Desarme y un llamado urgente a la paz hace la iglesia mexicana, tras tercer aniversario del asesinato de sacerdotes jesuitas en Chihuahua

MÉXICO.- Este mes de junio, la Iglesia católica mexicana lanzó un llamado urgente a “desarmar” las calles del país y trabajar colectivamente por la paz, en el marco del tercer aniversario del asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos en Cerocahui, Chihuahua.

Según una nota de EFE, ambos religiosos fueron asesinados dentro de una iglesia mientras intentaban proteger a un hombre que huía de un criminal armado.

En su editorial dominical del semanario Desde la Fe, la Iglesia advirtió que “el anhelo de paz no puede ser una consigna vacía, ni un llamado abstracto”, sino una “tarea urgente y concreta” frente a la grave crisis de violencia que atraviesa el país.

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Recuerdo a las víctimas y llamado a la acción

“A partir del testimonio de los padres Javier y Joaquín, a quienes recordamos a tres años de su asesinato, y de tantas víctimas silenciadas, recordamos que la paz verdadera no se decreta: se construye en comunidad”, expresó la publicación.

Como parte de las actividades conmemorativas, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó el pasado viernes a todas las iglesias del país a repicar sus campanas en memoria de las víctimas de la violencia.

En esta misma línea, monseñor Francisco Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, expresó su preocupación por las redadas migratorias recientes en Estados Unidos.

Calificó estas acciones como “injustas” y advirtió que “claman al racismo”, lo cual, dijo, “nos devuelve a una humanidad dividida”.

Construcción de paz desde las comunidades

La Iglesia también resaltó los avances del Diálogo Nacional por la Paz, una iniciativa surgida a raíz del asesinato de los jesuitas.

Este esfuerzo ha congregado a miles de personas en todo el país con el objetivo de fomentar la reconciliación desde las familias, escuelas, universidades y comunidades locales.

“Una de las semillas más importantes que sembró la búsqueda de justicia tras la muerte de los padres Javier y Joaquín fue el Diálogo Nacional por la Paz”, destacó el editorial.

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Frente a este panorama, la Iglesia mexicana reiteró su compromiso con la paz y llamó a las autoridades, organizaciones sociales y ciudadanos a sumarse a la reconstrucción del tejido social.

“Es momento de mirar el dolor y actuar”, concluyó el mensaje.