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Fundación Vinte, bajo el liderazgo de Carlos Cadena, impacta positivamente a más de 100 mil personas

Fundación Vinte, bajo el liderazgo de Carlos Cadena, impacta positivamente a más de 100 mil personas

A lo largo de cinco años de operación, la Fundación Vinte ha desplegado una estrategia basada en generar cambios positivos en las comunidades, asegurando un progreso social, económico y medio ambiental, bajo un enfoque inclusivo y sostenible.

Zapotlán de Juárez es uno de los ochenta y cuatro municipios que conforman el estado de Hidalgo en México. Ahí, donde habitan aproximadamente 24 mil personas, todos los días se registra un fenómeno que amenaza su tranquilidad: la inseguridad, expresada en violencia familiar, robo de vehículos y a casas, amenazas, lesiones dolosas, entre otros delitos, lo que obliga a la ejecución de estrategias integrales que permitan mejorar las condiciones de seguridad y paz.

Bajo ese contexto, recientemente tuvo lugar ahí un acontecimiento que sigue los lineamientos de organismos internacionales para combatir los desafíos que las sociedades enfrentan en estos tiempos. A mediados de abril de 2025, la Fundación Vinte, presidida por Carlos Cadena, realizó la entrega de una patrulla, equipamiento urbano y de dispositivos de vigilancia remota a la Comisión Ciudadana del Ayuntamiento de Zapotlán de Juárez, Hidalgo, para contribuir a contrarrestar los altos índices delictivos que ahí se manifiestan.

La Organización de las Naciones Unidas, a través del ODS #17, enfatiza la importancia de las alianzas entre gobiernos, sector privado y sociedad civil para alcanzar metas de desarrollo sostenible que mejoren la calidad de vida de las personas. El Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional recomiendan que las empresas formen alianzas estratégicas con gobiernos locales y nacionales, ONG y otros actores para implementar programas de desarrollo comunitario sostenibles. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ofrece recomendaciones para que las empresas operen de manera responsable, promoviendo la colaboración con gobiernos para mejorar el bienestar social en las comunidades donde operan.

La alianza entre la Fundación Vinte y las autoridades municipales de Zapotlán de Juárez es una referencia de las estrategias que deben impulsarse para que los diferentes actores de un entorno contribuyan para un propósito común.

¿Cómo es que una donación puede generar un impacto significativo para las comunidades? “Cada donación es una inversión directa en el corazón de las comunidades. Es la chispa que nos permite promover espacios seguros de convivencia”, responde Carlos Cadena, presidente de la Fundación Vinte.

Fundación Vinte nació como una organización corporativa de la sociedad civil iniciando actividades el 4 de febrero del año 2020. Su antecedente es el Desarrollo Comunitario que Vinte genera, creando micro sociedades sostenibles a partir de un Plan Maestro Comunitario. Así, cinco años después de su creación, ha logrado impactar a 100 mil personas, a través de sus diferentes líneas de acción.

Ésta es la breve historia en torno de los cinco años en los que la Fundación Vinte ha incidido, positivamente, en 19 municipios de alta marginación en México, a través de 29 programas en funcionamiento.

VIVA LA ACCIÓN COLECTIVA: CARLOS CADENA

La creación de la Fundación Vinte ocurrió en un momento nunca antes visto. Cuando la pandemia por el Covid-19 empezaba a cobrar sus primeras víctimas, nació bajo un propósito: procurar el tejido social y generar comunidad. Para lograrlo, sin embargo, no estaban del todo dadas las condiciones a raíz del confinamiento, por lo que entonces recurrió al uso de herramientas digitales para ofrecer, por ejemplo, cursos de pareja dirigidos a los padres de las familias que vivían en los desarrollos de Vinte.

Al paso del tiempo, y conforme la pandemia empezaba a ofrecer tregua, las iniciativas de la fundación presidida por Carlos Cadena se desplegaron con el objetivo de rescatar espacios públicos para detonar la convivencia entre vecinos. De esta manera, organizaba torneos de futbol para que floreciera la sana participación entre comunidades y así se manifestara el fortalecimiento del tejido social. Junto con ello, también detonaba proyectos para fomentar el cuidado del medio ambiente y la salud de las personas que viven al interior de los desarrollos de Vinte.

