Neverías de barrio
Los sabores de Guadalajara se antojan dulces y fríos, como estas delicias orgullosamente “de la casa”.
Vainilla, mamey, nuez, fresa y limón, son los sabores pilares de La Violeta, nevería fundada en 1921 cuando la Calzada Independencia era su antiguo domicilio, frente a un árbol que desprendía flores violetas en cada primavera.
En la actualidad, el Barrio Mexicaltzingo sigue siendo hogar de estas nieves de garrafa, pues se ubican a una cuadra de la Calzada, y distintas opciones se han agregado en su haber, como las de pistache, mango y cajeta.
Más de cien años de historia respaldan a El Polo Norte, que vio la luz en 1907 y desde entonces no se cansa de refrescar paladares con nieves de agua, como la de ciruela amarilla (en temporada), fresa, limón, ciruela pasa, arrayán, maracuyá y otros.
También las de crema, encabezados por la nuez, vainilla, elote, rompope y más. No te vayas sin probar sus famosos deseos de novia o su tejuino.
Cilindros de acero girando sobre hielo con sal y palas de madera revolviendo ingredientes con frecuencia, es escena que se repite todos los días y a primera hora del día desde 1993.
Así se hace la nieve de garrafa de San Antonio: sin parar ni pasar por el congelador, haciendo que las filas y cada cucharada de mamey, nuez, vainilla y otros sabores valgan la pena.