“Mi tierra no se vende”: Realizan segunda marchan contra la gentrificación en el sur de CDMX
Vecinos, colectivos y ciudadanos protestan sobre Insurgentes Sur para exigir vivienda digna y frenar el desplazamiento habitacional
Ciudad de México.— Decenas de personas salieron a las calles este sábado para participar en la segunda marcha contra la gentrificación en la capital del país. La manifestación se concentró en el sur de la ciudad y avanzó sobre la avenida Insurgentes Sur, una de las más transitadas de la metrópoli.
La cita fue en la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, donde los asistentes se reunieron con pancartas y consignas. Desde el inicio, el punto fue acordonado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes colocaron vallas y limitaron el acceso a los manifestantes, de acuerdo con información de La Jornada.
Caravana avanza con consignas contra el desplazamiento
Los participantes, entre ellos colectivos defensores del derecho a la vivienda, vecinos y ciudadanos en general, comenzaron su avance con dirección a El Caminero. Durante el trayecto pasaron por la estación Santa Úrsula, gritando consignas como “Mi tierra no se vende”, “Vecino callado, será gentrificado” y “Queremos vivienda, el Mundial nos vale v…”., compartió el medio Sputnik Mundo a través de su cuenta de X (antes Twitter).
Los asistentes también expresaron su rechazo a las consecuencias de la gentrificación, como el encarecimiento del arrendamiento y el desplazamiento forzado de familias. Algunas pancartas incluso señalaban directamente a intereses extranjeros con frases como “Fuera yankies de América Latina”.
Rechazo al aumento en renta y falta de vivienda accesible
A menos de un mes de la primera movilización, los manifes
tantes regresaron a las calles para exigir frenar los procesos de gentrificación que, aseguran, han disparado los precios de la vivienda en varias zonas de la ciudad.
La demanda central es el acceso a una vivienda digna y arrendamientos que no desplacen a las comunidades tradicionales. La protesta también sirvió para visibilizar el descontento hacia eventos que, consideran, han agravado esta problemática, como proyectos turísticos y deportivos de gran escala.