Fue entonces que el Propósito de la Fundación Vinte registró su primera evolución pues, después de generar proyectos que permitieran a las personas mejorar su calidad de vida al interior de sus casas, hizo el llamado a salir a la calle para tomar un papel más activo y sembrar una conciencia de participación ciudadana.

“Al paso del tiempo lo hemos dicho varias veces y la tesis sigue siendo la misma: hoy, las grandes pandemias de la sociedad son la soledad, la depresión, las adicciones, y muchos de estos fenómenos sociales tienen que ver con la falta de tejido social, la falta de pertenencia a una comunidad sana y progresiva”, afirma Carlos Cadena. “Por lo tanto, buscamos sembrar la conciencia de la acción colectiva”.

El impacto de las iniciativas impulsadas por la Fundación Vinte se han transformado en historias vivas al interior de los desarrollos de Vinte y fuera de estos. En algunos lugares, la convivencia generada alrededor de un balón de futbol ha contribuido para la interacción entre infancias y juventudes; la exhibición de una película en un parque ha detonado el esparcimiento de familias enteras; muchas niñas y niños se han asumido en ‘embajadores del agua’ después de escuchar, a través de una conferencia, la importancia de cuidar el vital líquido…

En consecuencia, el Propósito de la Fundación Vinte ha registrado un matiz y, ahora, se suma un statement más a su causa: forjar mejores ciudadanos.

“El tejido social es tener un conjunto de relaciones humanas, comunitarias, que te faciliten la vida. La ciudadanía es que tengas tú la conciencia de que perteneces a un espacio que es colectivo y que tengas la capacidad de ser consciente y de incidir positivamente. La Fundación Vinte es un instrumento que te da las herramientas para lograrlo”, explica Carlos Cadena. “Tú llamas a la acción, pero también haz lo que te corresponde. Es esta cadena de compromisos”.

LA MISIÓN CONTINÚA

Confianza. Esa sensación que se deposita en algo o en alguien, basada en la creencia de que actuará de manera adecuada, sin intención de engañar o de defraudar, es la base de los buenos resultados que han registrado las iniciativas impulsadas por la Fundación Vinte.

En entrevista, Carlos Cadena sostiene que la buena aceptación que reciben los proyectos de la fundación que preside tiene que ver, fundamentalmente, con la “intención honesta” de colaborar para mejorar los entornos hacia las personas. “Cuando se ve que tienes esta disposición de ayudar y ser solidario, surge la confianza”, explica. “Nuestra intención es muy transparente”.

Así, la Fundación Vinte, dice su Presidente, cuenta con una metodología de construcción de ciudadanía que ayuda a procurar el tejido social de una comunidad y que pone al servicio de otros grupos de interés, como autoridades y otros aliados con vocación de impacto social.

La acción que tuvo lugar en Zapotlán de Juárez, Hidalgo, es parte de este compromiso. El combate a la inseguridad requiere de un trabajo colaborativo. Con ello, Fundación Vinte, a través de esta donación de equipo, contribuye para que las autoridades municipales fortalezcan su estrategia de promoción a la seguridad, a favor de una población estimada en 24 mil personas.

De esta manera, la contribución en este municipio de Hidalgo se suma a otras iniciativas que, en conjunto, han impactado positivamente a más de 100 mil personas en diferentes regiones del país.

La Fundación Vinte, dice Carlos Cadena, ya se ganó un espacio en el ecosistema de impacto social en México, mismo que se pretende escalar en otras regiones y a favor de miles de personas más. Para 2027, la meta es impactar positivamente a medio millón de personas, y así seguir en su cruzada de construcción de ciudadanía.

Esta historia continuará. “Por lo pronto hoy, el ciudadano Vinte es una persona sensible, empática, participativa, consciente, progresista, deportista, amigable y sociable”, concluye Carlos Cadena, presidente de la Fundación Vinte.

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