que el accidente había ocurrido en la escuela.

La familia de Carlos rechazó esa propuesta y decidió continuar con su atención en el IMSS, donde le realizaron un lavado quirúrgico de emergencia y confirmaron el diagnóstico de pérdida total de visión.

Con el tiempo, tras varias cirugías, logró conservar apenas un 20% de vista en un ojo. Sin embargo, la escuela retiró el seguro médico y se deslindó de toda responsabilidad.

“De la escuela ya no tuve noticia, mi hijo estaba en tercer semestre, hablé con el profe y le dije que no le fueran a quitar el seguro y se lo quitaron. No he recibido ningún apoyo del plantel educativo. Ellos no han querido atender el costo de cirugías ni de tratamientos o de los medicamentos. Ni siquiera emocionalmente nos han ayudado con terapia psicológica. Ni una disculpa. Nada”, denunció la madre.

Negligencia y carencias en el plantel

Ana Cristina señaló que el laboratorio carecía de equipo de protección. De acuerdo a su testimonio, el plantel contaba solamente con “tres batas, cinco lentes solamente para 40 alumnos y no se daban abasto”.

La madre acusa tanto a los profesores como al gobierno de Chihuahua, encabezado por María Eugenia Campos Galván, de querer minimizar la tragedia.

“Los profesores tienen mucha culpa porque fue una falta de atención, tal vez no estaban preparados. El gobierno debió estar al pendiente de lo que les faltaba”.

Derechos Humanos exige reparación del daño

El 25 de julio de 2025, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua (CEDH) emitió la recomendación 5s.1.103/2025, en la que ordena al gobierno estatal garantizar la reparación integral del daño, atención médica y psicológica gratuita, así como sanciones para los responsables.

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Carlos Ibarra, abogado de la familia, explicó que esta recomendación es la base de la demanda civil contra el plantel y el Estado.

“Buscamos justicia para que este tipo de accidentes no vuelvan a ocurrir. Dejamos a nuestros hijos en manos de las instituciones educativas para formarlos y no puede ser posible que ocurra esto por una negligencia y responsabilidad de la escuela”, afirmó.

“Es una obligación compartida y tienen que pagarle a la víctima. No sólo una reparación integral del daño, sino también la disculpa pública para hacer un reconocimiento de la negligencia por parte del plantel educativo como del gobierno del estado que debe responder por ese plantel”.

“Quiero que le aseguren su futuro”

A más de un año del accidente, la vida de Carlos cambió por completo. Dejó de practicar deportes, de andar en bicicleta o de reparar autos, actividades que solía disfrutar.

Su madre sigue luchando: “Estoy pidiendo que se le asegure su futuro. Ya no va a poder hacer su vida normal. Quiero que le reparen el daño asegurando su vida económicamente”, expresó.

La familia tuvo que abandonar la zona rural y mudarse a la ciudad en busca de atención médica. Desde el Congreso local, la diputada de Morena María Antonieta Pérez Reyes exigió al gobierno estatal cumplir con la recomendación de la CEDH.

“Este gobierno de Chihuahua se ha caracterizado por una frivolidad tremenda, pedimos que acaten las recomendaciones y les entra y les sale por un oído sin hacer caso. Lejos de esperar sensibilidad de la gobernadora, es todo lo contrario. Nos topamos con la indiferencia”.

Hoy, Carlos enfrenta una nueva vida con severas limitaciones visuales.